(REUTERS Y SPUTNIK)
Washington. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que ayer tuvo una “muy buena” llamada telefónica con su par chino, Xi Jinping, durante la cual discutieron sobre la guerra en Ucrania, el tráfico de fentanilo y un acuerdo agrícola.
“Hemos hecho un buen acuerdo, y muy importante, para nuestros grandes agricultores, y sólo mejorará. ¡Nuestra relación con China es extremadamente fuerte!”, escribió el republicano en una publicación en Truth Social.
The Wall Street Journal reportó que fue Xi quien inició la llamada con Trump, en un inusual acto de diplomacia proactiva interpretado como muestra de la importancia estratégica que Pekín concede a la estabilización de las relaciones con Washington.
En los últimos meses, la relación entre ambas potencias experimentó una volátil estabilización tras un periodo de escalada comercial a inicios de año, marcada por aranceles mutuos que alcanzaron picos de 145 por ciento.
Programa de apoyo al campo estadunidense
El punto de inflexión llegó el pasado 5 de noviembre, cuando Trump y Xi sellaron un acuerdo económico en Seúl que redujo tensiones al suspender por un año los controles chinos sobre exportaciones de tierras raras anunciados en octubre.
Además, dicho acuerdo elimina los aranceles de represalia impuestos en marzo a bienes agrícolas de Estados Unidos, y compromete a Pekín a comprar al menos 12 millones de toneladas métricas de soya estadunidense en lo que queda de 2025, así como 25 millones anuales hasta 2028.
Por separado, la secretaria de Agricultura, Brooke Rollins, dijo que el gobierno espera anunciar en dos semanas un paquete de ayuda para los agricultores estadunidenses y un acuerdo sobre las compras chinas de soya.
El gobierno estadunidense ha dicho durante meses que ayudaría a los agricultores golpeados por los bajos precios de las cosechas y las disputas comerciales, pero aún no ha tomado medida alguna.
En tanto, el secretario de Comercio, Howard Lutnick, adelantó en una entrevista con Bloomberg News que Trump está sopesando la posibilidad de permitir a Nvidia vender chips avanzados de inteligencia artificial a China.


