REUTERS.- Chicago, Estados Unidos(06 abril 2023).- México ha encontrado aliados inesperados en su intento de limitar las importaciones de maíz modificado genéticamente: algunos agricultores estadounidenses que lo cultivan.
Durante décadas, los agricultores han plantado maíz transgénico, que protege contra insectos y herbicidas, con semillas vendidas por empresas como Bayer AG, Corteva Inc y Syngenta de ChemChina.
Sin embargo, como creyentes en un mercado libre, algunos dicen que EU debería aceptar vender a México maíz no transgénico, en lugar de profundizar una disputa comercial por la propuesta, y señalan que podrían ganar una prima por cultivar más maíz convencional.
“Estoy totalmente a favor del comercio libre y justo”, indicó Fred Huddlestun, quien cultiva maíz y soya transgénicos en Yale, Illinois. “Cuando llegan al punto de empujar a alguien a comprar algo que no quiere, entonces me preocupa”.
México es el mayor comprador de maíz estadounidense y las restricciones propuestas amenazan con interrumpir parte de los casi 5 mil millones de dólares de maíz que EU envía a México anualmente, o el 95 por ciento de las importaciones totales de maíz de México.
En febrero, México anunció que prohibiría el maíz modificado genéticamente para consumo humano, dando marcha atrás respecto a planes anteriores que enturbiaban el futuro de las importaciones para alimentación del ganado, destino de la gran mayoría del maíz importado.
El Gobierno de Biden afirma que las restricciones violarían el Tratado entre EU-México-Canadá (TMEC) y el mes pasado solicitó consultas comerciales con México en el primer paso formal hacia una solicitud de un panel de solución de controversias en virtud del pacto. Responsables estadounidenses se reunieron con sus homólogos en México la semana pasada.
El titular de Agricultura, Tom Vilsack, declaró el 30 de marzo que espera que el Gobierno “obligue en última instancia” a México a dar marcha atrás en la medida.
Grupos industriales como la Biotechnology Innovation Organization (BIO), que representa a las empresas de biotecnología, y la National Corn Growers Association (NCGA) han presionado a las autoridades estadounidenses para que se opongan a las propuestas de México.
Pero algunos agricultores estadounidenses afirman que EU debería dar marcha atrás.
La NCGA parece empeñada en “hacer tragar a nuestros socios comerciales posibles cereales no deseados”, escribió en Twitter Matt Swanson, un agricultor que cultiva maíz no modificado genéticamente.
Los agricultores estadounidenses mantienen desde hace tiempo una relación conflictiva con las empresas de semillas. Los agricultores se benefician de la tecnología agrícola que mejora el rendimiento y mata las plagas, pero algunos están descontentos con la concentración del sector en unas pocas manos y la influencia de las empresas en la agricultura estadounidense.
“Me parece que el secretario y este Gobierno no están defendiendo a todos los agricultores”, dijo Greg Gunthorp, un criador de cerdos y aves de Indiana que alimenta al ganado con maíz no transgénico para producir productos cárnicos de primera calidad. “Lo que realmente defienden son las grandes empresas”.
Aunque no hay datos concretos sobre la opinión de los agricultores estadounidenses, Reuters habló con una decena de productores y comerciantes de grano que dijeron que EU no debería exigir a México que siga importando maíz transgénico.
Discuten sobre maíz blanco modificado
Tanto funcionarios mexicanos como estadounidenses se reunieron a puertas cerradas la semana pasada para discutir la prohibición de México de que los fabricantes de tortillas usen maíz blanco modificado genéticamente, reportó el medio Agri-Pulse.
Durante el seminario web, organizado por México, Alejandro Espinoza Calderón, jefe de la Comisión de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados de México, y tres investigadores universitarios hablaron sobre la amenaza que representan el maíz transgénico y el glifosato para los mexicanos.
La parte mexicana profundizó sobre la protección de la biodiversidad de las plantas y los animales de México y la proliferación de ADN genéticamente modificado en las semillas que utilizan los agricultores mexicanos.
Pero hizo poco para demostrar que existe un riesgo para la salud de los consumidores, según los puntos de vista de los análisis del seminario web realizados y revisados por funcionarios gubernamentales y de la industria de EU.
Un funcionario de la industria de semillas de EU que pidió no ser identificado, comentó que México podría justificar legalmente su postura contra la biotecnología, pero requiere bases científicas.
“Siempre y cuando realicen (mexicanos) una evaluación de riesgos rigurosa y con base científica para demostrar que existe algún tipo de peligro para su gente, pero no lo han hecho”, dijo el funcionario.
Foto: AP