Borrell acusa a Israel de financiar a Hamás para evitar Estado palestino

(ALAN RODRÍGUEZ. CRÓNICA)

Josep Borrell, el alto representante de Política Exterior de la Unión Europea (UE), formuló acusaciones directas contra Israel alegando que financió a Hamás a lo largo de varios años con el propósito de debilitar a Palestina y fortalecer el Estado israelí.

“Hamás fue financiado por el Gobierno de Israel en un intento de debilitar a la Autoridad Palestina liderada por Fatah [organización política fundada por el exlíder palestino Yaser Arafat en 1958, 10 años después de la independencia israelí]”, afirmó Borrell en Valladolid.

En un discurso pronunciado en la Universidad de esa ciudad donde fue nombrado doctor honoris causa, el jefe de la diplomacia europea insistió además en la necesidad de crear un Estado palestino como parte de una solución al conflicto, pese a la negativa del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.

Sus declaraciones se dieron mientras, en Bruselas, los Veintisiete daban el visto bueno final a un nuevo régimen de sanciones que se aplicará contra quienes den apoyo económico a Hamás, considerada organización terrorista por la UE y EU.

El mensaje de Borrell constituye el más rotundo que haya lanzado ningún dirigente europeo sobre la hipótesis de que las autoridades israelíes han empleado recursos en fortalecer a la organización que gobierna en Gaza.

Sospechas previas

No es la primera vez que trasciende la idea de que el Gobierno de Netanyahu ha impulsado a Hamás, algo que el primer ministro israelí niega. Así lo han afirmado tanto la oposición israelí como analistas y diferentes medios nacionales e internacionales, al menos desde que estalló el conflicto.

En diciembre, The New York Times aseguró que el Gobierno catarí envió durante años millones de dólares a la franja de Gaza para apoyar al Gobierno de Hamás, una acción que contaba con el visto bueno israelí, que “no solo toleró esos pagos, sino que los alentó” hasta poco antes del ataque terrorista de la milicia del 7 de octubre, según el diario estadounidense.

También The Times of Israel afirmó que el Gobierno “ha permitido desde 2018 que maletas con millones en efectivo desde Qatar entren en Gaza para mantener su frágil alto el fuego con los gobernantes de Hamás en la Franja”.

El propio Borrell, durante un debate parlamentario sobre Gaza el pasado diciembre en el pleno de la Eurocámara en Estrasburgo, citó unas declaraciones de Netanyahu en marzo de 2019 ante la Kneset (Parlamento israelí) afirmando:

“Transferir dinero a Hamás (…) es parte de nuestra estrategia para asegurarnos de que nunca exista un Estado palestino”. No obstante, es la primera vez que el jefe de la diplomacia europea acusa tan directamente a Israel de haber sufragado y alimentado a Hamás.

En su discurso de agradecimiento al nombramiento como doctor honoris causa en la universidad donde dio clase en 1982 como profesor agregado de Matemáticas, Borrell también ha vuelto a reclamar la creación de un Estado en Palestina, como se hiciera antaño en Israel, porque en caso contrario “la espiral de odio seguirá generación tras generación”.

Para la máxima figura de la política exterior comunitaria, “la única solución es crear dos Estados que compartan la tierra por la que llevan 100 años muriendo”, una solución que se debe “imponer desde el exterior”, o sea, desde la comunidad internacional.

“Todo el mundo, excepto Israel”, desea este desenlace, ha agregado, si bien también ha hecho autocrítica del papel de la UE: “Ha hecho poco y predicado mucho”.

El Ejército israelí sigue su ofensiva sobre la Franja de Gaza que comenzó hace 105 días, tras los atentados terrroristas de Hamás en suelo israelí. Como respuesta, Israel comenzó una guerra en la Franja de Gaza que ha causado casi 25,000 muertos, la mayoría mujeres y niños, y cerca de dos millones de personas, la mayoría de su población, se ha visto desplazada con una grave crisis humanitaria.

Sobre la extensión del conflicto entre Israel y Palestina al Mar Rojo, Borrell subrayó que la prioridad debe ser “evitar una escalada” del mismo, para lo que instó a “proteger la navegación” sin que ello suponga agravar la tensión.