Cada vez nacen menos niños: ¿qué pasará con el consumo de juguetes?

(MARA ECHEVERRÍA. EXPANSIÓN)

La industria juguetera mexicana enfrenta un dilema que desafía su tradicional dominio en el mercado infantil. Dos tendencias principales están definiendo este panorama: la disminución en las tasas de natalidad y el cada vez más temprano abandono de los juguetes tradicionales en favor de dispositivos electrónicos, como smartphones, tabletas y videojuegos.

Durante los últimos años la natalidad en México ha disminuido: en 2012 se registraron 2.5 millones de nacimientos; en 2022 la cifra fue de 1.9 millones, lo que significa una reducción de más de 600,000 registros de nacimiento, según los últimos datos de Inegi. Esto se suma al hecho de que la edad en que los niños dejan de jugar con juguetes convencionales oscila entre los 10 y los 12 años.

A medida que las nuevas generaciones adoptan la tecnología desde edades más tempranas, los juguetes clásicos como muñecas, trompos y carritos enfrentan desafíos adicionales.

La semana del Día del Niño suele representar un respiro para la industria, con un aumento significativo en las ventas de juguetes. Según la Asociación Mexicana de la Industria del Juguete (AMIJU), las ventas por esta fecha representan aproximadamente el 20% de las ventas anuales del sector, marcando el inicio de la temporada alta que culmina con las fiestas de fin de año. Sin embargo, incluso en la víspera del Día del Niño, se observa una preferencia creciente por los dispositivos electrónicos entre los regalos más solicitados por los padres.

Gabriel Mas, Chief Marketing Officer de Amazon México, dijo en una entrevista realizada a finales de 2023, que si bien los juguetes mantienen su relevancia, otras categorías de productos, especialmente los electrónicos, están ganando terreno en la plataforma.

Esta tendencia se observa también en las tiendas minoristas. Un empleado de una de ellas menciona que, aunque los juguetes aún se venden durante la temporada, muchos padres prefieren adquirir consolas como Xbox o PlayStation, ya que pueden compartir su uso con sus hijos.

“Las consolas tienen una demanda mucho mayor que las casas de Barbie, sin duda alguna”, detalla el empleado de Walmart Tepeyac.

Entre carritos y muñecas

A pesar de estos desafíos, los líderes del sector mantienen un optimismo prudente. Ismael Mata, Director de la división de Juguetes y Videojuegos en la consultora Circana, destaca el potencial de crecimiento del sector, impulsado por la mejora económica y la introducción de nuevos productos e innovaciones.

Un análisis de Circana revela que, en los últimos cinco años, los juguetes más vendidos durante la semana del Día del Niño tienen un precio promedio por debajo de los 250 pesos. Entre los productos más populares se encuentran los Hot Wheels, con un precio promedio de 26 pesos, además de las Fashion Dolls.

“El tiempo se nos ha escapado y apenas estamos haciendo las compras. Estamos eligiendo algunos carritos de la colección de Monster Truck y unas pistas. Mi hijo todavía es pequeño y tratamos de limitar su tiempo frente a las pantallas”, comparte Adriana Nilson, una madre de familia, mientras recorre el piso de ventas de la tienda. Nilson menciona que ha destinado un presupuesto de 600 pesos para las compras de hoy.

Otros regalos buscados por algunas madres para el Día del Niño en los pasillos de la sucursal de Walmart Tepeyac son sets de Lego u otros juguetes de construcción, cartas de Pokémon, muñecas inspiradas en películas como ‘Encanto’, así como juguetes temáticos de Godzilla y Kong.

A pesar de los desafíos, las proyecciones de Statista sugieren un crecimiento modesto pero constante para la industria juguetera mexicana con un estimado de 1,832 millones para el año 2028. Se espera que la innovación y la preservación del patrimonio cultural a través de juguetes tradicionales mexicanos contribuyan a mantener la vitalidad del mercado en los próximos años.

“El mercado de juguetes de México está experimentando un aumento en la demanda de juguetes tradicionales mexicanos, lo que refleja un creciente interés en preservar el patrimonio cultural”, dice el análisis de la consultora Circana.

En el piso de ventas de Walmart Tepeyac, un niño de unos siete años comparte sus expectativas para la celebración del Día del Niño: “Espero celebrar en la escuela con dulces y pastel, y que mi papá me ayude a armar el autolavado que me van a regalar porque los Reyes Magos no lo trajeron”.

(Paula Carrillo / iStock)