Caparazón de camarón, arma contra microplásticos

ERNESTO MÉNDEZ. EXCÉLSIOR


TOLUCA.— La crisis por el agua es una preocupación para alumnos, profesores e investigadores de los 254 planteles del Tecnológico Nacional de México (TecNM), órgano desconcentrado de la SEP, donde se forman 44% de los ingenieros de nuestro país.

Durante la presentación de la agenda estratégica Agua Limpia y Saneamiento, en el TecNM Campus Toluca, estudiantes de doctorado y en estancia postdoctoral en ciencias ambientales mostraron parte de los estudios que realizan para la detección de microplásticos en cuerpos de agua dulce utilizados para el consumo humano y métodos innovadores para el tratamiento de aguas residuales con materiales orgánicos, como el caparazón del camarón.

Ramón Jiménez López, director general del Tecnológico Nacional de México, destacó que los investigadores del TecNM son muy comprometidos y están poniendo todos sus conocimientos y experiencia para el beneficio de la sociedad.

La Agenda Estratégica del Agua del Tecnológico Nacional de México no solamente va a ser regional o nacional, nuestra pretensión es que sea una aportación a nivel mundial”, manifestó.

El documento de 100 páginas contiene ejes estratégicos, objetivos, metas, acciones e indicadores en captación de agua, cuidado del agua, métodos de tratamiento de agua potable y aguas residuales, recuperación y reúso del agua, monitoreo de la calidad del agua y tecnologías emergentes, así como educación y capacitación.

Hugo Ernesto Cuéllar, director del TecNM Campus Toluca, subrayó que se trata de un proyecto vivo que busca la vinculación directa con la sociedad y la industria, llevar la innovación y la tecnología al día a día.

Tenemos, por ejemplo, un laboratorio de primer nivel para poder desarrollar todas aquellas pruebas nacionales e internacionales, que las empresas necesitan entregar a las dependencias gubernamentales estatales o federales, dentro de las líneas de acción de la entrega del agua residual o bien del abastecimiento de agua”, indicó.

Plásticos en el Cutzamala

Justamente en el Tecnológico Nacional de México campus Toluca, Francisco Agustín Reyes, estudiante de doctorado en ciencias ambientales, desarrolla las primeras investigaciones sobre la presencia de microplásticos en agua y sedimentos de la Presa Valle de Bravo que abastece al Sistema Cutzamala, es decir, a la Ciudad de México y el Valle de Toluca.

En este caso, todas han sido fibras de microplásticos que hemos encontrado de tamaños de 70 micras a cuatro mil 500 micras, que es equivalente a 4.5 milímetros”, explicó.

Detalló que el estudio se realiza con muestras de cinco puntos en ríos y ocho puntos dentro de la presa, lo que sirve para identificar los microplásticos presentes y aislarlos por medio de un proceso de digestión, separación de densidades, centrifugado y filtración al vacío.

Francisco Agustín Reyes señaló que, lamentablemente hoy en día, los microplásticos llegan hasta nuestros hogares a través del agua.

Porque la planta Los Berros, que el Sistema Cutzamala utiliza para potabilizar el agua, no cuenta con un proceso de ultrafiltración, que es lo que se necesita, para que estas partículas se detengan, y por el momento sólo cuenta con un proceso de arenas, que no es suficiente”, comentó.

Una investigación realizada por la Universidad Newcastle de Australia, auspiciada por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), establece que una persona promedio consume dos mil piezas de microplástico a la semana, con un peso aproximado de cinco gramos, es decir, cada siete días se come o bebe el equivalente a una tarjeta bancaria o un bolígrafo.

Por ello, es muy importante detectar el problema para poderlo remediar, como ocurre con otro estudio que desarrolla Esmeralda Rivera Gutiérrez, estudiante de estancia postdoctoral, en el río Chalma, donde se mide la calidad del agua.

Aquí estamos viendo un microplástico que se analizó en un microscopio y podemos ver el microplástico que está generando también una sombra”, manifestó.

Agregó que el agua del río Chalma es utilizada para consumo humano y actividades recreativas.

Esmeralda Rivera Gutiérrez comentó que hasta ahora el impacto del microplástico en la salud humana y el medio ambiente es un misterio, porque apenas se está estudiando a nivel global.

Camarón que se duerme…

En el TecNM campus Toluca además se desarrolla tecnología para el tratamiento de aguas residuales con el caparazón del camarón, que es muy eficaz para la remoción de metales pesados y colorantes.

Este es un residuo de la industria pesquera que nos ayuda a conseguir un biopolímero”, subrayó Alejandra Díaz Rivera, estudiante de doctorado en ciencias ambientales.

Resaltó que el quitosano que se obtiene del camarón, ya sintetizado, sirve para elaborar membranas o perlas absorbentes que podrían ser una alternativa para el tratamiento de aguas residuales en la industria textil y alimenticia.

Es un material de bajo costo que podrían usar al interior de las fábricas para que las aguas contaminadas no lleguen a los ríos o cuerpos de agua de México”, remató