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Washington.— El último plan del presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, para mantener temporalmente abierto el gobierno federal colapsó de manera dramática el viernes cuando una sólida facción de la extrema derecha rechazó el paquete, haciendo casi seguro un cierre.
El fracaso total del proyecto de ley un día antes de la fecha límite de este sábado para financiar al gobierno deja pocas opciones para evitar un cierre. McCarthy dijo: “Aún no es el final. Tengo otras ideas”.
La rebelión de los ultras
El resultado pone en grave peligro el liderazgo de McCarthy, sin casi ninguna influencia política para estar al frente de la Cámara en un momento crítico que ha llevado al gobierno a la crisis; 21 rebeldes, encabezados por el representante Matt Gaetz, republicano por Florida, un importante aliado de Donald Trump, echaron por tierra el proyecto de ley de financiación de 30 días.
El gobierno federal se dirige a un cierre después de la medianoche de hoy que dejaría a 2 millones de tropas militares sin sueldo, suspendería a trabajadores federales e interrumpiría los servicios y programas gubernamentales de los que dependen los estadounidenses de costa a costa. El Congreso no ha podido financiar las agencias ni aprobar un proyecto de ley temporal para mantener abiertas las oficinas.
El presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, ayer en Washington. Foto: Michael Reynolds | EFE