OLIMPIA ÁVILA Y CORRESPONSALES. EXCELSIOR.
Casi 75% de los cuerpos de agua en el país presentan sustancias dañinas; enfermedades renales y cáncer están entre los padecimientos ligados a la toxicidad de los afluentes.
Metales pesados y bacterias como E-coli o enterococos fecales se desplazan libremente por los ríos y otros cuerpos de agua de México.
De acuerdo con datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), casi 75% de los cuerpos de aguas superficiales presentan algún tipo de contaminación, situación que se suma a la crisis por escasez de agua que enfrenta nuestro país.
Además, 6.8% de los cuerpos de agua presentan toxicidad aguda, lo que se traduce en enfermedades como cáncer o padecimientos renales.
En su monitoreo, Conagua considera ocho indicadores: demanda bioquímica de oxígeno (DBO), demanda química de oxígeno (DQO), sólidos suspendidos totales (SST), coliformes fecales (CF), Escherichia coli, (E-coli), enterococos fecales, porcentaje de saturación de oxígeno disuelto (OD) y toxicidad aguda.
Según el semáforo de alerta de la comisión, 45.2% de los sitios calificaron en semáforo amarillo por contaminación (779), mientras que 28.7% de los puntos están en rojo (495) y el resto en verde (449).
Cuatro ríos: el Turbio, en Guanajuato; el Alto Atoyac, en Puebla y Tlaxcala; el Santiago, en Jalisco, y el Eslava, en la Ciudad de México, no cumplen con uno solo de los criterios, pues reciben un alto volumen de descargas industriales y municipales que convierten sus aguas en veneno.
Otros afluentes contaminados, aunque sin presencia de toxicidad aguda, como el Tula, en Hidalgo, o el Nautla, en Veracruz, bañan cultivos, lo que provoca la contaminación de alimentos.
Muerte viaja en ríos de México
Casi 75% de las aguas superficiales del país presenta algún grado de contaminación, lo que deriva en enfermedades.
Además de la escasez de agua, México se enfrenta a otro grave problema hídrico. Casi 75% de los cuerpos de aguas superficiales vigiladas por la Comisión Nacional del Agua (Conagua) presentan algún tipo de contaminación, ya sea con metales pesados y tóxicos o con bacterias como E-coli o enterococos fecales.
De acuerdo con la dependencia, 6.8% de los cuerpos de agua presentan toxicidad aguda, entre ellos el río Lerma, en sus múltiples puntos de monitoreo en el Estado de México y Guanajuato; el Nautla, en Veracruz; el San Juan, en Querétaro; y el Alto Atoyac, en Puebla y Tlaxcala, cuya alta contaminación inclusive ha provocado altas tasas de mortalidad entre jóvenes, debido a enfermedad renal crónica, como ha alertado el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt).
Durante 2022, el monitoreo de agua superficial de la Conagua estuvo constituido por mil 723 sitios. El 45.2% de los sitios califican en semáforo amarillo por contaminación (779 puntos), mientras que 28.7% está en rojo (495) y el resto en verde (449).
El monitoreo de calidad del agua considera ocho indicadores: demanda bioquímica de oxígeno (DBO), demanda química de oxígeno (DQO), sólidos suspendidos totales (SST), coliformes fecales (CF), Escherichia coli, (E-coli), enterococos fecales, porcentaje de saturación de oxígeno disuelto (OD) y toxicidad aguda.
FOCOS ROJOS
Aunque gran parte de los cuerpos de agua en nuestro país están contaminados, existen sitios que no cumplen con ninguno de los indicadores de la Conagua. Se trata de los ríos Turbio, en Guanajuato; el Alto Atoyac, en Puebla y Tlaxcala; el Santiago, en Jalisco, y el Eslava, en la Ciudad de México.
El río Turbio es un cuerpo receptor de aguas domésticas y residuales del sector industrial del municipio de León, Guanajuato, principalmente del curtido de pieles. Según el estudio Remediación de la contaminación del agua del río Turbio mediante humedales artificiales, de 2020, lleva más de 10 años siendo catalogado por la Conagua como fuertemente contaminado.
En tanto, el Conahcyt alertó en días pasados que la contaminación de la cuenca del río Alto Atoyac ha sido constante en las últimas décadas, lo que ha provocado tasas de mortalidad más altas en la zona. Conagua monitorea el afluente, donde empresas como Polaquimia, que comercializa agroquímicos y petroquímicos, entre otros, descargan residuos.
Sobre el río Santiago, en Jalisco, activistas e investigadores han hecho evidente la contaminación. En 2012, integrantes de Greenpeace navegaron por las aguas del río, vestidos con trajes protectores y con máscaras para evitar la inhalación de gases dañinos producidos por las descargas industriales y municipales.
Según investigadores del Centro Universitario de Tonalá de la Universidad de Guadalajara, entre los contaminantes presentes en el agua del río destaca el cadmio, un metal pesado que provoca daños neurológicos y renales, principalmente.
Finalmente, el río Eslava, que nace en las montañas del suroeste del Valle de México, en la alcaldía La Magdalena Contreras, se encuentra severamente contaminado en sus partes media y baja debido a fuertes descargas de aguas residuales y depósitos de basura a lo largo de su cauce, advierte la investigadora Marta Magdalena Chávez, en un estudio sobre el cuerpo de agua.
Alzan la voz
Activistas, expertos en el tema y organizaciones han alertado sobre el alto grado de contaminación y toxicidad en los ríos mexicanos, así como su impacto en la salud de las comunidades aledañas y sus pobladores.
“La contaminación del agua causa aproximadamente 3.1 por ciento de las muertes de seres humanos en todo el mundo, principalmente en países en desarrollo”, señala el informe Ríos mexicanos, ríos tóxicos, de Greenpeace.
Además, la contaminación del agua afecta las fuentes de ingresos de las comunidades, como la pesca, la agricultura o el turismo, alerta.
“Las industrias sucias se benefician de la complicidad de las autoridades, quienes incentivan las actividades contaminantes a costa del medio ambiente, de la calidad del agua y de las actividades industriales limpias”, asevera.
Oaxaca
Autoridades desoyen saneamientos
OAXACA, Oax.— El agua de la ciudad y zona courbada, ubicados en márgenes de los ríos Atoyac y Salado, registra una alta contaminación ante la presencia de sustancias altamente peligrosas para la vida humana, especialmente cianuro y mercurio.
Según estudios de la Conagua, el agua superficial, en 48% de los segmentos municipales por donde cruzan, se ubican en semáforo rojo y de los demás, 92%, están en la fase amarilla.
Organizaciones han evidenciado el sistemático desinterés de los gobiernos estatales y locales por el cuidado de la naturaleza, sobre todo, por ambos ríos.
Incluso se ha recurrido a la justicia federal a través de litigio estratégico para obligar a las autoridades estatales y federales a sanear esos importantes afluentes que cruzan por 34 municipios.
“Estos ríos están convertidos así en cuerpos hídricos con alta contaminación, en ellos se depositan las aguas negras; son focos de infección, que trasciende en enfermedades gastrointestinales, alergias y fauna nociva, que afectan a los habitantes de los lugares aledaños”, aseguró Gerardo Aldeco, presidente del Colectivo de Organizaciones Ambientalistas de Oaxaca.
A lo anterior se suma que, desde octubre de 2022, las riberas del río Atoyac concentran grandes cantidades de basura en las orillas, a raíz del problema ocasionado por el cierre del tiradero de basura de la capital y zona metropolitana.
Patricia Briseño
Tamaulipas
Beben metales pesados y plaguicidas
CIUDAD VICTORIA.— Los principales ríos de Tamaulipas que son utilizados para el consumo humano están seriamente contaminados, tanto de metales como plaguicidas, aseguraron ambientalistas del sur, centro y norte del estado.
Y acusan, que no hay un control y pocas intenciones para el uso de plantas tratadoras.
El ingeniero ambientalista Miguel Verástegui señaló que Tampico, Altamira y Madero concentran un alto porcentaje en contaminación, entre metales y óxidos debido a que no hay un control de las descargas de fábricas y hospitales hacia la laguna de Chairel; vaso lacustre que sirve para el uso humano.
También denunció que la planta potabilizadora que se encuentra sobre el río Tamesí se localiza donde antes se hizo un basurero y dentro de las investigaciones que ellos han realizado, encontraron una gran cantidad de óxido.
El ingeniero explicó que al llover y ocurrir el escurrimiento se filtra hacia las aguas que absorbe la potabilizadora.
Dijo que el municipio arroja grandes cantidades de cloro, con el fin de evitar que la gente se dé cuenta, pero esta solución a su vez traerá problemas de salud como enfermedades cancerígenas.
En cuanto a la laguna del Carpintero, habitada por los cocodrilos, no es usada para consumo humano pero aun así tiene alto grado de contaminación.
Alfredo Peña
Nayarit
Mololoa recibe altas dosis de lixiviados
TEPIC.— El doctor e investigador del Instituto Tecnológico de Tepic, Mario Ortiz Jiménez, considera que el río Santiago es el más contaminado de México; sin embargo, en el territorio de Nayarit sería el río Mololoa, con alto grado de contaminación.
“Lo bueno es que el Santiago tiene varias presas y lagos y sirven como sumidero de la contaminación, el hecho de que el río llegue a la Yesca a un embalse ahí se va acumulando sedimento detrás de la cortina y en ese sedimento van metales pesados, van plaguicidas, otra serie de sustancias tóxicas para la fauna, para los peces del río Santiago y está luego el Cajón y Aguamilpa y llega más o menos saneada hasta el entronque con el río Mololoa, donde recibe una carga impresionante de descargas de tipo residual, particularmente residual y de los lixiviados de toda la basura que juntamos aquí en Tepic”.
Indicó que las plantas de tratamiento son insuficientes. Dijo que el agua del río Mololoa es lo más parecido al agua que sale de los drenajes.
Destacó que el afluente está más contaminado que el Santiago en el territorio de Nayarit. El investigador coincidió en que los habitantes de las zonas cercanas al río Mololoa son los que padecen la mayor cantidad de enfermedades gastrointestinales. “Por más higiénico que sea uno, que lave sus cosas, la contaminación está en el aire y los olores y eso sí nos ha hecho daño”.
Karla Méndez
Michoacán
Fertilizantes impactan en acuíferos
MORELIA.— La poca regulación del uso de fertilizantes, así como la llegada de empaques, los que asegura Vicente Estrada Torres, director del Consejo Estatal de Ecología, no son lo suficientemente regulados por las autoridades, lo que contamina los mantos acuíferos.
“La mayoría de los empaques extranjeros para aguacates y berrys llegan y no se preocupan por ser socialmente responsables”, dijo.
En la entidad existen dos grandes ríos que colindan con más estados, se trata del río Lerma, que inicia su curso de contaminación en el Estado de México, en Almoloya, atraviesa Michoacán y Guanajuato, una pequeña franja de Querétaro y desemboca en el Lago de Chapala, Jalisco. Entre su trayectoria por Michoacán, se encuentra La Piedad, municipio donde según expertos, “se vuelve un foco de infección”, antes de llegar al desemboque.
En el río Balsas, con una extensión de 771 km de longitud, que pasa principalmente por Michoacán y Guerrero, hay una alta contaminación debido al mal uso de agroquímicos.
La contaminación también se da por el sistema pluvial, mismo que ha afectado directamente a uno de los lagos más importantes y turísticos de Michoacán, el de Pátzcuaro.
“Los ríos del Silencio y Guani también van a descargar al lago de Pátzcuaro”, destacó Vicente Estrada.
Miguel García Tinoco
Hidalgo
Acusan alta incidencia de cáncer
TULA DE ALLENDE, Hgo.— Pobladores de la zona ribereña de la presa Endhó acusaron una alta incidencia de casos de cáncer, los cuales atribuyen a la contaminación del subsuelo que provoca el citado embalse, que recibe las aguas negras del valle de México.
De acuerdo con Yuri Uribe Montiel, integrante del Movimiento Social por la Tierra (MST), tan sólo en las viviendas que limitan con el embalse se tiene detectados, al menos, 400 casos de cáncer.
“Es una situación muy preocupante de salud pública, porque hay familias incluso con varios integrantes padeciendo esta enfermedad”.
Afirmó que la problemática se genera por la filtración de las aguas negras que contaminarían pozos de agua potable aledaños a la presa Endhó.
Añadió que incluso existen estudios de esta problemática, que datan de 2018, cuando la Conagua informó de la presencia de metales pesados en siete pozos ubicados en comunidades de Tula y Tepetitlán, las más afectadas.
El muestreo se llevó a cabo en seis pozos de Tula identificados de las localidades de Pedro María Anaya, Santa Ana Ahuehuepa, San Francisco Bojay, Michimaltongo, El Chabacano y Xochitlán; mientras que en el municipio de Tepetitlán, el análisis se dio en la localidad de El Torreón. “Todos los pozos exceden el límite máximo permisible de plomo”, cita un documento de la Conagua.
Emmanuel Rincón
Sonora
Cargan metales pesados en la sangre
HERMOSILLO.— Los metales pesados que derramó la minera Grupo México al río Sonora han sido detectados en los análisis de orina realizados a habitantes de los siete municipios de la ribera, que realizó la Secretaría de Salud y el Cenaprece.
Análisis de laboratorios públicos y privados certificados en poder de Excélsiorcomprueban que metales pesados como plomo, cadmio, mercurio, cobre y elementos químicos como el arsénico, detectados en el agua por la Conagua y Cofepris, tras el derrame tóxico de agosto del 2014, estarían bioacumulándose en las personas, flora y fauna de la región.
“La primera vez que me hicieron un estudio fue el 22 de noviembre de 2014, el cadmio me salió en 0.1, en los últimos estudios de 2021, me salió en 0.89; en 2014, plomo me salió menor a 0.9, en los nuevos estudios me salió 8.27; va avanzando la bioacumulación, dijo Martha Velarde, habitante de Baviacora, representante de los Comités de Cuenca del Río Sonora.
Cuando ocurrió el derrame tóxico de la minera Grupo México, la Unidad de Vigilancia Epidemiológica Ambiental del río Sonora reconoció que los metales pesados que contaminaron la región afectaron, por lo menos, a 381 habitantes, incluyendo niños, adultos mayores y embarazadas. Tras un estudio en 2021, se analizó a 678 habitante en quienes creció la presencia de los metales pesados.
Daniel Sánchez Dórame
Jalisco
Químicos en río Santiago arrasan con salud y vida de jaliscienses
GUADALAJARA.— Todos los ríos, arroyos y lagos de Jalisco tienen algún grado de contaminación, pero el río Santiago ocupa el primer lugar, explicó Raquel Gutiérrez Nájera, profesora investigadora de la Universidad de Guadalajara (UdeG) y presidenta del Instituto de Derecho Ambiental.
En 2020, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) llamó al Estado a proteger a habitantes dependientes de dicho afluente, sin que hubiera acción.
De acuerdo con un estudio de Paulina Martínez, de la UdeG, se detalla que en el caudal se hallaron químicos como plomo, mercurio, cromo, cobalto, arsénico y coliformes fecales, así como algunos tipos de sustancias cancerígenas, como el benceno, cadmio y furano, entre otros, lo que ha enfermado a habitantes y acabado con peces y árboles.
Según una publicación de la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Cuajimalpa, en 2008, “un niño de ocho años que vivía en El Salto cayó al río y murió intoxicado”.
Gutiérrez Nájera recordó que de todos los afluentes de Jalisco, “el más contaminado o altamente contaminado es la subcuenca del río Santiago y también todo lo que sería la parte que lo nutre del sistema Lerma-Chapala, que también la parte que compete a Jalisco y que llega al lago de Chapala para después dar paso a la cuenca Santiago Pacífico.
“El lago de Chapala, la Laguna de Zapotlán, Cajititlán, todos éstos cuerpos, pudiéramos decir en las inmediaciones y algunos en la zona metropolitana, tienen grados alarmantes de contaminación, tan es así que su población se considera expuesta a enfermedades generadas por la contaminación de cuerpos de agua”.
Las enfermedades que presenta la población más cercana a estos ríos, de acuerdo con un estudio de campo, explicó que están las renales, de la piel, abortos” y hasta cáncer.
“El volumen de las aguas concesionadas en Jalisco es de 56% para uso agrícola; 27%, a público urbano; 13%, a otros usuarios, y 4% a uso industrial, y aun cuando éste último tiene la menor carga concesionada, el más contaminante, sobre todo, por las sustancias peligrosas de tipo corrosiva, reactiva, explosiva o tóxico infecciosa”.
Por lo anterior, destacó que tomando en consideración estos indicadores son más de cinco millones de personas afectadas por la contaminación.
Karla Méndez
Guanajuato
Río Turbio desplaza al Lerma como el más contaminado
LEÓN, Gto.— El río Lerma, el cual era considerado como el más contaminado de Guanajuato, ahora, según ambientalistas, fue desplazado por el río Turbio, mismo que tiene más efectos negativos sobre el medio ambiente.
La severa sequía que azota a México ha afectado al Bajío, dejando sus embalses en niveles mínimos de agua, lo que ha resaltado el grado de contaminación.
Muy cerca de la comunidad rural de El Maguey, en San Francisco del Rincón, corre el río Santiago, afluente del río Turbio.
Excélsior comprobó que recibe descargas residuales de viviendas, pero también de empresas, las cuales contaminan el agua con químicos.
A unos metros del arroyo El Granizo, uno de los afluentes del río Turbio, se está la comunidad rural Puerta de San Germán, municipio de León, donde hay contaminación en su agua, tierra y aire desde hace décadas. No sólo El Granizo carga con aguas negras, sino que los restos venenosos de cromo de la empresa Química Central, vuelan en forma de polvo, al ser arrastrados por el viento.
“Estamos jodidos. El olor que nos llega de Química Central es asqueroso. Aquí, a la Puerta de San Germán no viene ningún político porque les da miedo enfermarse”, destacó don Tomás, quien reconoció que a pesar de la polución en el entorno, hay siembra y ganadería.
“¿Y qué hacemos? Ni modo que nos muramos de hambre. Hay que seguir”.
De acuerdo con el ambientalista Carlos Álvarez, presidente de la asociación civil México, Comunicación y Ambiente, las sustancias tóxicas se quedan en la ribera del río Turbio daña las tierras de cultivo y de pastoreo.
“Las cosas van de mal en peor, no hay soluciones, y cuando pensábamos que con el gobierno de Enrique Peña Nieto estábamos muy mal llega el actual, al cual el medio ambiente simplemente no le interesa. Tampoco le importa al de Guanajuato y los empresarios leoneses nada más se hacen tontos y siguen contaminando.
“Esta zona es fácilmente una de las más contaminadas de todo México”, denunció Álvarez Flores.
Andrés Guardiola
Veracruz
Empresas jugueras desbordan afluentes con desechos tóxicos
XALAPA.— Habitantes de los municipios de Martínez de la Torre, San Rafael, Nautla y parte de Misantla padecen los estragos de la contaminación por los desechos de las plantas jugueras que están en la región y que llegan a los ríos y arroyos a través de escurrimientos.
Habitantes han presentado denuncias, debido a que su salud se ha visto afectada por el consumo del agua que extraen de los yacimientos que fueron alcanzados por la contaminación.
En una de estas empresas se cuenta con vertederos que denominan ollas de oxidación, las cuales recogen los escurrimientos y están a cielo abierto. Éstas son profundas albercas donde depositan los lixiviados de las cáscaras y el gabazo de los cítricos, pero revueltas con químicos altamente tóxicos.
“El problema es cuando llueve, las ollas se desbordan y los desechos van a dar a los arroyos y luego al subsuelo”, explicó una fuente entrevistada. Estos escurrimientos llegan a los mantos acuíferos y escurren a los arroyos y esteros.
Explicó que una de las empresas expulsa con aspersor los desechos y lo que salpica sale hacia el campo; el resultado es que a la redonda los pastos y las plantas se queman, porque uno de los componentes es sosa cáustica.
En algunas comunidades los pobladores obtienen agua a través de la excavación, por la cantidad de yacimientos con agua aparentemente clara y limpia, pero hay comunidades como Puntilla Aldama donde se han registrado hasta 150 casos de males renales adjudicados a esta contaminación.
Ejidatarios y dueños de parcelas se quejan constantemente de la pérdida de sus cosechas por esta contaminación, por lo que se iniciaron procedimientos en la Procuraduría de Medio Ambiente con los números PMAVER/DJ/EXP-368, PMAVER/DJ/EXP-396/2012, PMAVER/DJ/EXP-042/2023 y su acumulado PMAVER/DJ/EXP-69/2023, tan sólo estas cinco contra una sola empresa: Citrofrut.
“Pero los de Medio Ambiente llegan, supervisan y no hay sanciones o clausuras. En marzo se dijo que habían clausurado, pero no fue verdad, dejaron correr esa versión y así siguió operando normalmente”.
Vía transparencia, la Procuraduría respondió a un ciudadano que los informes sobre el número de amonestaciones contra la planta de cítricos estaban reservada por cinco años.
Lourdes López.
Puebla
63 empresas se descargan sobre el Atoyac
PUEBLA, Pue.— Vecinos asentados cerca del río Atoyac saben que la picadura de un mosquito genera una roncha muy grande, como consecuencia de la contaminación del lecho; sin embargo, la reacción es mínima comparada con el repunte de enfermedades graves entre esta gente, sobre todo la más pobre, cuyas casas están dentro del cauce.
Según el Plan Integral de Atención y Prevención de Daños a la Salud en la Región de Emergencia Sanitaria y Ambiental de la Cuenca del Alto Atoyac, “desde 1990 (…) se han tenido las tasas de mortalidad más altas por enfermedad renal crónica en jóvenes”; es más, “una parte muy importante de ellos están sujetos a diálisis extraperitoneal”.
Esta situación es consecuencia de que el afluente es ensuciado principalmente por 63 empresas asentadas en los márgenes durante su paso por Puebla y Tlaxcala; sin embargo, el escenario no es nuevo, en el río Atoyac hay elementos cancerígenos peligrosos para la salud humana, como cadmio, cloroformo, cloruro de vinilo y cromo, los cuales llegan de descargas residuales industriales, principalmente.
Hace más de seis años, la CNDH emitió la recomendación 10/2017 por la violación a los derechos de vivir en un medio ambiente sano; incluso, advirtió que las enfermedades en la zona estaban relacionadas con la contaminación química y biológica.
Fernando Pérez Corona.
Tlaxcala
Jóvenes y niños, los más afectados
TLAXCALA, Tlax.— El río Atoyac es un foco de contaminación e infección para los habitantes de la población de Villa Alta, principalmente para niños y adolescentes.
En el afluente se realizan descargan procedentes del corredor industrial Quetzalcóatl, en Puebla, y que desembocan y cruzan dicho poblado tlaxcalteca.
René Castañeda, de 48 años, llegó a dicho poblado a los cinco años y recuerda que el agua del afluente corría cristalina e incluso había peces, por lo que podía ser utilizada para consumo humano.
Sin embargo, eso se acabó, pues asegura que a determinadas horas, las empresas realizan las descargas al Atoyac y en cuestión de minutos el agua cambia de color y el olor se vuelve insoportable. Dolor de cabeza, problemas en la piel y hasta leucemia son algunos de los síntomas y enfermedades que presentan los habitantes, principalmente niños y jóvenes.
Miriam Bueno.