(JOSÉ ARNULFO RODRÍGUEZ SAN MARTÍN. BANCO MULTIVA. EXCÉLSIOR)
La interrupción del comercio mundial durante la pandemia de covid-19 en 2020 provocó también el dislocamiento de las cadenas logísticas de transporte de mercancías y con ello un fuerte choque de oferta que aceleró fuertemente la inflación mundial. En la actualidad, dos graves crisis, una militar y otra climática, amenazan con afectar seriamente las cadenas de transporte marítimo mundial.
Canal de Suez (crisis militar)
En cifras aproximadas, por el canal de Suez transitan 17,000 barcos al año, que transportan mercancías por un billón de dólares o 12% del comercio mundial, en el que el traslado de petróleo y gas licuado ocupa la parte preponderante.
Debido a la invasión de Israel a Palestina, los hutíes (grupo extremista islámico, de filiación religiosa chiita, que controla buena parte del territorio de Yemen) han cerrado parcialmente la navegación en el Mar Rojo, al atacar los cargueros con bandera israelí, estadunidense o británica, así como de cualquier otra nación que se identifique con destino a Israel.
Canal de Panamá (crisis climática)
Aproximadamente 14,000 barcos que transportan mercancías de 170 países por un valor estimado del 6.0% del comercio mundial transitan anualmente por esta ruta. Este cálculo incluye 57.5% del total de la carga que se transporta en buques portacontenedores de Asia a la costa oeste de Estados Unidos.
El cambio climático ha traído una grave sequía en Centroamérica y una crisis de falta de agua en el canal de Panamá. Lo anterior ha provocado serios cuellos de botella en esta ruta comercial, pues desde diciembre de 2023 el uso del canal se limitó a 31 barcos diarios donde los lugares se asignan mediante un sistema de subastas y la espera puede tomar hasta 10 días —con el consiguiente aumento en los costos de transporte—. Panamá ha planteado resolver esta situación mediante la construcción de un embalse para aumentar el nivel de agua en el canal, pero no es una solución de corto plazo. Al igual que en el caso del Mar Rojo, existe una alternativa muy larga y compleja: rodear el continente americano a través del Estrecho de Magallanes, muy cerca de la Antártida.
Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec
En este contexto y ante los graves obstáculos que atraviesa el comercio internacional, el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT), que conecta los puertos de Salina Cruz en Oaxaca (Océano Pacífico) y Coatzacoalcos en Veracruz (Golfo de México), se presenta como una alternativa muy interesante para detonar el crecimiento económico en los estados más pobres del país.
El CIIT consta de 308 km de vías férreas en un recorrido de seis horas (más tiempos de carga y descarga de mercancías en los puertos) por lo que presenta una situación competitiva frente a las ocho o diez horas que le toma a un buque recorrer el Canal de Panamá. El corredor tendrá además dos vías férreas adicionales para el transporte de mercancías que conectarán esa ruta principal con los puertos de Chiapas, Dos Bocas en Veracruz y el Tren Maya. Contempla también el transporte de pasajeros, pero su vocación principal serán las mercancías. En total serán 1,200 kilómetros de vías en diferentes rutas que cubren cuatro estados del sur y el sureste entre los más pobres del país (Veracruz, Oaxaca, Chiapas y Tabasco). Además de las líneas férreas, el corredor cuenta con carreteras, tres aeropuertos en Minatitlán (Veracruz) e Ixtepec y Huatulco (Oaxaca), así como un gasoducto y una red de fibra óptica.
En su recorrido, el CIIT contará con parques industriales orientados a los siguientes sectores: eléctrico y electrónico, semiconductores, automotriz, dispositivos médicos, farmacéutica, agroindustria, equipo de generación y distribución de energía eléctrica, maquinaria y equipo, tecnologías de la Información y la comunicación, metales y petroquímica. Así, el año pasado se anunció la licitación de diez Polos de Desarrollo para el Bienestar, que son las áreas geográficas delimitadas que cuentan con las condiciones para atraer inversión y potenciar capacidades productivas, para detonar el desarrollo económico y social en la región del Istmo de Tehuantepec. Cada concesión tendrá una duración de dos años, con posibilidad de extenderla otros cinco años, siempre y cuando haya inversión en el proyecto.
Además, la Secretaría de Hacienda alistó un paquete de beneficios fiscales para las empresas que quieran reubicarse en el CIIT, con el objetivo de atraer mayores inversiones en la región sursureste. Este paquete de beneficios fiscales, publicados en el Diario Oficial de la Federación el 1 de septiembre del 2023, cuenta con una tasa de descuento de ISR del 100% durante los primeros tres años, con posibilidad de extenderse por tres años más con una reducción entre el 50 y el 90 por ciento. Adicionalmente, habrá una exención del IVA en transacciones al interior de los polos y entre éstos, durante los primeros cuatro años. Otro beneficio será la depreciación acelerada durante los primeros seis años.
En diciembre de 2023, las licitaciones para cinco polos de desarrollo del CIIT fueron entregadas a las siguientes empresas:
– Mota Engil México, empresa portuguesa que ofrece diversos servicios de construcción y edificación. En 2022, la Secretaría de Marina le adjudicó un contrato de 12 mil millones de pesos para rehabilitar 310 kilómetros de vías férreas de la línea FA del Tren Interoceánico que va de Coatzacoalcos a Palenque.
-El grupo constructor Urcedic, empresa mexicana que se dedica a desarrollar proyectos de infraestructura pública.
-Proistmo, firma mexicana que destinará una inversión de 14 mil millones de pesos.
-Helax Istmo, empresa danesa, que desarrollará energías renovables en la región a partir de hidrógeno verde, un combustible para embarcaciones no contaminante. Se invertirán alrededor de 10 mil millones de dólares.