Cosechar o incendiar las pensiones

(RODRIGO PACHECO. SUMA DE NEGOCIOS) EXCÉLSIOR)

En un país con instituciones incipientes y con un Presidente que se muestra contrario a los entes autónomos del Estado, resulta previsible que las políticas públicas se orienten hacia un racional electoral, especialmente enfocado en el año de las elecciones presidenciales.

Desde esta perspectiva, no sorprende que el presidente Andrés Manuel López Obrador haya propuesto una reforma al sistema de pensiones, ya que ésta se convierte en un elemento clave de campaña para respaldar a su candidata. 

EXTRAÑA BATALLA

Resulta extraño que el Presidente López Obrador haya preferido “encender la pradera” del sistema de pensiones, en lugar de cosechar los frutos de la exitosa reforma en esa materia, implementada a finales de 2020.

Esta reforma logró que la tasa de reemplazo para los trabajadores se duplicara, permitiendo que su pensión alcance 70 por ciento de sus ingresos al jubilarse. 

DOBLE PROPÓSITO

La decisión del presidente López Obrador de impulsar una nueva reforma de pensiones, a pesar de no contar con los votos necesarios en el Congreso, parece obedecer a un doble propósito.

Primero, le permite inyectar una dinámica de referéndum a la campaña electoral, especialmente útil frente a una Claudia Sheinbaum poco carismática.

En segundo lugar, esta estrategia fuerza a las dos candidatas a definir su postura respecto a su propuesta, asegurando así que, en caso de ganar su candidata, habrá continuidad en sus políticas. 

IMPROVISACIÓN

Como ha sucedido en numerosas ocasiones, por ejemplo con la rifa del avión, la propuesta de adquisición de Citibanamex, la sustitución del PIB por otro indicador, la creación de la superfarmacia, entre otras ocurrencias, la propuesta de reforma al sistema de pensiones parece ser producto de la improvisación y no consultada con entidades clave como la Consar o Hacienda, ni con expertos en la materia.

Esto quedó evidenciado en las declaraciones recientes de López Obrador, quien afirmó: “Lo que vamos a hacer es un análisis, una corrida, para ver cuánto necesitamos. Y que el gobierno ayude, y que nos pongamos de acuerdo también con el sector privado”.

Es decir, primero se lanza la propuesta y luego se analiza su viabilidad financiera. 

INVIABLE

No se requiere de un análisis financiero detallado para entender que no es viable elevar la tasa de reemplazo de las pensiones al 100 por ciento para las 73 millones de cuentas gestionadas por las afores, cuyos activos ascienden a cinco billones 778 mil millones de pesos, representando 63 por ciento del presupuesto de egresos de 2024.

Aunque esta propuesta pueda parecer tácticamente positiva en el cálculo político, estratégicamente perjudica a su candidata, abriéndole un flanco de incertidumbre económica.

Cuando se le pregunte su opinión sobre la propuesta, se enfrentará a un dilema: romper con su antecesor, o generar una nube de incertidumbre económica.

Todo por la voluntad presidencial de incendiar una pradera de manera gratuita cuando pudo haber cosechado.