Costosos errores laborales, ayer y hoy

(RODRIGO PACHECO. SUMA CERO. EXCÉLSIOR)

Uno de los errores más graves de la clase política que hoy conforma la oposición, así como del sector privado, fue haberse aferrado a la ortodoxia económica que postulaba que aumentar el salario mínimo por encima de la inflación y sin relación con la productividad sería muy negativo para la economía. Antes de 2017, un buen amigo, director de uno de los grupos financieros más grandes del país, se dio cuenta de la falacia y decretó que nadie en su organización percibiría únicamente el salario mínimo; ello no tuvo repercusiones en el resultado financiero e, incluso, le permitió atraer mejor talento. La manufactura más competitiva tampoco pagaba el salario mínimo desde antes de 2017: la guerra por el talento lo hacía imposible. Sin embargo, los grandes empresarios preferían la inercia para mantener algunos puntos porcentuales de margen, una victoria pírrica cuyo costo terminaron pagando con creces.

DERROTA POLÍTICA

El estancamiento del salario mínimo fue acumulando un capital político enorme que aprovechó Morena. Aunque algunos, como Salomón Chertorivski y Gustavo de Hoyos, al frente de la Coparmex, dieron la batalla que permitió que en 2017 se desindexara el salario mínimo y se diera su primer aumento por encima de la inflación, ya era muy tarde. El ajuste fuerte se dio en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador y continúa con Claudia Sheinbaum, quien ayer anunció que el incremento para 2026 será de 13%, con lo que el salario mínimo ya acumula un aumento de 145 por ciento.

POLÍTICA SOCIAL

Como dice el presidente de la Coparmex, Juan José Sierra, los datos más recientes de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares demuestran que la mejor política social es un trabajo formal.

Los estados con menores niveles de informalidad laboral tuvieron los mayores incrementos en el ingreso promedio por hogar. Un buen ejemplo es Nuevo León, con un ingreso promedio 50% por encima de la media nacional y una informalidad laboral de 34%, muy por debajo del promedio nacional de 55%; entre 2022 y 2024, el ingreso promedio por hogar en esa entidad se incrementó 23 por ciento. En contraste, Chiapas tiene un ingreso promedio por hogar 47% por debajo de la media nacional, y entre 2022 y 2024 este disminuyó 6.7%; no sorprende que la informalidad laboral en dicha entidad sea de 77 por ciento.

EDUCACIÓN FALLIDA

Marisol García, del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), publicó un análisis revelador que concluye que para 2050 se formarán en el país 28.7 millones de personas en carreras de baja demanda laboral. Los datos muestran que la cobertura de educación superior todavía no se ha recuperado a niveles prepandémicos, y a ello se suma que, de acuerdo con la OCDE, siete de cada 10 estudiantes eligen carreras tradicionales como arquitectura o derecho, que apenas representan 9.5% del mercado laboral.

Al mismo tiempo, de acuerdo con Manpower, siete de cada diez empleadores en México reportan dificultades para cubrir vacantes. El desafío no sólo radica en las carreras en sí, porque aun las carreras STEM deben ser de alta calidad y sus programas de estudio requieren constante adaptación. Por ejemplo, un ingeniero en sistemas que comenzó a estudiar en 2020 habrá descubierto que algunas de sus habilidades quedaron obsoletas a partir de 2023 con la rápida evolución de los modelos multimodales de inteligencia artificial generativa. Una opción laboral son las carreras técnicas que tienen mayor capacidad de adaptación y, en ese escenario, Valeria Moy, directora general del Imco, apunta otro problema: en 2005 había 4.1 un millones estudiantes de carreras técnicas, para 2024 el número bajó a 3.4 millones, mientras que el número de estudiantes de licenciatura creció 2.4 veces.

Qué bueno que se aumentó el salario mínimo y que se va a reducir la jornada laboral de aquí a 2030, ¿pero cuáles son los incentivos para bajar la informalidad del 55% actual? ¿Cuál es el plan educativo de cara a uno de los momentos más desafiantes para la educación y el entorno laboral?