¿De qué tamaño es el déficit de empleo?

(VICTOR PIZ. EL FINANCIERO)

El mercado laboral en México sigue mostrando señales de enfriamiento, como lo reflejan el decremento en la población ocupada, el alza en la informalidad laboral y la menor tasa de participación, entre otros indicadores.

El INEGI reportó que en agosto pasado la población ocupada en el país alcanzó los 59.5 millones de personas, de las cuales 32.6 millones están en la informalidad laboral, 201 mil más que un año antes.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), la tasa de informalidad en el octavo mes del año fue de 54.8 por ciento de la población ocupada, superior a la de 54.3 por ciento del mismo mes de 2024.

Mientras la tasa de informalidad laboral urbana fue de 43.6 por ciento, en las áreas menos urbanizadas del país –localidades con menos de 100 mil habitantes– llegó a 68 por ciento.

Por su parte, la formalidad no avanza de los 27 millones de personas. Las personas ocupadas en la formalidad durante agosto fueron 26.9 millones, 402 mil menos que en igual mes de 2024.

A nivel nacional, en agosto de 2025 la población desocupada fue de 1.8 millones de personas, 73 mil menos que un año antes, según los registros del INEGI.

La tasa de desocupación nacional fue de 2.9 por ciento de la PEA, nivel inferior al 3 por ciento de 12 meses antes. Esta reducción no fue impulsada por la formalidad laboral.

Lo que se desprende de la ENOE es que se debió, más bien, a que las personas desocupadas consideran que tienen menos posibilidades de encontrar empleo respecto al año anterior.

Como se indicó al inicio, la población ocupada en el país se ubicó en 59.5 millones de personas. Al comparar con la de agosto de 2024, se registró un decremento de 201 mil personas ocupadas, el mayor revés anual desde febrero pasado.

El empleo en el sector agropecuario registró una fuerte caída de 524 mil ocupaciones, su peor pérdida desde abril de 2024, seguido de la construcción con 105 mil menos.

En contraste, los sectores con mayores aumentos anuales fueron transporte, comunicaciones, correo y almacenamiento con 303 mil, así como el comercio con 163 mil.

Según sexo, la ocupación de mujeres fue de 24.3 millones y la de hombres, de 35.2 millones; esto es, un aumento anual en ellas de 41 mil y una caída en ellos de 242 mil.

Con la suma de ocupados y desocupados, la Población Económicamente Activa en el país ascendió a 61.3 millones de personas, lo que significó una disminución de 274 mil personas contra agosto de 2024.

De acuerdo con un análisis de la Dirección de Estudios Económicos de Grupo Coppel, esas 274 mil personas que perdieron su empleo o no lo tenían previamente, dejaron de buscarlo.

Esto contribuyó a que la tasa de participación económica –porcentaje de la población con trabajo, o que no tuvo, pero estaba en la búsqueda activa de uno– bajara a 58.8 por ciento, su menor nivel en seis meses, desde 60.2 por ciento hace un año.

Por el contrario, la Población No Económicamente Activa (PNEA) incrementó a 42.9 millones desde 40.7 millones en agosto de 2024.

“Este resultado –el aumento de la PNEA– sólo muestra el acomodo de las preferencias de las personas para laborar o no”, consideran los analistas de Coppel.

Dentro de la PNEA, la población disponible, que se compone por las personas que no buscaron trabajo, pero aceptarían uno si se les ofreciera, representó en agosto de este año a 5.5 millones de personas, unas 48 mil más que un año antes.

La población no disponible es de 37.4 millones, 2.1 millones más que en el octavo mes de 2024.

Respecto a la tasa de subocupación, que es el porcentaje de población ocupada que a pesar de tener un empleo está dispuesta a trabajar más horas en su ocupación actual o tomar un empleo adicional, en el último año mostró una reducción hasta ubicarse en 7.1 por ciento en agosto.

Sin embargo, en esa condición aún están 4.2 millones de personas.

Al sumar en el análisis a la tasa de desocupación con la de subocupación, se tiene que 10 de cada 100 personas –10 por ciento– que participan en el mercado laboral nacional están desempleadas o tienen la necesidad de trabajar más horas para obtener un mayor ingreso.

En términos absolutos son 6 millones de personas. De ese tamaño es el déficit global de empleo en México, cuyo mercado laboral está dando muestras de deterioro a tono con el relativo estancamiento de la economía