(AFP)
Se llama SET 50F y es el primer maniquí femenino de pruebas de choque en el mundo. Pensado por una ingeniera sueca siguiendo el modelo de una “mujer tipo”, debe ayudar a diseñar asientos que protejan mejor a las mujeres.
La legislación en el mundo automovilístico sólo impone pruebas con maniquíes tradicionales de proporciones masculinas, modelo heredado de los años 1970.
Sin embargo las estadísticas muestran que las mujeres están más expuestas en caso de accidente.
Atado a un sillón, el SET 50F es lanzado a 16 kilómetros por hora sobre un carril metálico en un centro de pruebas de Linköping, al sur de Estocolmo, antes de detenerse estrepitosamente.
Una pantalla transmite a cámara lenta las imágenes en el momento del choque, dejando aparecer la forma de un pecho.
Único en su género, este “dispositivo antropomorfo de prueba” toma como modelo a una mujer y fue elaborado por Astrid Linder, ingeniera del Instituto Sueco de Investigación sobre la Seguridad de los Transportes (VTI).
“Los músculos del cuello son generalmente más débiles en una mujer”, precisa Tommy Petterson, uno de sus colegas en el VTI, señalando con el dedo la nuca de la silueta deformada por el impacto.
“Si se compara con un modelo masculino, se ve que el cuello es más flexible”, añade.
Probado desde finales de 2022 en Suecia, este prototipo compuesto de caucho, metales y plástico está equipado con 24 sensores y mide 1.62 metros por 62 kilogramos, es decir 15 centímetros y 15 kilogramos menos que en un modelo masculino clásico.
Sus hombros también son más estrechos y sus caderas más anchas. Estas medidas y un centro de gravedad más bajo desempeñan un papel importante en la evaluación de los riesgos que corren las mujeres en automóvil.
“En cuanto a las lesiones que no son mortales, pero que pueden ser fuente de discapacidad, las estadísticas muestran que el factor que siempre es determinante es la diferencia entre hombres y mujeres”, subraya Linder.
“El sufrimiento resultante puede durar toda la vida, así que es fundamental determinar cómo se protege a todos”, destaca.
Según un estudio de 2019 de la universidad de Virginia en Estados Unidos, las mujeres tienen 73 por ciento más de probabilidades que los hombres de resultar heridas en un choque frontal.
Además, tienen el doble de probabilidades de sufrir esguinces cervicales en caso de accidente, debido a la morfología de su cuello y al soporte ofrecido por la silla.
Desarrollada gracias a las subvenciones de la Comisión Europea, esta modelo femenina de prueba de choque ya es utilizada por algunos fabricantes, como Volvo en Suecia, pero nada en las regulaciones internacionales lo impone.
“De acuerdo con el estándar mínimo requerido para la venta de un coche, se estipula que se debe utilizar el modelo de un hombre promedio para todas las pruebas”, señala Linder, quien también enseña ingeniería automotriz.
Fue galardonada con un premio en 2023 que distingue a las mujeres que impulsan el sector del automóvil, pero el mercado aún no está a la altura.
“Durante mucho tiempo eran los hombres que conducían”, recuerda Emily Thomas, directora del servicio dedicado a las pruebas de automóviles en el organismo estadounidense Consumer Reports, una organización independiente sin ánimo de lucro que representa a los consumidores.
“La cultura evolucionó pero lamentablemente no las normas de seguridad”, lamenta.