BRAULIO CARBAJAL. LA JORNADA
Desde 1994, cuando arrancó el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), hoy actualizado como T-MEC, México registra un dramático
deterioro en su capacidad para producir sus propios alimentos, revela el Institute for Agriculture and Trade Policy (IATP), organismo internacional sin fines de lucro con sede en Minnesota, Estados Unidos.
El documento publicado hace unos días por el investigador Timothy A. Wise indica que a lo largo del tratado, Estados Unidos ha exportado alimentos a precios inferiores a lo que costaba producirlos, una definición de la práctica comercial desleal conocida como dumping.
Según los datos recopilados por el autor, en por lo menos 16 de los 28 años transcurridos hasta 2022 del acuerdo comercial (incluyendo el T-MEC), Estados Unidos exportó maíz, soya, trigo, arroz y algodón a precios entre 5 y 40 por ciento inferiores a lo que costaba producirlos, porcentajes que dan cuenta de un dumping sistemático.
Con la entrada en vigor del TLCAN en 1994, negociado por el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, se eliminaron la mayoría de las restricciones comerciales que México había utilizado durante décadas para proteger a sus agricultores de la competencia extranjera, principalmente de productores de Estados Unidos subsidiados por su gobierno.
A. Wise explica que con el aumento de los volúmenes de exportación de cultivos alimentarios claves a partir del tratado comercial, los productores mexicanos de estos cultivos vieron caer precipitadamente los precios. La competencia extranjera y los bajos precios mermaron la producción nacional de México, lo que provocó un aumento constante de la dependencia del país de los alimentos importados.
Antes del acuerdo con EU y Canadá, México era casi autosuficiente en maíz: importaba sólo 7 por ciento para cubrir la totalidad de la demanda de familias y empresas.
No obstante, esta cifra aumentó a 30 por ciento entre 2006 y 2008 como consecuencia, según remarca el informe, del diluvio de importaciones baratas, mientras al cierre de 2022 se situó en 38 por ciento.
Al trigo le ha ido aún peor, con una dependencia de las importaciones, principalmente desde EU, que ha pasado de 18 por ciento antes del TLCAN a 66 por ciento actual. Según cifras oficiales, actualmente México importa 48 por ciento de su consumo de cereales y oleaginosas, y sólo produce 52 por ciento.
Señala que las exportaciones estadunidenses a México han seguido aumentando en los 12 años recientes, no a las tasas exponenciales inmediatamente posteriores al inicio del tratado, pero en general más rápido de lo que ha crecido la producción mexicana.