EE UU y China reanudan el diálogo militar tras 16 meses de parón en las comunicaciones

(IKER SEISDEDOS. EL PAÍS)

Una videollamada sirvió el jueves para devolver algo de normalidad a las tensas relaciones entre China y Estados Unidos. A un lado de la llamada, el general de la fuerza aérea americana, CQ Brown Jr., jefe del Estado Mayor. Al otro, Liu Zhenli, general de Ejército de Liberación Popular y presidente de la Comisión Militar Central de China. Con esa conversación, ambos oficiales de alto rango pusieron fin a un parón de 16 meses en las comunicaciones militares entre las dos potencias, que quedaron interrumpidas en agosto de 2022. Fue Pekín la que suspendió los contactos en respuesta a la visita a Taiwán de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, tercera autoridad del país norteamericano.

Los dos generales trataron, según el Pentágono, que no dio demasiados detalles sobre el fondo de la conversación, “asuntos de seguridad de interés global y regional”. En un breve comunicado, difundido tras la llamada, que tuvo lugar a las 6:30, hora local de Washington, se cuenta únicamente que “el general Brown discutió la importancia de trabajar juntos para gestionar responsablemente la competencia, evitar errores de cálculo y mantener líneas de comunicación abiertas y directas”. El texto también afirma que el representante estadounidense “reiteró la importancia de que el Ejército Popular de Liberación entable un diálogo sustantivo para reducir la probabilidad de malentendidos”.

La vuelta a la senda del diálogo llega un mes después de la cumbre anual del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC), celebrada en noviembre en San Francisco, en cuyo marco hubo lugar para un encuentro bilateral entre los presidentes de Estados Unidos, Joe Biden, y China, Xi Jing Ping.

El acuerdo para reanudar los contactos se fraguó tras cuatro horas de reuniones en una mansión de las afueras de la ciudad californiana. Allí, Xi y Biden pactaron, además de retomar el diálogo militar, cooperar en la lucha contra la crisis de fentanilo y mantener abiertas las líneas de contacto para evitar que la rivalidad de los dos gigantes “derive en confrontación”. El espinoso asunto de Taiwán, que, según Biden, se tocó de un modo “franco”, quedó fuera de la retomada voluntad de entendimiento.

La llegada de Biden a la Casa Blanca pareció que inauguraría una nueva era en las relaciones entre ambas potencias, a la deriva desde que la Administración del entonces presidente Donald Trump y Pekín impusieron aranceles a decenas de miles de millones de dólares de productos de sus respectivos países en 2018.

El incidente diplomático del globo chino que atravesó Estados Unidos en febrero pasado en un sobrevuelo que fue retransmitido en directo casi al minuto supuso uno de los puntos más bajos en las maltrechas relaciones diplomáticas. La reunión de San Francisco y la videollamada de este jueves son los intentos de devolver al cauce de las buenas intenciones la agenda bilateral de mayor influencia en el tablero global.

Nunca desde 1997, cuando viajó el entonces presidente de la Cámara de Representantes, Newt Gingrich, un político del rango de Pelosi había visitado Taiwán. China lo interpretó como una provocación y aumentó sus maniobras militares en la zona. Disparó misiles sobre Taiwán y, en un franco desafío, hacia la zona económica exclusiva de Japón.

El Pentágono también ha denunciado un aumento de incidentes “peligrosos” con aviones y buques de guerra chinos. En octubre pasado, el Departamento de Defensa publicó imágenes de video de algunas de las más de 180 interceptaciones de aviones de combate estadounidenses por parte de aviones chinos que ocurrieron en los últimos dos años, más que el número total de la década anterior.

El jefe del Estado Mayor de Estados Unidos, CQ Brown, Jr., en mayo de 2023 en la Casa Blanca. SUSAN WALSH (APN)

Iker Seisdedos

Es corresponsal de EL PAÍS en Washington. Licenciado en Derecho Económico por la Universidad de Deusto y máster de Periodismo UAM / EL PAÍS, trabaja en el diario desde 2004, casi siempre vinculado al área cultural. Tras su paso por las secciones El Viajero, Tentaciones y El País Semanal, ha sido redactor jefe de Domingo, Ideas, Cultura y Babelia.