(KARINA SUÁREZ. EL PAÍS)
La Administración de Claudia Sheinbaum ha dado el banderazo de salida al plan de reestructura financiera y fiscal de Pemex, la petrolera más endeudada del mundo. La Secretaría de Hacienda y la banca de desarrollo, a través de Banobras, darán un nuevo espaldarazo a la petrolera con una estrategia en la que también participará la banca privada. El Gobierno ha creado un vehículo de inversión por 250.000 millones de pesos destinado exclusivamente a proyectos estratégicos de Pemex y al pago de proveedores. Este instrumento contará con garantía del Gobierno federal, lo que permitirá reducir el costo del financiamiento. La banca de desarrollo pretende financiar, al menos, la mitad de esta bolsa y el resto contará con la participación de la banca privada y de inversionistas. “Para 2027, Pemex no va a necesitar apoyo de la Secretaría de Hacienda, porque en 2025 y 2026 Pemex tiene que pagar amortizaciones de su deuda muy altas, intereses, entonces va a requerir del apoyo, pero para 2027, gracias a todo el trabajo que ha hecho la Secretaría de Hacienda, Pemex ya no va a requerir apoyo“, afirmó la mandataria este miércoles en su conferencia matutina.
La secretaria de Energía, Luz Elena González, hizo hincapié en las metas de este ambicioso plan: el recorte de la deuda de la petrolera, acceso a nuevas fuentes de financiamiento, así como elevar la extracción de crudo y la producción de gasolinas. “La estrategia financiera que ya fue presentada, detallada a cabalidad por el Secretario, tiene el propósito de capitalizar a la empresa en el largo plazo”, mencionó. La funcionaria federal indicó que en este mandato el desafío es construir una modelo energético que combine soberanía y competitividad, un esquema en el que Pemex tendrá un papel central. La hoja de ruta de esta Administración busca que Pemex financie sus propios gastos operativos a partir de 2027 y que se busca que reduzca su deuda a 77.300 millones de dólares para 2030.
El director de Pemex, Víctor Rodríguez Padilla, aseguró que con este plan bajo el brazo la paraestatal conseguirá la meta de producir 1,8 millones de barriles diarios de crudo, una cifra aún lejana respecto a los 1,6 millones de barriles que extrae actualmente. En esta línea, dijo, se desarrollarán los yacimientos en el Golfo de México, y se reactivarán otros con potencial, que representan entre el 93% y 95% de la producción nacional. Arropado por banqueros y empresas contratistas convocados en las oficinas de la Secretaría de Energía (Sener) de Ciudad de México, Rodríguez Padilla, abundó en las prioridades operativas de la petrolera para la próxima década.
La cirugía mayor a Pemex pasará, también, por la apertura de proyectos mixtos. Según Energía, hay 21 proyectos en cartera para desarrollar en sociedad con los privados. Esta Administración ha prometido el despegue de grandes yacimientos como Trion y Zama. Al detallar la estrategia, el director de Pemex defendió la producción nacional de gasolinas, pese a las recientes pérdidas en esta línea de negocio. “Nosotros ganamos refinando gasolinas y vendiendo gasolinas”, zanjó.
Este plan fiscal y de financiamiento se suma a la reciente emisión de deuda por 12.000 millones de dólares, mediante un sofisticado instrumento financiero de la Secretaría de Hacienda. La operación se llevó a cabo a través del vehículo de inversión Eagle Funding LuxCo. Durante el proceso de colocación de las notas precapitalizadas, se recibió una demanda total de 23.400 millones de dólares, proveniente de 295 inversionistas institucionales a nivel global, lo que representa casi el doble del monto finalmente asignado. Los recursos obtenidos serán utilizados para adquirir bonos del Tesoro de Estados Unidos y el valor de esos bonos se le dará a Pemex para que cubra con los vencimientos de financiamiento a corto plazo.
Las notas precapitalizadas son un mecanismo para financiar deuda que se quedará fuera del balance de Pemex hasta que lo requiera, dándole un mayor margen de maniobra a la petrolera. Con este andamiaje, la firma logró obtener deuda en dólares a una tasa mucho más competitiva que si la hubiese emitido directamente. Tras esta operación, Fitch Ratings elevó la calificación de Pemex dos niveles, llevándola a “BB”, con perspectiva estable. “El vínculo entre Pemex y el soberano se ha fortalecido, lo que respalda una calificación más alta para la compañía”, indicó la agencia.
Con este plan, Sheinbaum busca aliviar la presión financiera asfixiada en deudas financieras y con proveedores. A la fecha, la deuda global de la petrolera asciende a 98.800 millones de dólares. Los vencimientos para los próximos dos años ascienden a 23.800 millones de dólares. Además, la firma suma 20.000 millones de dólares a sus empresas contratistas. Las empresas proveedoras de la petrolera, principalmente en el sureste del país, han acusado recientemente que se encuentran al filo del colapso frente a los numerosos y reiterados impagos de la paraestatal.
El secretario de Hacienda, Édgar Amador Zamora, detalló en un evento posterior en la Sener, la pertinencia de las distintas acciones financieras a favor de Pemex, desde la emisión de deuda hasta la consolidación fiscal a través de un solo impuesto del 30%. “La estrategia considera disciplina en los gastos y mejorar la rentabilidad de nuevas inversiones tanto públicas como mixtas y de una reestructura de filiales, estas medidas preparan el camino para recuperar el grado de inversión para la empresa. Los frutos de esta estrategia se verán pronto, Queremos que Pemex siga creciendo sin hipotecar su futuro”, declaró.
El Gobierno ha realizado desde hace tiempo inyecciones de capital a Pemex para ayudarle al pago de amortizaciones de deuda. Al segundo trimestre, esas aportaciones sumaron 94.500 millones de pesos, indicó la empresa en su reporte. La petrolera estatal informó que pagó 230.000 millones de pesos a proveedores y contratistas en el primer semestre del año. Además, la Administración federal también anunció que en el próximo presupuesto incluirá, de nuevo, una línea presupuestaria directa a Pemex.
Pemex atraviesa por un momento crítico en el ramo financiero y operativo. La petrolera extrajo en junio, junto a sus socios, un promedio de 1,6 millones de barriles diarios de crudo durante el segundo trimestre del año, lo que supone una disminución de 8,6%, en comparación al mismo periodo de 2024. La caída fue atribuida al declive de los campos marinos y terrestres, a los retrasos en la terminación de pozos y a menores rendimientos en algunos yacimientos. El procesamiento de crudo alcanzó 987.000 barriles diarios, un incremento de 11% respecto al mismo periodo del año previo. Esta alza se sustenta en la operación de la refinería Dos Bocas, así como en el resto de los complejos de refinación.
