(NOÉ ZAVALETA. MILENIO DIARIO
DOMINGA.– Nazario Moreno no lo podía creer. Es un pequeño productor con apenas diez vacas y un par de becerros, en una parcela en lo alto del monte. Llegar requiere hacerlo a pie y con esfuerzo. Su ranchería está en una zona ganadera del municipio de Playa Vicente, Veracruz. Dice que, en apenas diez días, La Blanca ha logrado cauterizar sus heridas venciendo al gusano barrenador.
Es un domingo de julio. Todo el mundo está de fiesta. Hay una cabalgata para celebrar los 15 años de la hija del cacique pudiente del pueblo Arroyo Dehesa. Pero para Nazario la celebración es distinta. Acaba de bajar de su parcela, viene en huaraches y con la camisa rota, se limpia con un pañuelo el sudor. Fue a hacerle la curación a su vaca víctima de la plaga.
Dice que en la parte izquierda de su cadera y la parte alta de la espalda, la larva ya había carcomido gran parte del tejido. La herida era un pedazo de carne devorado. Con abundante sangrado ya emanaba olores desagradables y se veía a una decena de gusanos vivos asomándose de la carne del rumiante.
El gusano barrenador se transmite a través de la mosca Cochliomyia hominivorax, que deposita sus huevos en heridas abiertas de animales | Noé Zavaleta
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Un par de moscas azuladas de cabecita colorada copulan en estos campos ganaderos y agrícolas del sur de Veracruz. La mosca deposita unos 300 huevecillos en vacas, toros, borregos, caballos y hasta marranos que tienen la coincidencia de tener heridas abiertas, y éstos se convertirán en larvas depredadoras del ganado.
Una vez que han “carcomido” lo suficiente a su víctima, hasta casi asomar tejido de la piel, “se avientan” y se entierran para iniciar su metamorfosis. En Mozomboa, una localidad de Actopan, dicen que el gusano barrenador ya dañó mazorcas y cultivos cañeros. Unos 20 días después, se convierte en una mosca que revolotea en busca de su proceso de reproducción en un nuevo vertebrado con heridas abiertas. Heridas que una vaca, puerco o becerro pueden tener por pleitos en el corral, al momento de pastar, al lesionarse con una piedra o árbol.
Esto no es un guion de terror pero se le parece demasiado. Está ocurriendo con frecuencia en los campos ganaderos de Chiapas, Tabasco, Veracruz, Oaxaca y se ha expandido hacia el sureste. El gusano barrenador está sembrando miedo entre ganaderos, pequeños productores y acopiadores de reses, ellos acusan recelo en las cifras oficiales.
Las sagradas escrituras relatan que de las diez plagas que azotaron a Egipto, como ejemplo de justicia divina, la cuarta fue una plaga de moscas. Algo así ocurre con este gusano que ya nos metió en broncas con Estados Unidos, pues por ahora ninguna vaca, caballo o bisonte criado en México puede cruzar la frontera, esto tiene parada la economía ganadera en Veracruz.
De acuerdo con testimonios recopilados por DOMINGA, el gusano barrenador ya causa pérdidas económicas millonarias, preocupación y zozobra en municipios como Playa Vicente, Villa Isla, Acayucan, Minatitlán, Las Choapas, Santiago Sochiapan, Cosoleacaque y Sayula de Alemán. Incluso en municipios colindantes con Oaxaca. Ganaderos admiten la presencia silenciosa de la mosca que origina el Cochliomyia hominivorax, el gusano barrenador.
El veto de Estados Unidos por miedo al gusano barrenador
En el tenso vaivén entre Donald Trump y Claudia Sheinbaum, el 9 de julio la Secretaria de Agricultura estadounidense anunció la “clausura inmediata” de la entrada de reses, bisontes y caballos mexicanos. Una cuarentena obligada, tras detectarse un nuevo caso en Ixhuatlan de Madero en la Huasteca, en una región donde se espera que este año medio millón de reses habrán de ser vacunados.
La especie también causa miasis en humanos, que implica la infestación de heridas o tejidos corporales por estas larvas | Noé Zavaleta
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“Debemos ver progresos adicionales en la lucha contra el gusano barrenador en Veracruz y en otros estados mexicanos cercanos para poder reabrir los puertos ganaderos a lo largo de la frontera sur”, insistió Rollins.
Desde Xalapa, la gobernadora Rocío Nahle García citó a su gabinete agropecuario para prometer 500 mil vacunas. Incluso desdeñó la presencia del gusano en el sur del estado y concentró los esfuerzos de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Rural y Pesca (Sedarpa) del río Papaloapan hacía el norte. En pocas palabras, se olvidó del sur de Veracruz. Y ahí, la economía se sostiene de tres divisas principales: la ganadería, la industria petrolera y la delincuencia organizada con su mercado negro de tráfico de drogas y trata de migrantes.
“En la zona del río Papaloapan hasta Pánuco tenemos que hacer más de 500 mil vacunas a animales. Ya estamos vacunando sobre brucelosis y todo lo que es sanidad animal […]. Son 580 mil reses que nos dieron de patrón, es la meta en lo que resta de aquí hasta diciembre”, expuso la gobernadora.
La entrada del gusano barrenador viene de Centroamérica. El primer caso de esta larva se presentó en noviembre de 2024 en Chiapas. La noticia se empezó a propagar con poca seriedad, como cuando caen algunas plagas de roya en la soja –y que daña la evolución del cultivo– o la de hongos en el grano de café, pensaban que era algo que con un herbicida común y corriente quedaría extirpado y no fue así. El gusano barrenador entró con fuerza por el sur.
Desde ahí, el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria entró en alerta y tomó acciones prioritarias para erradicar el gusano. Eso dijo el titular de Sedarpa, Rodrigo Calderón Salas, en una rueda de prensa en julio pasado. Sin embargo, los ganaderos veracruzanos tienen otros datos: acusan abandono y desolación de las autoridades agropecuarias, so pretexto de la austeridad veracruzana. “Ya estamos trabajando en los puntos de verificación […]. El ganado entrará en fase de baño”, dice refiriéndose a químicos especiales.
Una especie de Raid matabichos agropecuario revuelto con agua que será habilitado en módulos y estaciones en donde cada vaca, becerro, marrano será bañado con manguera a presión. Los más agraciados serán sumergidos en una especie de alberca de desinsectación.
Desde marzo pasado, autoridades veracruzanas tomaron los puntos de verificación que establecerán para el tema del control fitosanitario y el “baño mágico” del hato ganadero. A la fecha no ha llegado ni uno, ni otro.
El patrimonio de los ganaderos de Veracruz está en juego
“Para mi lo del gusano es algo nuevo”, dice Nazario Moreno. El gusano y la mosca que lo producen ya había llegado antes, pero eran casos aislados y en ranchos con hatos de 500 y hasta mil 500 cabezas de ganado, que a la menor sospecha optaban por el silencio y el sacrificio del animal. Nazario rememora el día que vio a una de sus diez vacas infectadas, recuerda cómo fueron los días de angustia, de revisar escrupulosamente a sus otras vacas para verificar que el gusano no se hubiese propagado. El patrimonio estaba en riesgo.
“Vi a mi vaca ya herida, ensangrentada. Lo primero que hice fue reportarlo a la [asociación] ganadera. Me mandaron un veterinario. Le sacamos cómo diez gusanos, le metí un spray que tenía insecticida y cicatrizante, y luego-luego vi cómo el gusano venía para afuera. A los gusanos, unos vivos y otros muertos, los molimos con madera y ya muertos los quemamos”, dice.
Una herida con infestación de gusano barrenador se caracteriza por ser grande, supurante y con un olor desagradable | Noé Zavala
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Fueron diez días fragorosos, Nazario curó la herida de su vaca La Blanca, antes de que subiera el veterinario a lo más alto de Arroyo Dehesa. Lavó con agua oxigenada la piel ensangrentada del animal, le untó Merthiolate, ya luego vino el aerosol y con instrumentos quirúrgicos extirpó los gusanos muertos dentro de la vaca. Fue cómo cuidar a uno de los suyos que acaba de ser mordido por un animal venenoso en la parte más inaccesible de la montaña.
Otros ganaderos, con los que conversé en julio, mientras las noticias nacionales hablaban de las medidas de prevención, aquí en la trinchera de combate empezaron a aplicar Ivermectina en las reses infectadas, dosis de 200 microgramos para causar la mortalidad de larvas del gusano barrenador. La Ivermectina ha dado efectos positivos, me dicen los ganaderos. El mérito fue de los veterinarios de la zona, quienes se brincaron a las autoridades agropecuarias de Veracruz y Oaxaca.
“Soy un pequeño productor. Tengo diez vacas, cada res vale 20 mil pesos, pierdo una, imagínese lo qué pierdo. Ora si el gusano se seguía propagando y tengo que sacrificar a algunas de mis vacas. Se me viene el mundo abajo”, insiste Nazario.
En las parcelas ganaderas de Villa Isla, Acayucan, Playa Vicente, existe una preocupación constante por “la pinche mosca”, cómo se refieren a la Cochliomyia hominivorax, el insecto que produce el gusano barrenador.
Economía del ganado se refleja en la economía del peluquero y el taxista
José Manuel Vázquez es acopiador, compra reses a pequeños o grandes productores de vacas y becerros y los vende hacía el norte del país o incluso al extranjero. Antes del gusano barrenador, José Manuel sacaba cuatro o cinco jaulas por semana (cada jaula tiene 70 vacas aproximadamente), con la llegada del gusano apenas saca una por semana:
“Y la semana pasada no saqué ninguna. Estamos esperando lo del baño –ya una exigencia sanitaria para certificar– para sanidad del ganado. Llevamos mes y medio. Va para dos meses que estamos listos y no llega. Necesitamos el baño porque no podemos exportar el ganado. Si no tenemos ese baño, si queremos certificar, tenemos que viajar a otro lado”.
Para certificar su ganado en otras regiones, implica gastos de gasolina y peaje, pérdida de peso –un día entero el ganado no pasta–, el hacinamiento de jaulas y exponerse en las carreteras al crimen organizado que se aprovecharía de la situación. José Manuel dice que a las autoridades les ha costado entender eso.
“A quienes nos compran el ganado no les conviene, por la merma, se lastima el ganado. Porque no hay corrales de descanso para el ganado”. En términos financieros, cada jaula de ganado vale hasta dos millones de pesos, dependiendo del peso. Esas jaulas, hoy están paradas por la crisis sanitaria del gusano barrenador.
“Hablan de patrullas sanitarias desde Xalapa, pero creo que eso se quedó en el discurso, acá no hemos visto nada. Incluso quienes cuidan que lleven su papeleo en orden o certificado [sanitario] y el arete [folió numérico], es la policía municipal. Aquí hay mucho ganado que sale de Tuxtepec, Oaxaca, y lo traen a vender acá”.
La inanición del sur de Veracruz tiene parada a la economía de la región. Algunos acopiadores sobreviven de sus otros giros, como las modestas carnicerías o taquerías u otro tipo de comercios. Los pequeños productores optaron por malbaratar su ganado a caciques ganaderos. El animal infectado, una vez sacrificado, se puede comer: ni el gusano ni sus larvas sobreviven a la cocción. “No hay problema para consumir la carne, siempre y cuando se cocine de manera adecuada”, asegura Felipe Sánchez Carrillo, académico del ITESO.
Los ganaderos entrevistados dicen que esto afecta al peluquero, a las verdulerías, a los taxistas y vendedores de insumos. En los puntos limítrofes de Veracruz y Oaxaca, 85% del dinero que circula en la región viene de la ganadería.
El gusano barrenador del ganado es una especie de mosca de la familia Caliphoridae | Gobierno de México
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En Acayucan y Coatzacoalcos –cuna política de la gobernadora Nahle– ningún líder de la asociación ganadera quiso hablar con DOMINGA, el temor a una represalia es la constante, apunta un ganadero que viste botas piel de serpiente, cinturón piteado de hebilla y bigote tupido a lo Joan Sebastián.
Observaciones de los gringos
Semanas antes del veto gringo al ganado nacional, Humberto Amador Zaragoza, exsubsecretario de Ganadería y Pesca en la gestión local de Cuitláhuac García, hizo énfasis –desde su cuenta de TikTok– que la corrupción cundía en los entes reguladores de las decisiones ganaderas que se toman en el país, lo que traía un descontrol y tráfico en los aretes del ganado, algo así como el INE o CURP de las vacas, becerros y bisontes. Por lo que en ocasiones aparecían animales que venían de otro estado o incluso de otro país.
Es decir, vienen de Centroamérica con “coyotes”, traficantes de vacas, caballos y becerros, a un costo mucho menor, pero con cero controles sanitarios y cero regulaciones de enfermedades “infectando” al ganado local. Esto último es narrado por ganaderos veracruzanos que prefirieron el anonimato.
La única forma de tratar la infestación por el gusano barrenador es extraer físicamente las larvas del tejido infestado | Noé Zavala
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El exsubsecretario Amador Zaragoza hace énfasis en modificar la Ley Ganadera, ahora es el gusano barrenador pero también hay otras enfermedades como la tuberculosis y brucelosis, la cual puede repercutir en el ser humano que la consume. En el caso del gusano barrenador, según autoridades, aunque las larvas llegaran a colarse en una res y está siguiera su ciclo hasta llegar en un filete miñón, no perjudica la salud humana, al momento de cocción –parrilla, horno, leña o cazuela– la larva acabaría derretida por las altas temperaturas. Se han registrado casos de miasis en humanos pero por contacto cercano con animales infectados, todavía ni uno en el sur de Veracruz.
De mientras, esta mosca tiene aterrorizado a los campos. Veo que Nazario ha terminado de curar a su vaca. Su hijo ya se fue en caballo a la cabalgata. En Arroyo Dehesa huele a mixiote de borrego y a cueritos de cerdo con vinagre. El sol cae a plomo. Un vecino corre presuroso a la tienda del pueblo, el sonido inconfundible de los envases de cerveza es música para los oídos: Entrevistado y entrevistador, ambos rogamos a Dios, para que la pinche mosca no vuelva a causar estragos por aquí.
https://www.milenio.com/comunidad/asi-paraliza-el-gusano-barrenador-a-ganaderos-de-veracruz




