Lamenta Juncal Alzugaray (Bilbao, 41 años) el sesgo masculinizado que existe en la medicina. Y pone de ejemplo la selección de las cobayas. “La experimentación con animales se hace en los laboratorios con ejemplares macho, porque los propios investigadores dicen que las hembras son más difíciles porque son cíclicas”, explica esta fisioterapeuta vasca experta en suelo pélvico. “Y ese sesgo”, añade, “también influye en cómo se enseña anatomía”. Alzugaray aprovechó el parón que supuso la pandemia de covid en 2020 para dar una vuelta al asunto y crear una herramienta que, por extraño que parezca, no existía ni en España ni en el resto del mundo. “Le pedí a una amiga de Estados Unidos si podía buscar allí y tampoco la encontró. Me sorprendió bastante, pero bueno, me dije: ‘Pues si no existe, vamos a crearlo”, recuerda. Y se puso manos a la obra para fabricar, en pleno siglo XXI, un pionero modelo anatómico hiperrealista de una vagina.
Fabricado con silicona y foam, para acercarse lo más posible al tacto real, en un estudio de Barcelona dedicado al maquillaje y los efectos especiales, Alooa, como se llama este prototipo (un juego entre alua, vagina en euskera, y aloha, hola en hawaiano), se está convirtiendo poco a poco en una herramienta muy útil tanto en la enseñanza como para el trabajo de los médicos y otros profesionales del ámbito de la salud. A diferencia de las réplicas que se utilizaban hasta ahora (“cosas hechas a ganchillo o de tela, que infantilizan mucho la genitalidad de las mujeres, o moldes de vulvas de actrices porno”, enumera Alzugaray), este modelo replica la anatomía completa de una vagina: labios externos e internos, glande y capuchón del clítoris, orificio uretral, orificio vaginal, canal vaginal… Sirvió de modelo una amiga de la creadora del invento, que se presentó voluntaria.
Ya son varios los profesionales que se apoyan en Alooa para su trabajo, como Begoña Caldera Brea, directora clínica en FisioMedit, clínica de fisioterapia personalizada en Madrid. “Soy fisioterapeuta especializada en pelvioperineología y en mi trabajo un modelo tan igual y tan natural es crucial para hacer un acercamiento de esta zona y explicar anatomía en mis clases de una forma vivencial y real. Ahora mismo, es imprescindible en mi trabajo diario”, señala. Sus alumnos, añade, se quedan “impactados” cuando descubren el modelo.
Nuria Caballé, graduada en Fisioterapia y docente en la Escuela Universitaria de Enfermería y Fisioterapia Gimbernat (UAB), añade otra utilidad: “La uso con mis pacientes de suelo pélvico, para que tomen conciencia de su esfera pélvica y hagan autoconocimiento de su zona genital. Cuando hay dolor o síntomas pélvicos, esta zona suele estar borrada en nuestro esquema corporal y mental”. También lo emplea en sus clases. “Los alumnos apenas conocen de forma veraz la región genital femenina y están flipando al poder hacer prácticas con un modelo casi real, notando la uretra, el cuello del útero, y todos los genitales externos reales y con una textura muy diferente a los modelos anatómicos que teníamos antes”, asegura.
Juncal Alzugaray recuerda algunas de las primeras experiencias que tuvo con Alooa. “Acompaño muchas veces a mujeres que han sido víctimas de abusos sexuales, que tienen una desconexión brutal con sus genitales, con su sexualidad, con su placer… La primera vez que me atreví a sacarlo en consulta para enseñárselo a una de estas pacientes, ella se puso a llorar de la emoción. Era algo que yo no me esperaba. Mi paciente me abrazó y me dijo: ‘Muchísimas gracias, no sabes lo que acabas de hacer por todas nosotras’. En aquel momento me dije que igual sí que había hecho algo grande”.
En esta aventura ha contado con financiación pública, a través del programa Ekintzaile del Gobierno vasco y de Desarrollo de Proyectos Empresariales de la Diputación de Bizkaia. En plena pandemia, le tocó hacer una presentación en línea para el Gobierno vasco. “La mayoría de los que estaban escuchando eran hombres, de cierta edad, además. Yo creo que no entendieron muy bien el proyecto. Me preguntaban cosas como si tenía intención de poner una fábrica en el País Vasco, cuando yo me conformaba con desarrollar mi producto y conseguir que viera la luz como yo quería…”, recuerda.
Ahora, sí, tras el éxito de Alooa (ya le empiezan a llegar incluso pedidos del extranjero), Alzugaray se plantea nuevos prototipos. “Por ejemplo, un pene en reposo, porque todos los modelos que vemos son en erección, cuando lo normal es que el miembro esté en reposo. Así como no existen referentes de la genitalidad femenina que no tengan que ver con el porno, pasa lo mismo con los de la genitalidad masculina, ¿no?”. Quizá al final sí acabe poniendo su propia fábrica.
Es redactor de EL PAÍS. Antes ejerció cargos de diversa responsabilidad en Man, Interviú, Maxim y Quo, entre otras publicaciones. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra. Escribe a veces de cómics porque le hubiera gustado dibujar. Además, es autor de la novela Conspiración Vermú (Suma de Letras).