(BILL SULLIVAN. EL SOL DE MÉXICO)
Actualmente, millones de personas necesitan inyectarse insulina para reducir sus niveles de azúcar en sangre, debido a la diabetes. Sin embargo, es difícil administrar insulina al cuerpo por vía oral porque es una proteína que se destruye fácilmente en el estómago.
Si bien los investigadores están desarrollando píldoras que resisten la digestión en el estómago y parches en la piel que controlan el azúcar en la sangre y liberan insulina automáticamente, la forma más confiable de administrar insulina actualmente es mediante inyecciones frecuentes.
Mis colegas y yo estudiamos los sistemas de administración de fármacos. La investigación de nuevas formas innovadoras de introducir medicamentos en el cuerpo puede mejorar la respuesta y el cumplimiento de los tratamientos por parte de los pacientes. Una forma más sencilla de administrar insulina sería música para los oídos de muchas personas con diabetes, especialmente de aquellas a las que no les gustan las agujas.
En un estudio reciente en The Lancet Diabetes & Endocrinology, los investigadores diseñaron células para liberar insulina en respuesta a ondas sonoras específicas: la música de la banda Queen. Aunque todavía queda un largo camino por recorrer, este nuevo sistema podría algún día sustituir la inyección de insulina por una dosis de rock and roll.
Combinando ingeniería celular con Queen
El profesor de bioingeniería Martin Fussenegger de ETH Zurich, una universidad en Basilea, Suiza, dirigió un estudio reciente que utilizó un canal iónico mecanosensible como control remoto para indicar a las células que produzcan insulina en respuesta a ondas sonoras específicas.
Estas “células liberadoras de insulina controladas por MÚSICA” (MÚSICA es la abreviatura de control celular inducible por la música) se cultivaron en el laboratorio junto a altavoces. Su equipo probó una variedad de géneros musicales de diferentes intensidades y velocidades.
Entre las canciones que tocaron se encontraban canciones pop como “Billie Jean” de Michael Jackson, “We Will Rock You” de Queen y “Hotel California” de los Eagles; piezas clásicas como “Für Elise” de Beethoven y “Alla Turca” de Mozart; y temas de películas como “Live To Rise” de Soundgarden, que apareció en “The Avengers”, una película de Marvel.
Descubrieron que la música pop con graves bajos y las bandas sonoras de películas eran más capaces de desencadenar la liberación de insulina en comparación con la música clásica, y que las células podían liberar insulina a los pocos minutos de la exposición a la canción.
En particular, descubrieron que la canción de Queen “We Will Rock You” imitaba más fielmente la tasa de liberación de insulina en las células beta pancreáticas normales.
Luego, el equipo implantó células liberadoras de insulina controladas por MUSIC en ratones diabéticos. Escuchar la canción de Queen durante 15 minutos una vez al día devolvió la cantidad de insulina en la sangre a niveles normales. Los niveles de azúcar en sangre también volvieron a la normalidad. Por el contrario, los ratones que no fueron expuestos a la canción permanecieron hiperglucémicos.
¿Podría la música producir insulina en las personas?
A pesar de estos resultados prometedores, se necesita mucha más investigación antes de que este enfoque musical para producir insulina pueda considerarse para uso humano.
Una preocupación es la posibilidad de producir demasiada insulina, lo que también puede causar problemas de salud. El estudio de Fussenegger encontró que hablar y los ruidos de fondo, como el ruido de los aviones, las cortadoras de césped o los camiones de bomberos, no activaban el sistema de producción de insulina en los ratones. La música también debía reproducirse cerca del abdomen, donde se implantaron las células liberadoras de insulina controladas por música.
En un correo electrónico, Fussenegger explicó que se deben realizar extensos ensayos clínicos para garantizar la eficacia y seguridad de la técnica y determinar cuánto tiempo pueden durar los implantes celulares. Al igual que con la introducción de cualquier material extraño en el cuerpo, el rechazo de tejido también es una preocupación.
La ingeniería celular algún día podría proporcionar una alternativa muy necesaria a las frecuentes inyecciones de insulina para millones de personas con diabetes en todo el mundo. En el futuro, se podrían diseñar diferentes tipos de células para liberar otros fármacos en el cuerpo de manera más conveniente.
* Profesor de Farmacología y Toxicología, Universidad de Indiana.