(RUBÉN MIGUELES. EL UNIVERSAL)
En el primer semestre del presente año la actividad productiva de tres entidades del sureste superó por mucho el crecimiento de 3.7% alcanzado a escala nacional en ese lapso, de acuerdo con los datos más recientes publicados por el Inegi.
Factores como las obras insignia del gobierno, turismo e incluso la relocalización de cadenas productivas (nearshoring) se tradujeron en mayor dinamismo de esos estados.
Destaca el caso de Tabasco, cuya economía alcanzó un incremento anual acumulado de 11.1% en los primeros seis meses del año, la tasa más alta en el país.
Anteriormente su dinamismo se debía sobre todo a la inversión pública, por la construcción de la refinería de Dos Bocas, pero en la medida en que la obra está cerca de concluir, el crecimiento se explica por la recuperación de la producción petrolera y los servicios, dijo a EL UNIVERSAL la subdirectora de Estudios Económicos de CitiBanamex, Guillermina Rodríguez.
Le siguió en orden de importancia, Oaxaca cuya economía repuntó 10.6% anual, impulsada por las actividades industriales, con avance de 20.9%, y los servicios, con incremento de 6.7%, el más alto para este segmento a escala nacional.
Los sectores que impulsan el crecimiento en territorio oaxaqueño están relacionados con el Corredor Transístmico y los servicios relativos al turismo, culturales y de esparcimiento, con crecimientos de 47%, explicó la especialista.
En tercer lugar figura Quintana Roo, con crecimiento de 8.0% en el periodo de referencia. La actividad industrial alcanzó un alza récord de 71.1%, impulsada por la construcción, la mayor tasa entre todas las entidades del país. En contraste, los servicios registraron un aumento de apenas 1.5%, el menor para este sector a nivel nacional.
El sureste marca la pauta de crecimiento durante 2023
Efecto nearshoring
Adicional a estos tres casos, hay otros seis estados con crecimiento superior al promedio nacional en el primer semestre: San Luis Potosí, con alza anual de 5.9%; Ciudad de México, 5.2%; Hidalgo, 4.9%; Baja California Sur, 4.6%; Yucatán, 4.5%, y Baja California, 4.3%.
En opinión de Rodríguez, las actividades productivas de San Luis Potosí, Ciudad de México y Baja California se han visto favorecidas por el nearshoring. En Yucatán hay señales al respecto, agregó, pero desafortunadamente no hay datos duros para poder confirmar.
Asimismo, Baja California Sur fue dañada en la pandemia y su atractivo ha impulsado la llegada del turismo, así como el desarrollo de infraestructura hotelera y turística, que crece 18%, agregó.
Se rezagan
Por el contrario, entre las economías estatales con menor dinamismo en los primeros seis meses figuran estados con alta pobreza, como Chiapas, con avance anual de 1.9%; Guerrero, 1.7%; Zacatecas, 0.8%, y Nayarit, 0.4%. Además, Tamaulipas fue el único estado que reportó una caída de 1.3% en su economía en el primer semestre.
“Chiapas, Guerrero y Zacatecas son de las sociedades más atrasadas y los servicios, que son importantes, no están creciendo como se esperaría en esas entidades. Desafortunadamente, la planta productiva de estos estados no da para que crezcan”, advirtió Rodríguez.
La contracción de la actividad en Tamaulipas llama la atención, pues a pesar de que hay una infraestructura importante de maquiladoras, la entidad no crece mucho, agregó.
“Esto pudiera ser porque las manufacturas que exporta o produce la entidad están vinculadas a un segmento de la demanda estadounidense que se está desacelerando”, estimó Rodríguez.
Atracción de inversión
Entre los factores que hacen a la inversión más atractiva sobre otras entidades, la especialista destacó la distancia, los antecedentes que tengan las localidades en la producción de algunos bienes, la mano de obra y la experiencia que puedan ofrecer a esos capitales.
Sobre las perspectivas de crecimiento de las economías estatales, Rodríguez identificó tres grupos, aunque con sus particularidades.
Se anticipa un crecimiento importante en entidades que van a seguir recibiendo recursos públicos por proyectos como el Tren Maya o el Corredor Transístmico, dijo.
En segundo lugar figuran los estados del norte y, si bien es cierto que Estados Unidos puede entrar en recesión, también es posible que el sector manufacturero se recupere antes que el resto de los servicios y el consumo.
En cuanto a las entidades que dependen más de los servicios, las altas tasas de interés van a ser una limitante para el consumo todavía en 2024, pero Rodríguez reconoció que la economía ha sido muy resiliente al respecto.