En México, 4.4 millones de hectáreas producen alimentos que nunca serán consumidos

(MARIO CAMARILLO CORTÉS. CRÓNICA)

México necesita tener una mayor visión empresarial y concientizar a las autoridades, a los productores del campo y a los comercializadores para alcanzar objetivos como la autosuficiencia alimentaria y revertir con ello las condiciones que tienen algunos productos básicos, subrayó Pablo Saravia, consultor del programa de capacitación del a Organización de las Naciones Unidades para la Alimentación (FAO).

Al participar en el Foro Internacional Agroindustrial, organizado por la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), Pablo Saravia destacó que para lograr los objetivos en políticas públicas, éstas se deben encaminar hacia la promoción, capacitación y el mayor uso de tecnologías que permitan revertir los déficits que se tienen en productos como maíz amarillo, frijol, pollo, carne de cerdo y de res.

El representante de la FAO resaltó que es necesario fortalecer las políticas fiscales y crediticias de los productores del campo para impulsar un desarrollo y crecimiento justos, por lo que recordó que en México hay 46.8 millones de personas en pobreza, de las cuales 9.1 millones sufren hambre crónica y 23.4 millones viven con insuficiencia alimentaria, además de que 4.4 millones de hectáreas producen alimentos que nunca van a ser consumidos.

Por su parte, Elsa Gutiérrez Cortés, catedrática de la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán de la UNAM, resaltó la necesidad de una mayor inversión para alcanzar las metas en materia de salud, comercio, generación de empleo y exportación de productos como el cempasúchil, el nopal, el amaranto y el tamarindo.

Asimismo, refirió que es necesario impulsar el conocimiento de estos productos y su potencial al deshidratarlos, lo que permitirá darles difusión y promover su uso para generar alternativas de inversión, producción y comercialización, como lo han hecho naciones asiáticas con productos de origen mexicano y que les ha permitido generar millones de dólares en ganancias.

En tanto, Alonso Fernández, presidente de Asociación Nacional de Establecimientos Tipo Inspección Federal, apuntó que en el país alrededor del 60 por ciento de la carne que se consume está certificada, lo que refleja la necesidad de trabajar en la promoción de las normas y la inocuidad de los productos.

En la misma línea se expresó Mildred Eurídice Villanueva, presidenta de la Organización de Certificación de Establecimientos TIF, quien propuso crear una normatividad que permita a los rastros municipales cumplir con algunas condiciones de sanidad que rigen en el Tipo Inspección Federal.