(MARTHA REYES BECERRIL Y MERCEDES LÓPEZ PÉREZ. CRÓNICA)
Cuando tengo la barriga hinchada, recuerdo el té de epazote que me hacía mi abuela, ella con su conocimiento heredado de generación en generación, sabía del potencial que tiene esta planta para eliminar los molestos bichos (parásitos intestinales). También me acuerdo que ella lo usaba para cocinar unos ricos frijoles de la olla y en los vasos de elote (esquites).
Quizá esa curiosidad por comprender, desde la ciencia, el uso tradicional de esta y otras plantas, me llevó a incursionar en el área de investigación de su potencial medicinal y en cómo se pueden aplicar, incluso en salud animal. Mi primer trabajo consistió en investigar un poco más del epazote y su aporte nutricional, en un área en donde es poco estudiada: la acuicultura.
Para conocer los compuestos químicos del epazote se requirió de la colaboración de Mercedes, ella es una científica que conoce la técnica de cromatografía de gases ( esta se realiza con un equipo muy especializado que separa dichos compuestos y se llama cromatógrafo), juntas distinguimos en un primer análisis que el epazote, cuyo nombre científico es Chenopodium ambrosioides, tiene sustancias con gran actividad antioxidante como la conocida vitamina E y el escualeno que nos ayudan a eliminar a esas moléculas dañinas llamadas radicales libres y ambos son usados ampliamente en la industria de la cosmetología para las cremas contra el envejecimiento o hidratantes; y por su actividad antioxidante son también una alternativa natural para la industria de alimentos (como conservadores). Otro compuesto muy importante que contiene el epazote es el carvacrol, este tiene propiedades anti-fúngicas y anti-bacterianas (que actúan eliminando hongos y bacterias).
Por si fuera poco, hay otro aspecto a favor del epazote, se trata de la presencia de ácido alfa-linolénico, un ácido graso poliinsaturado de la familia omega-3, también se les llama ácidos grasos esenciales porque solo se pueden obtener a partir de la dieta (pescados) ya que nuestro organismo no puede sintetizarlos.
Hay excelentes noticias para la acuicultura y el epazote, constatamos que, como todas las plantas para uso medicinal, esta es inocua, significa que su exposición no daña a las células del pez. Por otra parte, los extractos del epazote, incrementan o potencian los parámetros de defensa inmune. Esto que nos lleva a su evaluación segura en la suplementación en dietas del huachinango Lutjanus peru (un pez de coloración rojiza, habitante de las costas de B.C.S con una excelente calidad en su carne y de los mejores para ser degustados de manera “empapelada”).
Los resultados arrojaron que, al agregar esta planta en la dieta del huachinango durante un mes (en tres porcentajes distintos: 0.5, 1 y 2% por kilogramo de alimento) la adición en el menor porcentaje es capaz de incrementar sus parámetros de defensa, eso es muy importante ante cualquier amenaza por bacterias en donde el pez debe preservar sus defensas altas. Además, observamos que incrementaron los niveles de ácidos grasos de cadena corta como el ácido acético, ello nos indica que poseen una mejor salud intestinal, ya que estos ácidos grasos como el ácido butírico y propiónico, son productos de la fermentación microbiana que tienen una función fisiológica considerable en el intestino, todo esto refleja que los peces están sanos, también verificamos a detalle, que la adición del epazote no causa daños a nivel de inflamación.
Y bueno, después de leer estas líneas, quizá, te vino a la mente preguntar si se distingue el sabor a epazote en el huachinango. Una vez que terminamos el experimento, para la evaluación de sus características organolépticas (que se percibe con los sentidos), los peces se frieron, quedaron sobre la mesa con su característico color dorado… preguntamos a los comensales y dieron la indiscutible respuesta ¡si, sabe a epazote!
Autoras:
Dra. Martha Reyes Becerril. Investigadora Cibnor. Laboratorio de Inmunología y Vacunología. Grupo de trabajo de
Fitoquímica Aplicada a la Salud Animal. SNI 2.
Dra. Mercedes López Pérez. Investigadora de CINVESTAV-Irapuato. Laboratorio de Química de Productos Naturales. SNI 3.
Agradecimientos: Lic.Cintya Castro Iglesias, Mtra. Daniela Núñez García, Dpto de Divulgación del Cibnor.