(ARMANDO G. TEJEDA, CORRESPONSAL. LA JORNADA)
Madrid. Después de una larga batalla judicial que comenzó hace más de seis años, la justicia española entregará este jueves a las autoridades diplomáticas mexicanas una importante pieza de nuestro patrimonio nacional, un fragmento del Códice Tlaquiltenango, avalado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Además, una ciudadana española decidió devolver tres piezas más de enorme valor antropológico.
Durante el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, una de las prioridades en materia de política exterior ha sido la recuperación de nuestro patrimonio nacional, disperso por el mundo tras las décadas de saqueo, tráfico ilegal de piezas e, incluso, la corrupción de las administraciones públicas que tenían que velar por su preservación. En los últimos cinco años se han recuperado más de 12 mil piezas que en algunos casos estaban expuestas y en otros se encontraban en colecciones privadas en distintos países.
España entregará cuatro piezas de enorme valor histórico en un acto oficial que se realizará en la embajada de México, donde el diplomático Quirino Ordaz Coppel las recibirá en nombre del Estado mexicano.
▲ Fragmento del Códice Tlaquiltenango que iba a ser vendido por Casa Abalarte.Foto tomada del sitio web de la casa de subastas
El fragmento del Códice Tlaquiltenango fue rescatado de un intento de subasta en la Casa Abalarte de Madrid en 2017, pero tras una actuación del juzgado de instrucción número 41 de la capital española se decidió confiscar la pieza hasta que terminara el proceso judicial. Finalmente el juez dio la razón al gobierno de México y reconoció la propiedad de la pieza al tratarse de una obra de patrimonio histórico y nacional. Una vez entregadas las piezas en la delegación diplomática, éstas viajarán a México para ser entregadas al INAH, institución que analizará su estado y su posterior traslado al lugar donde serán resguardadas.
Además del Códice Tlaquiltenango, el embajador recibirá las piezas entregadas por Carmen Celda, una ciudadana española, que tenía en su poder tres piezas arqueológicas de Nayarit, confirmadas por el INAH como monumentos nacionales.
Para llevar a cabo estas repatriaciones fue necesaria la colaboración de varias dependencias públicas, impulsadas por la Secretaria de Relaciones Exteriores, el INAH, la Fiscalía General de la República (FGR), la Guardia Nacional y la Agencia Nacional de Aduanas.