Representantes de Estados Unidos aseguraron que la postura mexicana sobre las semillas genéticamente modificadas, especialmente el uso y la importación de maíz transgénico, no está basada en ciencia y amenaza con interrumpir miles de millones de dólares en el comercio agrícola bilateral.Foto Ap
Dora Villanueva
Periódico La Jornada
Martes 24 de enero de 2023, p. 12
La propuesta de México sobre biotecnológicos agrícolas, en particular sobre el uso y la importación de maíz transgénico, “no está basada en ciencia (…) amenaza con interrumpir miles de millones de dólares en el comercio agrícola bilateral, causar un daño económico grave a los agricultores estadunidenses y ganaderos mexicanos”, entre otras consecuencias, reportaron los representantes de Estados Unidos, luego de una reunión con autoridades mexicanas para tratar de llegar a un acuerdo.
Si este problema no se resuelve, consideraremos todas las opciones, incluida la adopción de medidas formales para hacer cumplir nuestros derechos en virtud del acuerdo entre Estados Unidos, México y Canadá, conocido como T-MEC, advirtieron los funcionarios estadunidenses Doug McKalip, jefe negociador agrícola de la Oficina del Representante Comercial, y Alexis Taylor, subsecretario de Comercio y Asuntos Agrícolas Extranjeros del Departamento de Agricultura.
El posicionamiento de los funcionarios estadunidenses se da tras una nueva ronda de reuniones con sus pares del gobierno mexicano para negociar el decreto emitido en 2020 por el presidente Andrés Manuel López Obrador, por medio del cual se busca eliminar la importación de maíz transgénico y otros productos biotecnológicos agrícolas antes del 31 de enero de 2024.
En la declaración, de apenas tres párrafos, no se hizo mención a un nuevo decreto del mandatario mexicano, publicado el 16 de enero, a través del cual se impone un arancel de 50 por ciento a los envíos de maíz blanco, el cual se usa para la elaboración de tortillas.
McKalip y Taylor reiteraron las graves preocupaciones con las políticas biotecnológicas de México, las cuales no tuvieron grandes modificaciones luego de que en noviembre el secretario de Agricultura de Estados Unidos, Tom Vilsack, viniera al país con el objetivo de negociar una salida a la medida para eliminar el uso y compra de maíz transgénico y el herbicida glifosato y también amagara con recurrir a un panel de resolución de controversias en el marco del T-MEC.
Desde 2020, López Obrador emitió un decreto para eliminar las importaciones de maíz genéticamente modificado y el herbicida glifosato en 2024. México decidió posponer su prohibición hasta 2025, en una decisión que Estados Unidos calificó de satisfactoria, según lo declarado por Víctor Villalobos, titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural.
En la declaración publicada este lunes, McKalip y Taylor reconocieron un compromiso activo por parte de los funcionarios de ambos países para llegar a un acuerdo, pero insistieron en que los cambios hasta ahora realizados no son suficientes y la propuesta de México amenaza con sofocar las innovaciones importantes necesarias para ayudar a los productores a responder a los desafíos climáticos y de seguridad alimentaria apremiantes.