ADYR CORRAL. EL SOL DE MÉXICO
El llamado río de hierro, como se le conoce al caudal de armas ilegales que fluye de Estados Unidos hacia México para abastecer el mercado negro y principalmente a grupos del crimen organizado, enfrentó obstáculos en el primer cuatrimestre del año, toda vez que el decomiso de armamento y municiones incrementó 93%.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) reportó la incautación de 77 mil 945 piezas a contrabandistas de enero a abril del presente año, un número mayor respecto a las 40 mil 271 confiscadas en el mismo periodo de 2021.
El incremento ocurre a 21 meses (agosto de 2021) de que el gobierno mexicano interpuso la primera demanda en contra de las 11 principales empresas de la industria armamentista, acción que tendrá un nuevo episodio el próximo 24 de julio, cuando se realizará una audiencia de apelación en Boston. Esto después de que, en septiembre pasado, el recurso fuera desestimado aludiendo la protección al comercio lícito, prevista en la Ley de Armas de EU.
Crece 93% decomiso de armas en EU a México
Para Jonathan Lowy, uno de los asesores legales que ha acompañado al gobierno mexicano en la batalla librada en tribunales estadounidenses en contra de la industria armamentista, la demanda y la atención internacional que esta ha generado pueden estar detrás del aumento de incautaciones fronterizas de armamento.
“Parece muy probable que las acciones del Gobierno de México, al presentar una demanda y enfatizar el daño causado por las armas estadounidenses, hayan tenido un enorme impacto positivo en el aumento de las medidas antitráfico de los Estados Unidos”, explicó desde Washington en una entrevista con El Sol de México.
Respecto al aumento de decomisos por parte de CBP y la mayor vigilancia fronteriza que la administración de Joe Biden ha desplegado para combatir el tráfico ilícito de armas a México, Lowy dijo, vía electrónica, que mucho tiene que ver el mensaje dado por el gobierno mexicano a través de la demanda, que acusa a las principales armerías por comercio negligente y su consecuente responsabilidad en el tráfico ilícito de estas.
“Me parece probable que responda al fuerte mensaje del Gobierno de México de que las armas estadounidenses están matando a mexicanos, acondicionando a los cárteles y alimentando el tráfico de fentanilo hacia el norte. Estados Unidos puede estar aumentando sus esfuerzos para detener el tráfico de armas. Si es así, ese es un desarrollo muy positivo que salvará vidas en ambos lados de la frontera, gracias a la reducción de armas y drogas”.
En contraste, una fuente gubernamental que pidió a este diario guardar su anonimato tiene una visión distinta para explicar el fenómeno: “las incautaciones grandes a menudo pueden sesgar los números. No significa necesariamente que haya un aumento de las inspecciones, podría haber incautaciones más grandes de armas”.
En una revisión a los reportes elaborados por CBP, se advierte que en los periodos comparados fueron incautadas todo tipo de armas, desde revólveres, pasando por subfusiles y ametralladoras (como AK-47, AR-15 o miniguns alimentadas por correas) hasta fusiles de francotirador, como el fabricado por Barret con un calibre .50, que es capaz de asestar un tiro a más de un kilómetro de distancia. Incluso, se tiene registro de un explosivo que quería ser traficado hacia México del que no se dan más detalles.
Ese tipo de armas son utilizadas por organizaciones como el Cártel de Sinaloa o el Cártel Jalisco Nueva Generación en enfrentamientos con otros grupos delincuenciales o con autoridades, como dan cuenta múltiples videos difundidos en redes sociales.
De acuerdo con la base de datos de CBP, los contrabandistas fueron frenados, especialmente en puntos como Laredo, que hace frontera con Nuevo Laredo, Tucson, cercana a Nogales, El Paso, que colinda con Ciudad Juárez, y el sector de Rio Grande Valley de CBP, en el que la ciudad más importante en México es Matamoros. Es decir, el río de hierro corre principalmente por el este de la frontera.
Por ejemplo, en febrero pasado, en el Puente Internacional de Del Río, que lleva a Ciudad Acuña, agentes fronterizos revisaron una camioneta plateada que arrastraba detrás un pequeño remolque y encontraron 17 armas de asalto, 22 cargadores convencionales, tres cargadores de cinturón y dos mirillas ocultas en una hielera y un mini refrigerador.
Otro caso se registró el pasado 20 de marzo, cuando agentes fronterizos que vigilaban el Puente Internacional Camino Real en Eagle Pass, una ciudad en Texas que limita con Piedras Negras, descubrieron 34 armas, 68 cargadores y 461 rondas de municiones escondidas en el remolque de un tráiler que estuvo a punto de entrar a México.
Se estima que 67.5 % de las armas en México, la mayoría tras ser encontradas en escenas del crimen relacionadas con actividades violentas de los cárteles, ingresaron al país vía Estados Unidos. Esto de acuerdo con datos de la ATF (Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos, por sus siglas en inglés), que recibe las armas de vuelta tras ser recuperadas en México para rastrear su origen en su base de datos oficial.
Recientemente, la Casa Blanca se pronunció sobre la importancia de combatir el tráfico de armas. A principios de junio, en un posicionamiento firmado por el presidente Biden y por la vicepresidenta, Kamala Harris, el gobierno estadounidense presumió que continúa tomando medidas “significativas e históricas” para interrumpir el tráfico ilícito de fentanilo y desmantelar las redes de tráfico de armas.
Biden y Harris admitieron que el suministro de armamento a los cárteles, es uno de los factores que fortalece a dichas organizaciones y les hace más sencillo imponer su ley por medio de sangre y balas, llevándose de por medio a civiles inocentes.
“El suministro de armas de fuego de los traficantes de drogas les permite hacer crecer sus empresas y mover drogas letales, incluido el fentanilo, a los Estados Unidos. Utilizan este armamento, que consiste en todo tipo de armas, desde pistolas hasta piezas de alto calibre y de asalto, contra el pueblo mexicano, incluido el personal policial y militar que trata de detener sus operaciones”, se lee en el posicionamiento.
“Me parece probable que (el aumento de armas decomisadas) responda al fuerte mensaje de México de que las armas estadounidenses están matando a mexicanos” Jonathan Lowy