(MANUEL OCAÑO, CORRESPONSAL. EXCÉLSIOR)
En medio de la sequía en Norteamérica agravada por el cambio climático, Estados Unidos voltea al reseco norte de México para solucionar su escasez de agua.
Ya sea mediante acuerdos y convenios que beneficien a ambas partes, o con presiones, demandas y exigencias de represalias, los estadunidenses quieren que el norte de México les ceda agua o se las entregue con carácter de urgente y en cumplimiento de recursos hidráulicos.
Baja California dejará de recibir casi 500 millones de metros cúbicos de agua a través de la frontera a lo largo de tres años, a cambio de 65 millones de dólares que se usarán para mejorar infraestructura de recursos hidráulicos, de acuerdo con información de la Comisión Internacional mexicana de Límites y Aguas (CILA).
Mientras que Estados Unidos usará el flujo sobre el río Colorado en el estado de Colorado para nueva generación de energía, los agricultores del Valle Mexicali descansarán sus tierras durante esos 36 meses.
El acuerdo quedó comprendido este año en el Acta 330 de la Conagua, el cual se alcanzó después de dos años consecutivos de que EU redujo en 5 y 7% la entrega de agua del río Colorado a México. Según acuerdos históricos entre las CILAs de los dos países, EU entregaría a México 10% del flujo del río Colorado a la altura de la frontera entre los estados de Baja California y Sonora.
Pero el sobrecalentamiento terrestre con la consecuente sequía y el consumo excesivo han reducido el nivel del Colorado a niveles históricos.
Este es el tercer año consecutivo de recortes de agua del Colorado a México. En el 2024 México tiene una reducción de 99 millones de metros cúbicos de agua, que aunados a casi 500 millones de metros cúbicos en el acuerdo binacional, se traduce en cerca de 600 millones de pies cúbicos de agua.
La reducción se registra mientas “México está experimentando una de las sequías más extensas e intensas de las últimas décadas y son los estados de la región norte los que se han visto más afectados”, según el experto Emiliano Ramírez Madrid, del grupo asesor Caintra de Nuevo León.
“Los grandes depósitos naturales de reserva se encuentran en niveles alarmantemente bajos, lo que pone a prueba los recursos hídricos del país para el consumo, la agricultura y la irrigación” en el norte mexicano, aseguró.
La falta de agua en el norte se traduce en pérdidas de 12 mil millones de pesos anuales y la escasez de agua ya impacta 60% de los municipios del norte de país, según datos del Monitor de Sequía de México.
Por lo menos 60 grandes reservas del norte de México están 25% por debajo de si nivel normal, esto ha llevado a que, por ejemplo, 20 mil sinaloenses de una docena de municipios vivan en estado de emergencia.
Mientras la sequía impacta toda la frontera norte de México y por el oeste se reduce tan sólo este año —hubo recortes en los anteriores dos— casi 600 millones de metros cúbicos de agua que EU debiera entregar a México, en Texas algunos legisladores demandan a México por retraso en el pago de agua e incluso exigen represalias para el norte de México.
Debido a la sequía, México ha sido inconsistente para cubrir un compromiso de pagar cada cinco años, y para beneficio de EU, 1.75 millones de acres pies de agua al río Bravo.
Un acre pie es una medida internacional de agua, equivale, al líquido que cubriría con un pie de profundidad una extensión de un acre; como cubrir con 30 centímetros de profundidad de agua una cancha de futbol.
Unos 14 senadores y congresistas texanos ha pedido a sus comités de apropiaciones –presupuesto— y al Departamento de Estado, que suspendan la ayuda a México, que este año fue equivalente a 138 millones de dólares hasta que México pague la actual deuda de agua.
Los legisladores argumentan que una planta productora de caña de azúcar de la frontera tuvo que cerrar por falta de agua. En contraste, la Conagua declaró que en Tamaulipas –a unos kilómetros al sur de esa planta—transcurría este domingo el décimo día consecutivo de sequía extrema.