Gasto en salud tuvo caída histórica a mayo; se contrajo 10.8%: SHCP

BELÉN SALDÍVAR. EL ECONOMISTA

De enero a mayo representó sólo 11% de los más de 2.1 billones de pesos que se ejercieron; se sigue invirtiendo menos de la mitad del mínimo recomendado por la OMS.

El gasto público en el rubro de la salud tuvo una caída histórica entre enero y mayo de este año, ello en medio de una debilidad de los ingresos públicos y subejercicios reportados en la Secretaría de Salud (Ssa).

Los datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) mostraron que entre enero y mayo de este año el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ejerció un gasto de 240,027 millones de pesos en la función salud, lo que representó una caída de 10.8% en comparación anual.

Esta es la mayor caída de la cual se tiene registro desde el 2007, cuando la Secretaría de Hacienda empezó a detallar el gasto por clasificación funcional.

El gasto público en salud es una de las grandes necesidades pero, representa muy poco del presupuesto que se ejerce. De enero a mayo, representó sólo 11% de los más de 2.1 billones de pesos que se ejercieron en el periodo, y quedó muy por debajo de otros gastos como por ejemplo, el que se realizó en combustibles y energía, de 397,416 millones de pesos.

Jorge Cano, investigador de la organización México Evalúa, indicó que la disminución del gasto en salud es, por un lado, consecuencia de la debilidad de los ingresos públicos, principalmente por la menor recaudación de recursos a través del petróleo.

De enero a mayo se obtuvieron recursos por 2 billones 923,782 millones de pesos, lo que resultó 156,785 millones de pesos por debajo de lo estimado que se tenía respecto a los ingresos públicos.

“Hay que remarcar la caída del gasto programable por una situación macroeconómica que se da por un gran retraso de los ingresos públicos. A mayo, el retraso en los ingresos es el peor que se tiene desde el 2015, es una situación grave e, incluso peor, a lo que vimos en la pandemia, lo que ha obligado al gobierno a recortar el gasto”, indicó.

La debilidad de los ingresos es algo que ha preocupado a diversas instituciones, ello ante las necesidades de gasto y las crecientes presiones como las pensiones y el costo financiero de la deuda del gobierno, por lo que se ha destacado la necesidad de una reforma fiscal progresiva.

Secretaría de Salud, con retrasos

La SSa, a cargo de Jorge Alcocer, es uno de los grandes apartados en los cuales el gasto funcional en salud ha disminuido y esto se debe a los subejercicios que se han detectado en la dependencia, de acuerdo con los analistas.

Judith Senyacen Méndez, investigadora del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), destacó que el tema de los subejercicios es muy recurrente en el rubro de salud; sin embargo, es hasta cada trimestre cuando se puede detectar mejor en dónde se presenta el subejercicio; así, al primer trimestre del año, la SSa tenía un subejercicio de 6,533 millones de pesos.

El menor nivel en más de una década

A precios del 2023, se observó que el gasto funcional en salud se encuentra en su menor nivel en más de una década. Los datos de Hacienda mostraron que van tres años consecutivos en donde el gasto en salud se reduce, por lo que de enero a mayo alcanzó su menor nivel desde el 2010 cuando, en el mismo periodo, se gastaron 223,655 millones de pesos.

Judith Senyacen Méndez señaló que aún con la pandemia del Covid-19 no se ha impulsado el gasto en salud, por lo que se sigue invirtiendo menos de la mitad del mínimo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La OMS recomienda a los países ejercer un gasto en salud de, al menos, 6% del Producto Interno Bruto (PIB). Al cierre del año pasado, México destinó recursos por 2.9% del PIB.

Esto no sólo se nota en la falta de salud y de atención de los mexicanos, sino también en el aumento del gasto de bolsillo, que es el que hacen los hogares para poder acceder a la salud en instituciones privadas”, añadió.

De acuerdo con los datos de la SHCP, en México, el gasto de bolsillo se disparó en medio de la pandemia del Covid-19. En el documento Distribución del Pago de Impuestos y Recepción del Gasto Público por Deciles de Hogares y Personas, la dependencia informó que en el 2019 el gasto de bolsillo en salud era de 42.1%, mientras que en el 2020 se disparó a 49.4 por ciento.

Con ello, el gasto de bolsillo en salud en México representó más del doble del promedio de los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), de 22.7 por ciento.

“A pesar de que existe una cobertura sanitaria casi universal en muchos países de la OCDE, los pagos de bolsillo constituyen una fuente importante de financiamiento de la salud. Entendiéndose el concepto ‘pagos de bolsillo’ como la proporción del gasto que los hogares destinan directamente a solventar los distintos requerimientos para la atención de su salud, una vez que han satisfecho sus necesidades alimentarias”, señaló.

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