(MARÍA ANTONIA SÁNCHEZ VALLEJO. EL PAÍS)
Nueva York.- Un juez federal ha dictaminado este lunes que Google incurrió en prácticas ilegales para preservar el monopolio de su motor de búsqueda, lo que supone una importante victoria antimonopolística para el Departamento de Justicia en su esfuerzo por frenar la cuota de mercado de los gigantes tecnológicos de Silicon Valley. El afán regulador de la Administración demócrata ha contrariado en numerosas ocasiones los intereses del sector, mientras que el candidato republicano a la presidencia, Donald Trump, promete relajar el control. En el punto de mira de las Big Tech está Lina Khan, responsable de la Comisión Federal de Comercio (FTC, en sus siglas inglesas) y conocida defensora de la libre competencia. La histórica sentencia se conoce horas después de que las tecnológicas perdieran un billón de dólares en capitalización por el desplome de las bolsas.
La violación de la legislación por parte de Google supone para el gigante tecnológico algo más que una derrota judicial, pues tiene el potencial de remodelar la forma en que millones de internautas obtienen información en línea y poner fin a décadas de dominio. “Después de considerar y sopesar cuidadosamente los testimonios de los testigos y las pruebas, el tribunal llega a la siguiente conclusión: Google es monopolista y ha actuado como tal para mantener su monopolio”, ha escrito el juez de distrito Amit Mehta Mehta en el dictamen, de 296 páginas, hecho público hoy. “Ha violado la Sección 2 de la Ley Sherman”.
La decisión del Tribunal de Distrito estadounidense para el Distrito de Columbia es una sorprendente reprimenda al negocio más antiguo e importante de Google; el que supone aún su principal fuente de ingresos. Mehta da por bueno el argumento central del Gobierno de que Google suprimió la competencia pagando miles de millones de dólares a los operadores de navegadores web y fabricantes de teléfonos inteligentes para que hicieran de Google su motor de búsqueda predeterminado. Eso permitió a la empresa mantener una posición dominante en la publicidad de texto patrocinado que acompaña a los resultados de búsqueda, dijo Mehta.
Esos contratos han permitido a Google, que atesora alrededor del 90% de las búsquedas de internet en el mundo, bloquear a posibles rivales como Bing y DuckDuckGo de Microsoft, sostenía la histórica demanda antimonopolio presentada durante la Administración de Trump. Esa posición de poder, resuelve el juez, ha llevado a un comportamiento anticompetitivo que debe detenerse. Los acuerdos exclusivos de Google con Apple y otros actores clave en el ecosistema móvil eran anticompetitivos, según el fallo. Google también ha cobrado precios elevados en la publicidad de búsqueda que reflejan su poder de monopolio en el citado motor.
Aunque el tribunal no establece que Google tenga un monopolio en los anuncios de búsqueda, las líneas generales del dictamen representan la primera decisión importante en una serie de demandas sobre competencia dirigidas contra las grandes empresas tecnológicas. Este caso en particular se considera el más importante en el ámbito de la tecnología desde el enfrentamiento del Gobierno de EE UU con Microsoft en el cambio de milenio. No es la única demanda pendiente contra Google, después de que en enero el Departamento de Justicia plantease que la firma abusa de su posición dominante en el mercado publicitario, instando a la firma a dividir su negocio de publicidad digital.
Aún no está claro a qué sanciones puede enfrentarse Google como resultado de la decisión del juez federal, que se limita a establecer su responsabilidad. Es probable que se inicie otro procedimiento sobre las posibles consecuencias para el gigante tecnológico, que ha rehusado por el momento comentar el fallo.
Annegret Hilse (REUTERS)