Identifican cactáceas en la Huasteca

(DALIA GUTIÉRREZ. REFORMA)

Entre los picos rocosos que forman el Cañón de la Huasteca, en Santa Catarina, Nuevo León, habitan especies que no se encuentran en otro lugar.

Algunas de ellas son cactáceas endémicas de la zona, como dos recientemente descritas por el biólogo mexicano Rodrigo González.

Descubiertas hace más de 5 años, se trata de la Mammillaria julianae y la Neolloydia suguriana, cuyos hallazgos fueron dados a conocer en la revista alemana Mammillaria: la primera en diciembre de 2024 y la segunda en junio de este año.

“Son plantas que se han adaptado a vivir en las condiciones dentro del Cañón de la Huasteca, y eso las hace peculiares”, dice el biólogo y botánico, quien se ha dedicado a estudiar las especies del desierto desde hace más de 35 años.

“De pronto pensamos que hay lugares en donde no hay nada (de biodiversidad), y te encuentras plantas de 1 o 2 centímetros”.

Originario de Saltillo y radicado en Monterrey, González es biólogo por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), especializado en botánica.

A lo largo de su trayectoria ha descrito diversas especies de cactáceas, plantas que se caracterizan por ser resistentes y adaptarse a ambientes secos.

Las últimas dos son endémicas de la Huasteca; solamente han sido observadas en este lugar.

Aunque ambas son parte de la familia de las cactáceas, pertenecen a géneros diferentes y, por lo tanto, cada una posee características muy particulares.

“La primera, Mammillaria julianae, crece en paredes verticales, como si fuera atornillada en la piedra”, explica el biólogo, quien hizo el trabajo de descripción de ambas especies en coautoría con el investigador alemán Thomas Linzen.

“Y no es que crezca en todo el cañón; son tres o cuatro cañadas que tienen cierta orientación hacia el sol o ciertas condiciones”.

Esta planta fue descubierta por el especialista hace ya más de 5 años y fue nombrada en honor a su hija más pequeña, Juliana.

De hasta 10 centímetros de diámetro, esta cactácea solitaria destaca por sus flores blanco-rosadas en forma de embudo.

“La otra, (Neolloydia suguriana) es completamente diferente”, define González: “Crece en una ladera, pero sólo en ciertas laderas que tienen cierta orientación”.

Ésta se distingue por sus flores magenta y espinas blancas en forma de estrella.

Conocer para cuidar

El interés de González por las cactáceas comenzó en la infancia, cuando solía salir con su hermano a buscar puntas de flecha.

Cuando tenía 17 años, encontró su primera especie nueva, Mammillaria sanchez-mejoradae, y desde entonces su pasión por las plantas tomó otro rumbo.

“Esa sensación de descubrir es inenarrable”, expresa González, quien combina su gusto por el ciclismo de montaña con la búsqueda de plantas.

No es fácil, pues requiere todo un trabajo de observación, microscopio, experiencia y mucha paciencia, ya que el proceso lleva meses , incluso, años.

Uno de sus mayores intereses es la Huasteca, que tiene como característica muros de piedra caliza que hace millones de años fueron sedimento del fondo marino y, con el paso del tiempo, la erosión del agua y el viento los fue levantando para dar paso a las paredes verticales.

Aunque es un lugar conocido por sus zonas de escalada, en ocasiones se desconoce que ahí también habita un mundo de biodiversidad, como las cactáceas.

“Así sea una especie insignificante, por lo pequeño que sea”, subraya el biólogo, “juega un papel muy importante en el ecosistema”.