(ROBERTO MORALES. EL ECONOMISTA)
El Departamento de Agricultura de Estados Unidos prevé que los embarques crezcan 1.2% a 19.6 millones de toneladas, en coincidencia con una producción nacional 9.2% menor debido a una situación climática más complicada.
Las importaciones mexicanas de maíz romperán récord en el ciclo 2023-2024 (comenzó el pasado octubre), al crecer a una tasa interanual de 1.2%, a 19.6 toneladas, proyectó el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA).
El maíz es un componente básico de la dieta mexicana, base de muchos platillos tradicionales como las tortillas, tamales, atole y una variedad de productos alimenticios. Además se utiliza como alimento en el sector pecuario y tiene otros usos industriales.
Al mismo tiempo, la producción de maíz de México para la campaña comercial 2023/2024 tendría una caída estimada de 9.2%, a 25.5 millones de toneladas, según el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural de México (Sader).
La reducción prevista refleja condiciones climáticas desfavorables que dieron lugar a una reducción de la superficie plantada y rendimientos inferiores a los previstos inicialmente.
Si bien más de 80% del área sembrada de maíz en primavera y verano es de secano, varias represas, además de los acuíferos, se utilizan para regar el maíz.
El término secano se utiliza en agricultura para referirse a áreas de cultivo que no reciben riego artificial o donde la precipitación natural es la principal fuente de agua para las plantas.
En la historia reciente, parte de la producción de maíz en México perdió área plantada debido a cultivos con menos uso de agua, como el agave.
Contactos del USDA en Jalisco informan que los productores de maíz respondieron a la alta demanda de agave, mejores precios y un menor uso de agua.
Sin embargo, los contactos con respecto al maíz de primavera/verano indican que los precios del agave podrían haber tocado fondo y que la tendencia hacia una mayor siembra de agave puede cambiar debido a que el cultivo se vuelve menos rentable.
Los productores de maíz también indican que, además de los cultivos que utilizan menos agua, algunos agricultores pueden seguir buscando mejores ganancias con la producción de cultivos hortícolas de alto valor, como las bayas.
Para la misma temporada en curso, el USDA predice un consumo de 46 millones de toneladas de maíz en México, lo que supone un aumento interanual de 1.3 por ciento.
Los analistas continúan pronosticando que en la campaña 2023/2024 el “súper peso”, que ha fortalecido las perspectivas de importación de México desde finales de 2022, podría seguir depreciándose a niveles más promedio.
Mientras tanto, se prevé que las exportaciones de maíz, aunque mínimas, aumenten de 100,000 a 200,000 toneladas, debido a la expiración del arancel de exportación de 50% sobre el maíz blanco.