(ESMERALDA LÁZARO. EL ECONOMISTA)
De las 32 entidades, 18 decrecieron en sus exportaciones agrícolas en los primeros tres meses del 2024; entre el grupo de las 10 que más exportan se observaron bajas en Tamaulipas(16.2%), Guanajuato (4.8%), Jalisco (1.1%) y Veracruz (1.1%), según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Mientras Sonora y Baja California tuvieron alzas de doble dígito, de 18.6% y 16.2% respectivamente; seguidos de Chihuahua (8.8%), Michoacán (6.9%) y Sinaloa (3.7 por ciento).
Las exportaciones totales del sector crecieron 4.3% anual. Michoacán y Sonora fueron los que más aportaron (1,300 y 1,000 millones de pesos, en ese orden), aun cuando 80% de su territorio se vio afectado por la sequía.
Salvador Mena, director de la División de Ciencias Agronómicas del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la Universidad de Guadalajara, explicó a El Economista que la sequía no siempre impactan directamente en las exportaciones.
“Ha faltado más información en disponibilidad de agua para los cultivos, y no podemos hacer una correlación muy clara entre la falta de agua y las altas temperaturas con la disminución en las exportaciones”, señaló.
Sin embargo, reconoció que la escasez de agua afecta a ciertos cultivos; por ejemplo, el chayote, un producto que requiere mucha agua, ha visto una reducción en las plantaciones, provocando un aumento en su precio de 40 pesos por kilogramo a más de 100 pesos. También está el cilantro, cuyo precio escaló a 800 pesos por kilo.
Salvador Mena indicó que es más sencillo observar el impacto de la sequía en productos perecederos como frutas y verduras, ya que éstos requieren una evaluación más inmediata y directa de las condiciones de cultivo y mercado. En cambio, para granos, los efectos son más difíciles de detectar debido a la mayor cantidad de factores involucrados, como la especulación en los mercados internacionales, que puede generar inflación y carestía.
Crimen organizado
El especialista destacó que la especulación y la intervención de actores no agrícolas en la cadena de suministro son factores clave que influyen en las fluctuaciones de precios, las cuales para dicho trimestre “parecerían más un poco de especulación o tal vez la presencia del crimen organizado, haciendo de intermediario entre los productores que quieren acomodar sus productos en el mercado y ellos que les cobran por los traslados”.
La intervención del crimen organizado influye negativamente en el mercado agrícola, ya que no sólo incrementa los costos de transporte, sino que también introduce dificultad para los productores, como extorsiones y tarifas adicionales que no se reflejan en las condiciones normales del mercado.
En un análisis más amplio, Salvador Mena argumentó que la caída en las exportaciones podría estar más relacionada con las políticas públicas que con el clima.
Los subsidios, que anteriormente apoyaban a los grandes agricultores comerciales, fueron eliminados, afectando directamente la capacidad de estos productores para mantener y aumentar su producción, “bajo la premisa de que estos agricultores tienen suficiente dinero para cubrir sus necesidades; sin embargo, esta visión es errónea, el subsidio no sólo es un apoyo financiero directo, sino una inversión que asegura que los agricultores puedan producir y exportar más”.
Los subsidios permiten a los agricultores comerciales producir en mayores cantidades y con mayor eficiencia, al cortar estos apoyos, se limita su capacidad de producción y, por ende, se reduce la cantidad de productos que pueden exportar.
Equilibrio
El experto destacó la importancia de un equilibrio en las políticas públicas para asegurar que tanto las áreas de desarrollo tecnológico como las regiones con mayores rezagos reciban el apoyo necesario. “Si bien es crucial apoyar a las áreas marginales, esto no debe hacerse a expensas de los productores que son vitales para la economía y la seguridad alimentaria del país”.
Además, subrayó que la falta de subsidios impacta en la producción agrícola y en la seguridad alimentaria del país, “esta caída en las exportaciones no sólo afecta a los productores, sino a toda la economía y la disponibilidad de alimentos en el mercado interno, lo que puede llevar a un aumento en los precios y una menor disponibilidad de ciertos productos”.
