(BETHAN MCKERNAN Y ANDREW ROTH. THE GUADIAN9
Israel y Hezbolá acordaron un alto el fuego muy esperado en la guerra de 14 meses en el Líbano en lo que Joe Biden calificó de un momento “histórico” al anunciar el acuerdo desde la Casa Blanca.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu , había respaldado un alto el fuego inminente en la guerra del país con el grupo libanés después de que su gabinete en pleno aprobara el acuerdo el martes por la noche a pesar de la oposición de sus aliados de extrema derecha.
En declaraciones televisadas después de que el gabinete de seguridad israelí se reunió para votar sobre la propuesta de un alto el fuego de 60 días, Netanyahu dijo que estaba listo para implementar el acuerdo, pero agregó que Israel mantendría “completa libertad de acción militar” en caso de una infracción por parte de Hezbolá .
“Haremos cumplir el acuerdo y responderemos con firmeza a cualquier violación. Juntos, continuaremos hasta la victoria”, afirmó Netanyahu.
En declaraciones desde el jardín de rosas de la Casa Blanca, Biden dijo: “Según el acuerdo alcanzado hoy, que entrará en vigor a las 4 a. m. de mañana, hora local, los combates en la frontera libanesa-israelí terminarán”.
“Esto tiene como objetivo un cese permanente de las hostilidades. No se permitirá, subrayo, que lo que queda de Hezbolá y otras organizaciones terroristas vuelvan a amenazar la seguridad de Israel”, afirmó.
“El anuncio de hoy es un paso decisivo… y por eso aplaudo la valiente decisión que han tomado los líderes del Líbano e Israel de poner fin a la violencia”, continuó. “Nos recuerda que la paz es posible. Digámoslo una vez más: la paz es posible”.
Biden dijo que las tropas estadounidenses no se comprometerían en la frontera entre Israel y el Líbano, pero que “nosotros, junto con Francia y otros, brindaremos la asistencia necesaria para asegurarnos de que este acuerdo se implemente de manera completa y efectiva”.
El presidente francés, Emmanuel Macron, acogió con satisfacción el acuerdo, que dijo era “la culminación de los esfuerzos realizados durante muchos meses con las autoridades israelíes y libanesas, en estrecha colaboración con Estados Unidos”.
En una declaración publicada en línea , Macron dijo que el acuerdo debería “dar vuelta la página para el Líbano”, pero advirtió: “No debemos olvidar que la guerra continúa plagando Gaza, donde Francia continuará sus esfuerzos para el fin de las hostilidades, la liberación de rehenes y la entrega masiva de ayuda humanitaria”.
Añadió: “Este acuerdo también debería abrir la vía a un alto el fuego que ha tardado demasiado en llegar ante el inconmensurable sufrimiento del pueblo de Gaza”.
El ministro de Asuntos Exteriores del Reino Unido, David Lammy, también pidió un alto el fuego inmediato en Gaza y afirmó: “Debemos aprovechar este momento. Debe ser un punto de inflexión que genere impulso hacia una paz duradera en todo Oriente Medio”.
Incluso cuando se iba a anunciar el acuerdo, Israel intensificó su campaña de ataques aéreos contra la capital libanesa, Beirut, y otras zonas del país, matando a 18 personas según las autoridades sanitarias del país.
El acuerdo es el resultado de meses de cabildeo internacional por parte de la administración Biden, que había realizado esfuerzos desesperados por detener los combates pero que regularmente se quedó corta tras prometer que un acuerdo era inminente.
Se espera que Estados Unidos sea un garante clave de la seguridad del acuerdo. La firma de un alto el fuego se produce cuando quedan menos de dos meses de mandato de Biden, lo que significa que el presidente electo, Donald Trump, podría seguir apoyando o revocar el acuerdo cuando asuma el cargo el 20 de enero.
Un alto funcionario de la administración de la Casa Blanca confirmó que el equipo de seguridad nacional de Trump había sido informado sobre los planes para el alto el fuego y dijo que se esperaba que la administración del presidente electo mantuviera su apoyo al mismo.
“Parecen estar a favor”, dijo el funcionario de la administración. “Y por la obvia razón de que creo que están de acuerdo en que esto es bueno para Israel, como acaba de decir el primer ministro Netanyahu, es bueno para el Líbano, como ha dicho su gobierno, y es bueno para la seguridad nacional de los Estados Unidos. Y lo más importante, al hacerlo ahora y no más tarde, salvaremos innumerables vidas en ambos lados”.
Netanyahu dijo que había tres razones para buscar un alto el fuego: centrarse en la amenaza de Irán; reponer los agotados suministros de armas y dar descanso a los cansados reservistas; y aislar a Hamas, el grupo militante palestino que desencadenó la guerra en la región cuando atacó a Israel el 7 de octubre del año pasado.
Un dato importante para Israel es que Hezbolá abandonó su exigencia de que un alto el fuego en el Líbano dependiera del fin de los combates en Gaza.
Netanyahu destacó lo que dijo era la debilidad del grupo después de 13 meses de combates, diciendo: “Hemos hecho retroceder [a Hezbolá] décadas, hemos eliminado… a sus principales líderes, hemos destruido la mayoría de sus cohetes y misiles, hemos neutralizado a miles de combatientes y hemos borrado años de infraestructura terrorista cerca de nuestra frontera”.
Se espera que el acuerdo entre en vigor a las 0200 GMT del miércoles. Los funcionarios de la administración Biden dijeron que las negociaciones habían continuado hasta el lunes por la noche y que, si bien las discusiones fueron “muy constructivas”, “nada está hecho hasta que todo esté hecho. Nada está negociado hasta que todo esté negociado”.
La televisión israelí informó de que el gabinete de seguridad había aprobado la propuesta y que se presentaría al gabinete más amplio el martes por la noche. Se espera que el primer ministro del Líbano, Najib Mikati, también haga una declaración el martes por la tarde.
El ministro israelí de extrema derecha Itamar Ben-Gvir escribió en las redes sociales que se oponía al acuerdo y lo calificó de “error histórico”. Dijo que Israel “no debe confiar en nadie más que en sí mismo” y predijo que pronto conduciría a nuevos combates con Hezbolá en el Líbano.
Pero no amenazó con retirarse de la coalición gobernante de Netanyahu, lo que indica que el primer ministro israelí podría ser capaz de contener cualquier descontento en el ala derecha de su coalición gobernante.
Hezbolá comenzó a disparar cohetes contra Israel en apoyo de su aliado, Hamás, al día siguiente de que el grupo palestino atacara a Israel, desencadenando la conflagración regional.
El conflicto en la línea azul –una línea de demarcación que divide al Líbano de Israel– se intensificó a fines de septiembre, cuando cientos de buscapersonas de Hezbolá explotaron en un ataque atribuido a Israel. Israel luego mató a gran parte de los líderes de Hezbolá en ataques aéreos y lanzó una invasión terrestre del sur del Líbano.
Según los términos del acuerdo, Israel se retirará completamente del sur del Líbano, mientras que Hezbolá trasladará su armamento pesado al norte del río Litani, a unos 25 kilómetros al norte de la frontera.
“No queremos decir que al final de los 60 días las tropas israelíes se retirarán, sino que, cuando lleguemos a los 50 o 60 días, todas las tropas israelíes se habrán ido”, dijo el funcionario de la administración. “Por lo tanto, será una retirada gradual en diferentes sectores donde se encuentran los israelíes”.
Durante la fase de transición de 60 días, el ejército libanés se desplegará en la zona de separación fronteriza junto con la fuerza de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas existente. Las disputas fronterizas de larga data se abordarán después del período de retirada de 60 días.
El proceso será supervisado por un mecanismo de supervisión dirigido por Estados Unidos que actuará como árbitro en caso de infracciones. Según se informa, una carta de garantía que no formaba parte formal del acuerdo garantiza el apoyo de Estados Unidos a la libertad de acción israelí si Hezbolá ataca nuevamente a Israel o traslada sus fuerzas o armamento al sur del Litani.
El acuerdo sigue los contornos de la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, que puso fin a la guerra de 36 días entre Israel y Hezbolá en 2006, pero que nunca se implementó por completo.
El acuerdo no tendrá ningún efecto directo sobre los combates en Gaza, donde los esfuerzos de Estados Unidos por mediar en un alto el fuego entre Israel y Hamás no han conducido a un acuerdo. Según se informa, las negociaciones sobre el alto el fuego del martes se vieron facilitadas por la decisión de desvincularlas de las conversaciones en Gaza, donde el conflicto sigue sin resolverse.
Pero cuando se le preguntó si podría llegarse a un acuerdo de alto el fuego en Gaza, Biden dijo: “Creo que sí. Espero que sí. Estoy rezando”.
Foto: Diego Ibarra Sánchez.