(YOLANDA MORALES. EL ECONOMISTA)
Tres miembros de la Junta de Gobierno de Banco de México (Banxico) están considerando la conveniencia de ajustar la tasa de referencia a la baja y uno de ellos comentó que debería evaluarse en la próxima reunión, programada para el 21 de marzo.
Así quedó retratado en las minutas de la primera reunión monetaria del año, del 8 de febrero. Analistas de la consultoría Pantheon Macroeconomics y de los bancos Banorte y Citibanamex, coincidieron en señalar que el documento mostró un tono menos hawkish, que en lenguaje monetario indica más flexibilidad sobre la postura restrictiva.
El economista para América Latina en Goldman Sachs, Alberto Ramos, señaló que “se observa un equilibrio cauteloso dados los riesgos e incertidumbre en torno a las perspectivas de inflación”.
“Pero la señal de la Junta es que se están moviendo al espectro de reducción de tasas, salvo que se presenten sorpresas negativas o un choque que pueda impactar al tipo de cambio”.
De acuerdo con la información expuesta en la relatoria, los otros dos integrantes de la Junta advirtieron que no se puede descartar que sea necesario mantener el nivel actual de la tasa por más tiempo del que anticipa el consenso del mercado.
De hecho, uno de estos dos miembros, opinó que “antes de iniciar un ciclo de recortes consecutivos en la tasa de referencia, se requiere que la inflación subyacente y particularmente el subcomponente de servicios muestren una menor persistencia y consoliden una trayectoria descendente”.
Los expertos de Banorte destacaron que se observa cautela al identificar que los miembros de la Junta expresaron que los movimientos deben ser graduales.
Inflación subyacente y tasa real
Según lo descrito en las minutas de la primera reunión monetaria del año, donde dejaron sin cambio la tasa en 11.25%, por séptima decisión consecutiva, un miembro de la Junta, el primero referido en el apartado de política monetaria, señaló que
“Si bien siempre debe tenerse presente que la meta de inflación es sobre el índice de la general, al conducir la política monetaria debe considerarse que el componente no subyacente es muy volátil y que el subyacente refleja de mejor forma la tendencia de la inflación”.
Detalló entonces que hasta que la inflación subyacente comenzó a mostrar reducciones marcadas, se juzgó que la fase de desinflación había iniciado y de manera unánime se decidió dejar de incrementar la tasa.
Dos miembros apuntaron al incremento pasivo de la tasa real para advertir que es necesario evitar que siga endureciéndose la tasa.
La economista para México de BNP Paribás, Pamela Díaz Loubet explicó que se trata del reconocimiento de que la política monetaria está demasiado restrictiva.
Con un ojo en la economía
En aquel encuentro, donde la tasa cumplió 11 meses sin cambio alguno, se observa que “algunos” miembros argumentaron que el comportamiento de la demanda agregada podría significar un riesgo para la persistencia de la inflación.
Uno señaló que “el mayor gasto público contemplado para este año podría reforzar las presiones de demanda más de lo previsto y ralentizar (moderar) la reducción de la inflación”
Ese mismo miembro de la Junta puntualizó que “para 2025, en caso de que el recorte del gasto público resulte menor al anunciado, el crecimiento económico sería mayor al proyectado”.
Desde Londres, analistas de Pantheon Macroeconomics consignaron que las minutas dejaron claro que Banxico actuará conforme a la evidencia en materia de desinflación y de la desaceleración de la actividad económica.
La experta de BNP subrayó que la Junta de Gobierno de Banxico no puede omitir de su análisis el impacto que tiene en la inflación la actividad económica, la tasa de Estados Unidos y el impacto del tipo de cambio.