SPUTNIK
El grano ucraniano, lejos de alimentar a los más pobres del mundo, como se anunciaba, está quebrando las relaciones entre Europa Occidental y Oriental. Sus grandes excedentes han topado los graneros de la UE a tal punto que los agricultores europeos se han puesto en pie de guerra contra sus Gobiernos, mientras estos discuten quién tiene la culpa.
A pesar de que el pacto alimentario fue implementado con el pretexto de la urgencia de suministrar los cereales ucranianos a los países más necesitados, los graneros europeos ya están llenos. Esto lleva a que los agricultores locales no puedan realizar su cosecha, por lo que se ven forzados a salir en protesta, exigiendo a sus autoridades que dejen de importar el grano ucraniano.
Varios países como Polonia, Hungría, Eslovaquia y Bulgaria y ya prohibieron temporalmente las importaciones de cereales ucranianos. No obstante, esta decisión provocó roces con las autoridades europeas.
Los agricultores de Europa del Este fuerzan a sus gobiernos a vetar el grano ucraniano
Los campesinos de Polonia protestaron masivamente contra el grano ucraniano, bloqueando las líneas ferroviarias utilizadas por la industria agrícola del país vecino. La situación llegó a tal punto que, para el 5 de abril, el ministro de Agricultura polaco, Henryk Kowalczyk, se vio obligado a renunciar en un intento de desescalar la ira del sector agrícola y evitar el agravamiento de la crisis política. Después de poco más de una semana de intensas protestas, Varsovia se vio forzada a imponer una prohibición para la importación de una serie de productos agrícolas procedentes de Ucrania.
Hungría, tras Polonia, decidió imponer una prohibición temporal a las importaciones de grano procedente de Ucrania. En palabras del ministro de Agricultura, István Nagy, la decisión fue tomada para proteger a los productores húngaros que sufren pérdidas. En una entrevista con el periódico Magyar Nemzet, el alto funcionario declaró que los agricultores húngaros pierden entre el 23 y el 37% de sus ingresos por la importación de 2,5 millones de toneladas de grano de Ucrania. Budapest, además de los cereales y aceites de Ucrania, agregó a la lista carne, huevos, miel, pan, azúcar y vinos.
El Gobierno de Eslovaquia también anunció la decisión de suspender la importación del grano y otros productos procedentes de Ucrania, como varios tipos de azúcar, semillas, remolacha azucarera, vinagre, miel, cera de abejas u otras ceras de insectos, así como verduras y frutas, hoy libres de aranceles y cuotas en la Unión Europea. El 13 de abril, el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Regional del país publicó un comunicado de prensa en el que afirmó que fueron encontrados pesticidas nocivos prohibidos en la Unión Europea (UE) en cereales ucranianos.
El 19 de abril, Bulgaria impuso la prohibición de importar alimentos de Ucrania, con excepción del tránsito. El primer ministro, Galab Donev, declaró que Sofía era solidaria con Kiev, pero “llevar a la quiebra a los productores agrícolas búlgaros no le ayudaría en nada”.
La Unión Agrícola de la República Checa afirmó que los elevadores están ahora un 40% más llenos de lo habitual en esta época del año. Sin embargo, desde el Ministerio de Agricultura del país anunciaron que no está previsto prohibir las importaciones de grano de Ucrania.
Los granjeros de Moldavia y Rumanía también exigen detener las importaciones de grano ucraniano.
¿Por qué sucede esto?
En el 2022 la UE decidió eliminar los aranceles aduaneros y las cuotas de importación de productos ucranianos, como una forma de ayudar financieramente al régimen de Kiev ante su conflicto con Rusia. A pesar de la petición de algunos países de Europa del Este de introducir tasas, la comunidad política prorrogó las importaciones de cereales ucranianos libres de aranceles hasta junio de 2024.
Y es que los productos agrícolas ucranianos han resultado ser más económicos que los europeos, lo que tiene un efecto negativo para los productores locales. Esto obligó a los agricultores europeos a vender su producto más barato de lo que podrían, por lo que sufren pérdidas.
Entre otras causas, la falta de una logística clara hace que el grano se quede en los almacenes europeos, el mercado local, a la espera de ser exportado. Además, algunos expertos sostienen que el grano ucraniano se suministra en cantidades demasiado grandes y que el control de calidad se está haciendo imposible.
Fractura en la UE por el grano de Ucrania
Los cereales ucranianos “se han convertido en la manzana de la discordia” en las relaciones entre los países de Europa, afirmó Ekaterina Arápova, directora del Centro de Especialización en Política de Sanciones del Instituto de Estudios Internacionales del Instituto Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú, al periódico Nezavisimaya Gazeta.
En sus palabras, puede ser que “algunos grupos estén interesados en abrir una brecha entre Polonia y Ucrania”, pero este no parece ser el factor decisivo. “Para Bruselas es hoy políticamente importante evitar una fractura entre Ucrania y la Unión Europea, y mantener una posición común cohesionada en la confrontación con Rusia”, agregó la experta.
La Comisión Europea considera “inaceptable” el veto al grano ucraniano
No obstante, las decisiones de Polonia y Hungría de prohibir temporalmente las importaciones de cereales son consideradas inaceptables, de acuerdo con la Comisión Europea.
“Es importante subrayar que la política comercial es competencia exclusiva de la UE y, por lo tanto, una acción unilateral es inaceptable (…) En tiempos tan difíciles, es crucial coordinar y armonizar todas las decisiones dentro de la UE”, afirma el comunicado.
Al mismo tiempo, el actual adjunto del ministro de agricultura polaco, Janusz Kowalski, culpó a la Comisión Europea (CE), así como Alemania y Francia, de “poner una mina bajo las relaciones polaco-ucranianas” a través de la escalada de la “cuestión de los cereales”.
Esto sucedió después de que Polonia había pedido ayuda a la Comisión Europea para liberar los almacenes de grano ucraniano antes de la próxima campaña de recolección. Sin embargo, Kowalski subrayó que no vio ninguna acción por parte de la CE.
“No puede ser que los franceses o los alemanes ven cómo se desangra un campesino polaco para, en mi opinión, fomentar ese sentimiento antiucraniano en Polonia“, expresó a la cadena TVP.
En sus palabras, deberían imponerse aranceles a todos los productos agrícolas procedentes de Ucrania, y este es “el comienzo de la gran batalla que el Gobierno polaco libra con la Comisión Europea” para proteger su agricultura.
“Ayudamos a Ucrania, pero debemos ser un país de tránsito. Todos los productos deben ir más allá a través de Polonia, no deben dañar a los agricultores polacos, a los productores polacos y provocar una crisis de seguridad alimentaria”.
Ucrania acusa a Polonia de violar el acuerdo entre los dos países
Ucrania, a su vez, comentó la decisión de Polonia de prohibir las importaciones de su grano, incluido su tránsito hacia terceros países. Las autoridades ucranianas afirmaron que las acciones de Varsovia contradicen los acuerdos entre los dos países. Según ellos, Kiev, hasta el 1 de julio, debía suministrar trigo, maíz, girasol y colza a través de Polonia.
“Entendemos que los agricultores polacos se encuentran en una situación difícil, pero enfatizamos que los agricultores ucranianos se encuentran ahora en una situación más difícil”, declararon desde el Ministerio de Política Agraria y Alimentación de Ucrania.
En los próximos días, Ucrania propone acordar con la parte polaca un nuevo memorando de entendimiento que tenga en cuenta los intereses de ambos países en el espíritu de una cooperación constructiva, fiable y eficaz y que regule debidamente el tránsito de productos agrícolas a través de Polonia, añadieron desde el Ministerio.
El incumplimiento por Occidente del pacto alimentario lo pone en duda
El problema de los cereales se agrava sustancialmente con el incierto futuro del pacto alimentario.
El 22 de julio, Rusia, Turquía y la ONU firmaron en Estambul un acuerdo para desbloquear la exportación de granos y fertilizantes de Ucrania en medio de las hostilidades. No obstante, desde Moscú en repetidas ocasiones declararon que la parte del acuerdo que se refiere a Rusia no se cumple.
Así, el 12 de abril, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, aseguró a los periodistas que las perspectivas para prorrogar el pacto alimentario no son buenas.
“La segunda parte del acuerdo sigue sin funcionar, las condiciones no se cumplen (…) a juzgar por la situación actual, las perspectivas no son muy buenas”.
El mandatario ruso, Vladímir Putin, aseguró que los países más pobres pierden por completo el acceso a estos alimentos esenciales, ya que su compra por parte de los países desarrollados provoca una fuerte subida de precios. El presidente ruso aseguró que su país hizo todo lo posible para garantizar las exportaciones de los cereales.
El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, por su parte, también expresó su preocupación por los recientes problemas con las exportaciones de los cereales.
“Varios integrantes del equipo del secretario general y el propio secretario general han expresado nuestra preocupación con las partes firmantes [del acuerdo de granos] y el secretario les ha escrito a las partes”, indicó el portavoz del organismo, Stephane Dujarric, en una rueda de prensa.
Cabe señalar que solo el 55% de los productos agrícolas que salieron de los puertos ucranianos en el marco del pacto alimentario llegó a los países de África del Norte y Asia, comunicó la asociación de productores agrícolas italianos Coldiretti. Este dato contradice la retórica de los países occidentales.