La política social del billetazo

VIRI RÍOS. MILENIO DIARIO

El día de ayer el INEGI dio a conocer los resultados de la nueva Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH 2022). Con ellos es posible dictar veredicto sobre qué ha pasado realmente con la política social durante el sexenio.

El resultado es agridulce.

Por un lado, nunca, ningún presidente, había tenido un gasto social tan alto como López Obrador. Los hogares reportan recibir 70.4 mil millones de pesos al trimestre, el doble que en 2018. Con Morena la cantidad de dinero que se otorga en transferencias se duplicó. El 36% de los hogares mexicanos recibe programas sociales o becas, el máximo histórico.

Esto es visible, como pueden ver en la gráfica, en todos los niveles de ingreso. Desde el hogar más pobre, hasta el más rico, la cantidad de dinero total que reciben los mexicanos ha aumentado.

Fuente: ENIGH 2022.
Fuente: ENIGH 2022.

Por el otro, y a pesar de todo lo invertido, ahora las transferencias en efectivo llegan a menos hogares en pobreza extrema de lo que lo hacían en 2018, cuando el gasto era 50% menor que ahora. Se gasta más, pero se llega a menos pobres extremos que antes.

Fuente: ENIGH 2022. Percentiles de hogares ordenados por ingreso per cápita del hogar sin transferencias de gobierno.
Fuente: ENIGH 2022. Percentiles de hogares ordenados por ingreso per cápita del hogar sin transferencias de gobierno.

​Esto se debe a que López Obrador ha confundido el dar más dinero con llegar a más pobres. Y no es lo mismo. Se puede dar más dinero a un puñado de hogares sin que éste llegue a los más pobres.

Eso es precisamente lo que está pasando. Los hogares que reciben dinero, reciben mucho más que antes, pero se dejó de desatender a los hogares más pobres.

La política social actual no está llegando a los más pobres porque no tiene equipos especializados que les permitan llegar. Atender a la población más vulnerable requiere un esfuerzo especial de búsqueda, en ocasiones en áreas rurales enormemente alejadas. Eso es lo que no se ha hecho. En lugar de ello, el gobierno actual ha depositado la política social en equipos de activistas políticos sin las herramientas que les permitan llegar a las zonas más alejadas y vulnerables.

El resultado es una política social de billetazos, donde se tratan de resolver los problemas dando más dinero, pero no se resuelven del todo porque no se tiene una estrategia para resolver los problemas más complejos.

La cantidad de dinero que López Obrador está entregando en programas sociales es tan superior (el billetazo) que los hogares que reciben programas sociales tienen una mucho mayor probabilidad de salir de la pobreza que antes. Es decir, la cantidad de dinero que se da es de tal magnitud que, con el apoyo, muchas más familias logran tener un ingreso suficiente para ya no considerarse pobres.

Lo anterior crea una ironía. Hace que López Obrador sea simultáneamente el presidente que más personas ha logrado sacar de la pobreza, y el que más ha dejado de sacar. Lo último es así porque si el billetazo llegara más a los más pobres, López Obrador probablemente habría eliminado del todo la pobreza extrema. No lo ha hecho.

La política social necesita mejorarse. No basta con dar más dinero, hay que darlo mejor.