(JONATHAN RUIZ TORRE. EL FINANCIERO)
Esas mesas redondas no son comunes, pero cuando ocurren suelen desbordar optimismo. Todos hablan de la parte buena de los humanos y de todo aquello que está por venir a hacer un mundo mejor.
Pero este martes pasado sembró una excepción: los más ricos del planeta están preocupad
“Voy a poner sobre la mesa que lo más grave que enfrenta la humanidad es la proliferación nuclear”, dijo Jamie Dimon.
¿Quién es él? Es el hombre más importante del negocio financiero de Estados Unidos y dirige el banco más grande e influyente de su país: JP Morgan.
Dimon compartió una mesa de discusión convocada por una institución vinculada con la familia real de Arabia Saudita. Junto a él, los líderes de Citi, BlackRock, HSBC, Blackstone, Macquarie, Goldman Sachs, Hongshan/Sequoia, de China, Bridgewater Associates… y claro, el anfitrión: Yasir Al-Rumayyan, presidente del Public Investment Fund, y responsable de administrar la fortuna de Arabia Saudita.
No es común escuchar que esa gente está preocupada, pero sí, manifestaron su incomodidad.
Dimon sostiene que si la humanidad no está viva y presente en 100 años se deberá a la preocupante proliferación nuclear, antes que a un cambio climático.
Es inquietante que unos días después de decir eso, comunicara que planea vender acciones de JP Morgan que actualmente valen alrededor de 141 millones de dólares, la primera transacción de este tipo desde que tomó el timón del gigante de Wall Street hace casi 18 años.
Jamie Dimon y su familia venderán 1 millón de acciones para fines de “diversificación financiera y planificación fiscal”.
¿Es usted optimista o pesimista respecto al futuro próximo? preguntó el moderador, David Rubinstein, uno de los fundadores del fondo de inversiones Carlyle Group, a Ray Dalio, un autor famoso y fundador de Bridgewater Associates.
“Pesimista”, contestó, aludiendo cinco fuerzas que habitualmente mueven la historia de la humanidad y que hoy se encuentran en efervescencia: endeudamiento de las naciones; conflictos internos en los países; debilitamiento del orden geopolítico en el que perdió fuerza Estados Unidos; actos de la naturaleza y finalmente, la creatividad y la tecnología.
En uno de esos puntos coincidió Noel Quinn, CEO de HSBC Holdings: “Me preocupa un punto de inflexión en los déficits fiscales”, vaya, la deuda de los países.
“Creo que no llegará gradualmente. Cuando llegue, llegará rápido. Y creo que hay varias economías en el mundo en las que podría haber un punto de inflexión. Y golpeará fuerte”.
El encuentro global de inversionistas que fue el contexto de esta discusión, convocado por una institución llamada Future Investment Initiative, de Arabia Saudita cumplió seis años y tiene como propósito difundir ideas para mejorar los negocios en el mundo.
No fue todo pesimismo y eso debe subrayarse. Rubinstein insistió a los protagonistas acerca de razones para pensar que las cosas también pueden mejorar.
El Mismo Quinn, de HSBC, propuso: “Habrá dos o tres tecnologías innovadoras en el ámbito de la atención médica que cambiarán drásticamente la vida de las personas. Y creo que habrá un par de tecnologías innovadoras en otras industrias. Creo que dentro de 20, 30 años a partir de ahora miraremos hacia atrás y diremos que esas dos, tres, cuatro o cinco cosas cambiaron el mundo”.
Yasir Al-Rumayyan habló de NEOM, la ciudad sustentable y sin emisiones que construyen en su país y que esperan que sea habitada por más de 70 millones de personas.
Shemara Wikramanayake, CEO de Macquarie Group, añadió: “nuestra capacidad de ampliar nuestra calidad de vida. Resolvimos la COVID y ahora hemos creado una tecnología increíble para la comunicación virtual. Así que creo que las personas privilegiadas que estamos en esta sala tenemos que agachar la cabeza y seguir ofreciendo soluciones”.