AGUSTÍN GUTIÉRREZ CANET. MILENIO DIARIO
Sería prematuro augurar quién podría ganar la elección presidencial entre Joe Biden y Donald Trump, empatados con exactamente 43 por ciento de las preferencias cada uno, según la reciente encuesta de The New York Times.
La victoria dependerá de la evolución económica de Estados Unidos, el impacto político por la situación legal del candidato republicano y en cierta medida, la creciente percepción de México como enemigo.
No existiría impedimento legal para que Trump sea electo presidente el 5 de noviembre de 2024, aunque fuera declarado culpable de los cargos presentados por el Departamento de Justicia: conspiración para violar los derechos civiles, conspiración para defraudar al gobierno, obstrucción corrupta de un procedimiento oficial y conspiración para llevar a cabo tal obstrucción.
El único delito que la Constitución contempla para impedir a un ciudadano ser electo es la insurrección. El fiscal Jack Smith no incluyó el cargo de insurrección contra Trump, contemplado en la Décima Cuarta Enmienda que excluye de un puesto federal a cualquier funcionario que participe en una insurrección o rebelión contra Estados Unidos. Los expertos dicen que el fiscal no lo hizo porque complicaría el caso y sería difícil de probar.
Si Trump fuera condenado por conspiración no impediría que llegue otra vez a la Casa Blanca, pues no hay nada en la Constitución que prohíba a los candidatos con antecedentes penales ocupar el cargo de presidente.
La condena a Trump ampliaría su sólida base de seguidores al proyectarse como víctima de una cacería de brujas de Biden para impedir que llegue nuevamente al poder.
Cuando los debates hacia las elecciones primarias inicien a fines de agosto, México será cada vez más el blanco favorito de los republicanos por el narcotráfico, el crimen organizado y la migración indocumentada.
La percepción de los republicanos sobre México está cambiando de ser aliado cercano de Estados Unidos a enemigo que no coopera lo suficiente.
El 46 por ciento de los republicanos considera que México es un aliado de EU mientras que 43 por ciento cree que es un enemigo, una diferencia de solo tres puntos, según la encuesta YouGov del 16 de mayo de 2023, reproducida por The New York Times.
Trump sugirió a funcionarios del Pentágono atacar a México con misiles mientras era presidente y como candidato prometió construir un muro para frenar las drogas y la inmigración indocumentada.
Ahora, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, exigió el uso de fuerza militar y un bloqueo naval de los puertos mexicanos para detener a los narcotraficantes.
En Texas, el gobernador Greg Abbott colocó alambre de púas, boyas flotantes y policías estatales a lo largo del río Bravo para rechazar a los migrantes.
Estados Unidos necesita la cooperación de México para frenar la inmigración ilegal y las drogas como el fentanilo. El presidente López Obrador ha colaborado con Trump y con Biden para ayudar a controlar el narcotráfico, a pesar de su cuestionada política “abrazos no balazos”, e impedir con la Guardia Nacional que los migrantes transiten al país vecino del norte a través del territorio mexicano.
La futura o futuro presidente de México debe prepararse para responder con firmeza a las fuertes presiones de su colega Biden o Trump sobre el cambio de estrategia antinarco y el control migratorio, a partir de la campaña simultánea en ambos países.