(ROBERTO MORALES. EL ECONOMISTA)
México exportó 1,002 millones de de dólares de agua y bebidas no alcohólicas en distintas presentaciones a Estados Unidos en 2023, de acuerdo con datos del Departamento de Comercio de Estados Unidos. Esa cantidad récord tuvo un alza interanual de 13.9% y denota la primera ocasión que rebasa los 1,000 millones de dólares.
Después de desplazar a Suiza de la segunda posición entre los mayores proveedores externos de agua y bebidas no alcohólicas al mercado estadounidense, México sustituyó a Austria del primero lugar en 2022.
Estas ventas comprenden agua mineral natural o artificial y la gaseada, con o sin adición de azúcar u otro edulcorante o aromatizante, y cerveza sin alcohol y otras bebidas no alcohólicas basadas en leche.
Estos últimos dos tipos de productos tienen en su composición al agua como el elemento dominante en la proporción de su volumen y ambos abarcaron 27.7% del total de la clasificación general en cuestión.
En sentido inverso, las importaciones mexicanas de esta canasta de productos originarios de Estados Unidos fueron de 160 millones de dólares en 2023, con lo cual México tuvo un superávit de 842 millones de dólares.
A nivel global, las exportaciones de agua pueden generar controversia debido a preocupaciones sobre la sostenibilidad de los recursos hídricos, especialmente si provienen de fuentes como acuíferos subterráneos o cuerpos de agua dulce que ya están bajo presión debido a la escasez o la sobreexplotación.
Otros proveedores destacados de agua y bebidas no alcohólicas hacia el mercado estadounidense en 2023 fueron Canadá (517 millones de dólares), Italia (461 millones), Austria (344 millones) y Suiza (280 millones). El agua es una materia prima indispensable en la elaboración de refrescos y un producto de cada vez mayor valor, por ser limitado y porque los estándares ambientales se han vuelto más estrictos.
A manera de ejemplo y desde la perspectiva empresarial, en los países en los que la empresa Arca Continental opera, el agua de las plantas embotelladoras se obtiene de diversas fuentes, incluyendo pozos propios, concesiones otorgadas por el gobierno, contratos de suministro con los municipios y a través de redes públicas de agua potable.
“La disponibilidad de agua es un factor determinante para establecer o cerrar plantas embotelladoras, por lo que la falta de abastecimiento de este líquido puede ser determinante en el futuro para el curso normal de la operación de nuestras plantas existentes”, dijo Arca Continental, una embotelladora de productos de The Coca-Cola Company. Según la Comisión Nacional del Agua (Conagua), México tiene 10 ríos principales, más de 180 represas y 4,820 pequeños embalses: un total de 984 plantas de tratamiento de agua potable, 2,540 plantas de tratamiento de aguas residuales municipales y 3,144 plantas de tratamiento de aguas residuales industriales.
México ha estado luchando por satisfacer la demanda de agua de la agricultura, la industria y los ciudadanos a medida que los patrones de lluvia cambian debido al clima y la sequía.
El país cuenta con una variedad de acuíferos que son vitales para el abastecimiento de agua dulce en el país, pero están drenados y no pueden recargarse debido al aumento de la urbanización.
