VERSIÓN ESTENOGRÁFICA
Buenos días a todas y todas.
Saludo con mucho respeto a la señora Elizabeth Sherwood-Randal.
También agradecer la hospitalidad del Gobierno de Estados Unidos.
A los embajadores de Estados Unidos en México, a Ken Salazar, a Esteban Moctezuma.
Por supuesto, reciban todas y todos un saludo del presidente de México, el licenciado Andrés Manuel López Obrador, quien nos ha conferido la tarea de estar hoy, aquí, en la Casa Blanca, y también envía un saludo afectuoso al presidente Joe Biden.
También saludar a mis compañeros secretarios de Gabinete de la delegación mexicana, y al fiscal General de la República, quienes encabezan el proyecto nacional para la construcción de la paz y seguridad en México.
Los Estados Unidos y México somos vecinos, somos socios y socias, y somos aliados.
Como vecinos sabemos que hay temas que nos fortalecen y otros que nos pueden hacer daño.
El tráfico y el consumo de drogas sintéticas y el tráfico de armas, así como la violencia que generan son un grave problema entre nuestras dos naciones; y hoy en especial el fentanilo, las metanfetaminas y las armas de fuego son una amenaza para nuestros países.
Los Estados Unidos tienen un complicado problema de salud pública y México está combatiendo a los cárteles del crimen organizado que lucran con la venta de droga y se abastecen con dinero y armas de alto poder.
Es un círculo vicioso contra el que peleamos diariamente.
En México, el presidente Andrés Manuel López Obrador dirige todos los días, a las 6 de la mañana, el Gabinete de Seguridad, donde se analiza la problemática del tráfico de metanfetaminas y fentanilo y el tráfico de armas de alto poder.
De ese nivel es la importancia que en mi país se le da al tema.
Por eso podemos asegurar que México no fabrica precursores químicos, vienen de Asia.
México tampoco fabrica armas de alto poder, pero en México, mi México, padecemos la violencia originada por el tráfico de drogas sintéticas y el poderío del fuego de las armas ilícitas.
Podemos seguir una ruta por separado y ver cómo las voces extremas culpan a nuestros gobiernos, o bien buscar una solución juntos, una solución binacional.
Es por eso que los presidentes Joe Biden y López Obrador han decidido que nosotras, Elizabeth Sherwood-Randall y una servidora, encabecemos una solución conjunta y lo estamos haciendo.
El Estado Mexicano está dispuesto a la cooperación con Estados Unidos para erradicar la pandemia del fentanilo.
Hoy queremos tejer la estrategia coordinada para proteger a nuestras poblaciones. Lo que constituye un reforzamiento del Entendimiento Bicentenario.
Queremos aumentar incautaciones de drogas y armas, seguir con la detención de objetivos prioritarios, desmantelar sus redes financieras; debilitar la capacidad y cadenas de suministro del crimen organizado.
Compartir información para reducir el tráfico de armas y municiones, pero al mismo tiempo bajar el consumo de drogas sintéticas; frenar el tráfico ilegal de precursores químicos, fortalecer su control y la aplicación de sanciones.
En resumen, una mayor operación y coadyuvancia en una relación entre iguales.
También instalar una campaña binacional preventiva que muestre lo que hacemos ambas naciones y que podemos juntas combatir este flagelo.
En México contamos con el apoyo de los maestros para prevenir el consumo de drogas sintéticas entre jóvenes, nuestros jóvenes, nuestras familias necesitan saber cómo una leve dosis de fentanilo mata en varias formas a quien la consume. Pero también el círculo de violencia que se da en su proceso de tráfico.
El Gabinete de Seguridad de mi país defenderá con hechos la dura campaña política electoral emprendida contra México. Es nuestro México y lo vamos a defender a todos los lugares, con resultados, con honestidad y con valor, frente a un pequeño grupo que hace propuestas inviables e inaceptables en lo que debe ser un esfuerzo, no de agresión sino de cooperación permanente.
México y Estados Unidos tenemos un respeto recíproco por las soberanías.
México y Estados Unidos estamos juntos por la paz.
Muchas gracias.