Pemex: ¿palanca del desarrollo nacional?

(GERARDO ESQUIVEL. OTROS ÁNGULOS. MILENIO DIARIO)

La semana pasada la Secretaría de Hacienda anunció un nuevo esquema de apoyo financiero para Pemex, la atribulada empresa petrolera nacional. Se espera que con este apoyo Pemex logre acceder a financiamiento internacional a tasas de interés menores a las que puede lograr por cuenta propia, debido a la compleja situación financiera y operativa por la que atraviesa. Si bien es de reconocer el esfuerzo de las autoridades por apoyar a la empresa estatal, también es importante señalar que ningún programa de apoyo será suficiente en la medida en la que Pemex no realice ajustes y cambios profundos en su operación.

El ex presidente López Obrador, al igual que muchos otros mexicanos, estaba genuinamente convencido de que Pemex aún podía ser la palanca del desarrollo nacional. Desafortunadamente, hoy en día Pemex no es ni siquiera capaz de fungir como la palanca del desarrollo regional. Veamos algunas cifras del empleo formal en dos entidades estrechamente vinculadas a la actividad petrolera en México: Tabasco y Campeche.

Según cifras oficiales del IMSS, a junio de 2025 había registrados 199 mil 380 empleos formales en el sector privado en Tabasco. Esto representa 8.7 por ciento menos empleos de los que había en esa entidad en junio del año pasado. Aunque esta caída anual es fuerte, no es la mayor que se ha observado recientemente en la entidad, ya que el crecimiento interanual de diciembre de 2024 fue de -12.2 por ciento. Se podrá decir que esta contracción es el resultado natural de la conclusión de las obras de la refinería Dos Bocas. Es muy probable que así sea. Sin embargo, la cifra de empleos formales en Tabasco sugiere que hay algo más profundo y estructural asociado al bajo dinamismo económico de la entidad: los 199 mil empleos formales que hay hoy en día en Tabasco son inferiores a los más de 200 mil que llegó a tener esa entidad a finales de 2014. Sí, leyó usted bien, el empleo formal en Tabasco es en la actualidad básicamente el mismo que tenía ese estado hace más de 10 años. Una década de estancamiento en esta materia.

Pasemos ahora a Campeche. Esta entidad tenía registrados 132 mil 502 empleos formales en junio de 2025. Esta cifra es 6.3 por ciento inferior a la que se tenía hace apenas un año. Aunque muy marcada, esta caída tampoco es la más profunda que ha visto esa entidad recientemente, ya que en febrero de este mismo año la caída llegó a ser de 9.3 por ciento. De nuevo, podría argumentarse que esta contracción está asociada al fin de las obras del Tren Maya. Sin embargo, la falta de dinamismo en la entidad es de nuevo más profunda y de más larga data: el nivel de empleo formal que tuvo Campeche el mes pasado es apenas similar al que llegó a tener en el segundo semestre de 2011 (¡hace 14 años!). Peor aún, el empleo formal actual es 12.5 por ciento inferior al que llegó a tener el estado en junio de 2013. Aquí no solo ha habido una década de estancamiento, sino que incluso podemos hablar de retroceso.

Si Pemex no ha sido capaz de promover ni siquiera la generación de empleo formal en la región petrolera del país, ¿qué podemos esperar para la nación en su conjunto? No, Pemex ya no será la palanca del desarrollo nacional. Es mejor que lo vayamos teniendo claro.