PIB de México podría ser menor a 0.6% en 2025, reconoce subgobernador del Banxico, Gabriel Cuadra

(YOLANDA MORALES. EL ECONOMISTA)

La contracción económica del tercer trimestre puede propiciar que el dato del Producto Interno Bruto (PIB) de todo el año sea menor al 0.6% que tiene estimado como escenario central el Banco de México, reconoció el subgobernador Gabriel Cuadra.

Al participar en la Reunión Trimestral del Centro de Modelística y Pronósticos Económicos (CEMPE) de la Facultad de Economía de la UNAM, Cuadra resaltó que esta tasa esperada del PIB es inferior de lo que históricamente ha crecido la economía en este siglo, que es 1.8%, entre los años 2000 y 2019.

“En el tercer trimestre de este año la economía mexicana registró una contracción que puede propiciar que la expansión de la actividad económica resulte incluso menor de 0.6% que estamos estimando”, consignó.

La economía mexicana presentó una contracción anual de 0.3% en el tercer trimestre del año, con cifras desestacionalizadas y en su comparación anual según la estimación oportuna del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Tal como lo explicó el banquero central a un grupo de estudiantes convocados por el CEMPE, es la actividad económica uno de los factores más relevantes para definir lo que sucede en la inflación de servicios.

La gradualidad del descenso

La inflación de servicios es uno de los subcomponentes de la inflación que ha mostrado importante resistencia a la baja y que a la vez ha hecho persistente la presión sobre la inflación subyacente. De hecho se ha mantenido fluctuando en torno al 4.69% y 4.36% anua desde enero de este año.

La inflación subyacente es identificada como el indicador de la inflación más pura y dicho por los mismos miembros de la Junta de Gobierno, marca la tendencia de largo plazo para la inflación.

En la conferencia en línea explicó que a fines año pasado la inflación servicios empezó a disminuir de manera gradual.

Enfatizó que en la inflación de servicios hay bienes no comerciables que sus precios dependen de factores locales e idiosincráticos donde destaca el comportamiento de la actividad económica.

Consumo e inversión

Explicó que el factor más relevante para definir el comportamiento de la actividad económica de este año ha sido la inversión, que ha mostrado una trayectoria descendente en maquinaria y equipo y en construcción.

Esta tendencia resulta del entorno de incertidumbre que prevalece, pues una estrategia que han asumido es posponer las decisiones de inversión y como consecuencia la inversión trae indicadores de confianza con siete u ocho meses por debajo de 50 puntos que sugiere pesimismo.

“En un contexto de incertidumbre y menor confianza empresarial la inversión trae una tendencia a la baja, yo diría de contracción”.

Acerca del consumo observó que, si bien es cierto que se veía mejoría en sus últimas lecturas, esto resulta del consumo de bienes importados que ha aumentado con cierta tendencia al alza que puede estar asociado con la apreciación del tipo de cambio, de alrededor del 10 o 12 por ciento.

Pero en el consumo de bienes y servicios de origen nacional, acotó, el comportamiento es más lateral, “bastante flat”, lo que dice, evidencia que la demanda interna muestra una debilidad del caso de México, un estancamiento del consumo de bienes nacionales y una contracción en la inversión”.

Exportaciones, aranceles y T-MEC

Para abundar sobre otro componente del crecimiento, las exportaciones, dijo que se han convertido en cierto apoyo para la actividad en este año.

Refirió que las exportaciones manufactureras no automotrices muestran una tendencia ascendente, pero acotó que en realidad este dinamismo está concentrado en muy pocos rubros.

Básicamente en el rubro de computadoras y equipo de cómputo, que ha tenido un dinamismo importante, asociado con el auge de la inversión no residencial en los Estados Unidos en proyectos asociados con la inteligencia artificial.

Destacó que a partir de la aplicación de aranceles y de la relevancia que ha cobrado en México, exportar hacia Estados Unidos, cumpliendo con las reglas de origen, los productores realizaron el papeleo necesario para exportar bajo el amparo del T-MEC.

Así, detalló que todavía el año pasado, “más o menos la mitad de las exportaciones entraban a Estados Unidos bajo el amparo del TMEC y ahora, la proporción se elevó a poco más del 85% en algunos rubros, como el de computadoras y equipos de cómputo”.

Entonces, en ese sentido, sí se puede decir que eso trajo como consecuencia un cierto apoyo a la actividad económica, comentó.

No obstante, matizó que “si bien es cierto que las exportaciones manufactureras no automotrices muestran una tendencia ascendente, en realidad este dinamismo está concentrado en muy pocos rubros”.

Impuestos e inflación perfilan restricción

El banquero central explicó que al tener una tasa atípicamente elevada, con una inflación que sí está en tendencia a la baja, lejos del máximo histórico del 2022 y frente a un dólar débil da el margen para recortar la tasa.

No obstante matizó que para el próximo año tendrán que monitorear por un tiempo que el aumento del IEPS aprobado sobre ciertos productos, no afecte más allá de los precios de los bienes gravados.

“Las medidas afectarán a los precios de los bienes gravados, pero será un aumento de una sola vez y tendría un efecto escalón en el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) donde tendríamos variaciones mensuales, que tenderían a aumentar en el periodo del ajuste y posteriormente, al darse el ajuste, tenderían a disminuir”, señaló.

Reconoció que sí habrá “cierto efecto aritmético” en las variaciones anuales del INPC. Pero sostuvo que los ajustes en los precios relativos de los bienes gravados serán de una sola vez y no generalizados en todos los precios. “Ese debe ser el caso y en ese sentido nuestra función será monitorear que la dinámica de precios no se vea afectada de forma directa o indirecta”, agregó.