Pobreza laboral, pros y contras

(MARCO A. MARES. EL ECONOMISTA)

La pobreza laboral, es el indicador que mide el porcentaje de la población con ingreso laboral inferior al costo de la canasta alimentaria.

En el primer trimestre de este año 2024, la pobreza laboral sumó 3 meses consecutivos de descensos.

Con tal tendencia, rompió el piso del 36% (36.6%) observado en marzo de 2020.

En comparación con el mismo periodo del año pasado, la pobreza laboral en México se redujo 1.9 puntos porcentuales, de acuerdo con el informe respectivo del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

José Nabor Cruz, secretario ejecutivo del organismo, dice que la reducción de la pobreza laboral se explica con el aumento generalizado y sostenido del salario mínimo y una mayor tasa de ocupación.

El funcionario destacó el hecho de que la pobreza laboral está cediendo a pesar del aumento en el precio de los alimentos.

En el mismo periodo la canasta básica alimentaria subió cerca de 7%, en comparación interanual, tanto en zonas rurales como urbanas.

En ese lapso el ingreso laboral promedio fue de 7 mil 318 pesos mensuales en términos reales y representó un aumento de 7% en comparación interanual.

Sin embargo, el propio Coneval advierte que prevalece la desigualdad. En el trimestre de referencia se registró que los cuatro quintiles más altos tuvieron una mejora de sueldos y salarios.

Pero, el primer quintil, el que concentra a la población más pobre del país, observó una contracción de casi 15% en el ingreso promedio real.

Coneval es claro al señalar la desigualdad que existe en los segmentos de la población más pobre.

El observatorio Acción Ciudadana Frente a la Pobreza analizó el informe de Coneval y reconoce que la reducción de la pobreza laboral a 36% es un avance, pero insuficiente, porque implica que 46.4 millones de personas no ganan lo suficiente para comer.

La reducción de 39.6% a 35.8% entre 2019 y 2024 es un avance, pero de ninguna manera permite echar las campanas a vuelo.

Todavía más de la tercera parte de la población no gana lo suficiente para comer.

Su ingreso laboral es inferior al costo de la canasta alimentaria; es decir, no superan el umbral de la pobreza extrema.

La reducción entre 2019 y 2024 son 3.8 puntos porcentuales en 5 años, esto es 0.75 puntos por año en promedio.

De continuar esta tendencia al mismo ritmo, se requieren 47 años para erradicar la pobreza laboral.

Es decir, para que ya no haya personas que ganen menos del costo de la canasta alimentaria para su familia.

Señala que los programas de transferencias monetarias no bastan y excluyen al 61% de los hogares de menor ingreso

Afirma que la raíz de la pobreza es estructural y para afrontarla se requieren acciones y estrategias distintas a las que se han implementado sexenio tras sexenio.

Ningún programa social o de transferencias puede sustituir al trabajo en condiciones dignas como vía para la superación de la pobreza.

Está documentado que los programas de transferencias monetarias son un paliativo, no la solución.

Actualmente sólo 39% de los hogares más pobres recibe algún programa de transferencias gubernamentales; es decir, 6 de cada 10 hogares de menor ingreso están excluidos.

Para abatir la pobreza laboral se requiere concertación y diálogo social. No se puede lograr por decreto.

Hasta ahora el incremento al salario mínimo general no cubre lo necesario para que una persona pueda sostener a su familia por encima de la línea de pobreza.

Se ha postergado su recuperación en todo el país, salvo en la frontera norte, donde hace ya 2 años alcanzó el nivel suficiente. Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, organización de la sociedad civil no partidista, presentó a las candidaturas presidenciales 5 propuestas para ir a la raíz de la pobreza:

1.-Un nuevo acuerdo laboral, que vincule mejores salarios y condiciones de trabajo, con aumentos en la productividad; 2.- Crear un sistema de protección social universal; 3.-Creación del sistema de cuidados; 4.- Política integral de empleabilidad para jóvenes; 5.- Fomento a la economía social, especialmente en las zonas indígenas y rurales marginadas.

Lo que se puede observar tanto del informe de Coneval, como del análisis de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza es que se requiere un modelo distinto para reducir la desigualdad y abatir la pobreza laboral. No se puede seguir haciendo lo mismo y esperar resultados diferentes. Al tiempo.

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