Política comercial de Trump pesa sobre el pronóstico de IED en México

(JESSIKA BECERRA. LA JORNADA)

La inversión extranjera directa (IED) en México será moderada en 2025 y se sustentará en la reinversión de utilidades y en los préstamos entre compañías, en lugar de estar impulsada por la entrada de capital nuevo, según un análisis del Institute of International Finance (IIF).

En su informe de flujos de capital Montando las olas del cambio global explicó que la incertidumbre sobre la renegociación del Tratado Comercial de América del Norte (T-MEC) y la amenaza de que el futuro presidente de Estados Unidos, Donald Trump, imponga aranceles y restricciones a la inmigración son asuntos que pesan sobre el ánimo de los inversionistas.

Explicó que la economía mexicana depende en gran medida de las exportaciones manufactureras al mercado estadunidense. Más que las remesas y la IED, las fuertes exportaciones han impulsado el superávit del comercial bilateral.

El IIF explicó que si bien el reciente aumento de la inversión china es un riesgo, México podría beneficiarse del nearshoring, es decir, el traslado de producción que han hecho las empresas al país para estar más cerca de sus canales de venta.

Un análisis de BBVA señala que en los próximos años el nearshoring contribuirá a crear más de 1.6 millones de nuevos empleos en campos enfocados en manufactura, tecnologías de la información y en servicios de logística.

El IIF proyectó moderación en los flujos de capital no residente hacia América Latina en 2025, luego de que en el 2024 hubo un repunte. Esa entrada de recursos se estima debido a un menor crecimiento económico en los países de la región, el endurecimiento de Estados Unidos en las normas que rigen el comercio, el margen limitado para bajar las tasas de interés y cuestiones específicas de cada país.

Sin embargo, destacó el instituto, la deuda y los préstamos de la cartera seguirán respaldando la llegada de los flujos de capital, ya que la inversión estará impulsada por diferenciales de tasas aún atractivos y elevadas necesidades de financiamiento en algunos países.

El instituto prevé que la economía mundial crecerá 2.7 por ciento en 2025, luego de que en 2024, el avance fue de 2.9 por ciento y en 2023, de 3.2 por ciento.

Para los países emergentes, se espera un avance del producto interno bruto (PIB) de 3.8 por ciento en 2025 frente al 4 por ciento de 2024 y el 4.3 por ciento de 2023.

Estas proyecciones reflejan las expectativas de las posibles políticas de la próxima administración estadunidense, no sólo las comerciales, sino las medidas fiscales y de inmigración, así como mayores riesgos geopolíticos, se menciona en el análisis realizado por los especialistas Marcello Estevão y Jonathan Fortun.

Si bien estas políticas aún no se han puesto en marcha, sus impactos previstos podrían moldear significativamente el panorama económico mundial si se materializan, resaltaron.

A su vez, mencionaron que México y Colombia están expuestos a que las eventuales políticas de inmigración del gobierno estadunidenses sean más estrictas y frenen las remesas.