Por bajos precios, EU sembrará menos maíz

(REUTERS)

Chicago. Los agricultores estadunidenses planean reducir las siembras de maíz más de lo esperado en 2024, mientras expanden las plantaciones de soya, informó el jueves el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), ya que los bajos precios de los cultivos y los altos costos de los insumos llevan a muchos productores a recortar gastos.

Los precios de ambos cultivos rondan sus mínimos de tres años, porque la oferta mundial ha subido con el incremento de las cosechas sudamericanas y la desaceleración de la demanda del principal importador, China.

El año pasado, los agricultores plantaban cercado tras cercado y eso va a cambiar, ya que los precios están donde están, comentó Jack Scoville, analista de Price Group en Chicago.

El USDA dijo que los agricultores planean sembrar 90 mil 36 millones de acres con maíz en 2024, 5 por ciento menos que los 94 mil 641 millones de acres del año pasado y por debajo de un pronóstico de la cartera en febrero de 91 millones.

Las hectáreas de maíz en los 14 principales estados productores disminuyeron respecto al año pasado y se mantuvieron a la baja en 38 de 48 estados, señaló el USDA.

Se prevé que las plantaciones de soya aumentarán 3 por ciento a 86 mil 510 millones de acres, desde 83 mil 600 millones en 2023, la quinta mayor cantidad registrada, pero debajo de los 87 mil 500 millones de acres pronosticados por el USDA el mes pasado.

Los analistas esperaban que las plantaciones de maíz disminuyeran a 91 mil 776 millones de acres, mientras que las de soya se estimaron en 86 mil 530 millones de acres.

El USDA proyectó que todas las plantaciones de trigo en Estados Unidos disminuirán 4 por ciento a 47 mil 498 millones de acres, desde 49 mil 575 millones en 2023, debido a una caída en los acres de trigo de invierno.

En otro informe trimestral, sobre existencias de cereales, indicó que las reservas de maíz estadunidense al primero de marzo aumentaron a 8 mil 347 millones de bushels, la mayor cantidad en cinco años.

Mientras tanto, las existencias de soya subieron a un máximo de dos años de mil 845 millones de bushels, y las de trigo llegaron a mil 87 millones de bushels, un máximo de tres años.