(REUTERS)
Japón, Francia, Alemania, Estados Unidos y otros países ricos están obteniendo miles de millones de dólares en retornos mediante un programa global destinado a ayudar al mundo en desarrollo a lidiar con los efectos del cambio climático, de acuerdo con una revisión de Reuters de datos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Las ganancias financieras se dan como parte del compromiso de los países desarrollados de enviar 100 mil millones de dólares al año a los países más pobres para ayudarlos a reducir las emisiones y hacer frente a los fenómenos meteorológicos extremos.
Según varios analistas, los países ricos están exagerando sus contribuciones, porque una parte de su financiamiento para encarar el cambio climático vuelve a casa mediante reembolsos de préstamos, intereses y contratos de trabajo.
Al canalizar el dinero del programa de vuelta a sus propias economías, los países ricos contradicen el concepto ampliamente aceptado de que deben compensar a los más pobres por su larga historia de contaminación que aceleró el cambio climático, dijeron a Reuters más de una docena de analistas de financiamiento climático, activistas, ex funcionarios y negociadores.
El financiamiento de la lucha contra el cambio climático no debe ser una oportunidad de negocio
, señaló Liane Schalatek, directora asociada de la sección de Washington de la Fundación Heinrich Böll, un grupo de reflexión alemán que promueve políticas medioambientales. Debe servir a las necesidades y prioridades de los países en desarrollo receptores
.
Asumido por primera vez en 2009, el compromiso se reafirmó en el Acuerdo de París de 2015. Entre 2015 y 2020 se pagaron unos 353 mil millones de dólares, lo que incluía 189 mil millones de dólares en pagos directos de país a país, en los cuales se centró el análisis de Reuters.
Más de la mitad de ese financiamiento directo –alrededor de 54 por ciento– llegó en forma de préstamos en lugar de subvenciones, un hecho que molesta a algunos representantes de países en desarrollo endeudados como Ecuador, que dicen que no deberían tener que endeudarse más para resolver problemas causados en gran medida por el mundo desarrollado.
La ONU ha calculado que se necesitan al menos 2.4 billones de dólares al año para cumplir los objetivos del acuerdo climático de París, que incluye evitar que la temperatura promedio mundial aumente más de dos grados centígrados por encima de los niveles preindustriales.
Por su parte, la OCDE estima que las naciones ricas canalizaron al menos 164 mil millones de dólares a través de instituciones multilaterales (aproximadamente 80 por ciento) entre 2015 y 2020.