(THE NEW YORK TIMES)
Washington.- El presidente Biden escaló su confrontación con China este miércoles al firmar una orden ejecutiva que prohíbe las inversiones estadounidenses en industrias tecnológicas clave que pueda ser utilizadas para mejorar las capacidades militares de Pekín, siendo la más reciente de una serie de medidas para poner más distancia entre las dos economías más grandes del mundo.
La orden prohibirá las inversiones de capital y a empresas privadas que canalicen dinero a los esfuerzos chinos para desarrollar semi-conductores y otros artefactos microelectrónicos, computadoras quantum y ciertas aplicaciones de inteligencia artificial.
Funcionarios de la administración hicieron hincapié en que esa medida fue diseñada para proteger la seguridad nacional, aunque es probable que China lo vea como parte de una campaña más amplia para contener su ascenso.
“La administración Biden está comprometida a mantener a salvo a Estados Unidos y defender la seguridad nacional del país a través de una adecuada protección de tecnologías que son cruciales para la siguiente generación de innovación militar”, comentó el Departamento del Tesoro en un comunicado.
El comunicado enfatizó que la orden ejecutiva era “una acción limitada”, complementando el existente control de exportaciones y que la administración mantiene su “compromiso de hace tiempo para la apertura en las inversiones”.
Limitada o no, la nueva orden ocurre en el momento más tenso en la relación entre Estados Unidos y China desde que el presidente Richard M. Nixon y el secretario de Estado Henry Kissinger iniciaron un diálogo con Pekín al principios de los años 1970.
Una serie de amplios controles de exportación de tecnologías clave a China ya había provocado una represalia de Pekín, que recientemente anunció la reducción de metales como el galio que son cruciales para la propia cadena de suministro del Pentágono.
Biden ha dejado de manifiesto que desea estabilizar las relaciones con China después de un estancamiento al estilo de la Guerra Fría debido al derribamiento de un globo espía después que cruzó el espacio aéreo estadounidense y el descubrimiento de un amplio esfuerzo de China para introducir malware a plantas de electricidad y sistemas de comunicación.
En los últimos meses, envió al secretario de Estado Antony Blinken, la secretaria del Tesoro Janet L. Yellen y otros funcionarios para reabrir las comunicaciones.
Se espera que Gina Raimondo, secretaria de Comercio, viaje a China en las próximas semanas.
Funcionarios de la administración han argumentado que han actuado con prudencia y que eso debió haberse hecho hace años con tecnologías clave.