AFP, REUTERS Y EUROPA PRESS
PARÍS. El joven Nahel, baleado por un policía, fue sepultado en los alrededores de París, previo a la quinta noche de protestas y saqueos que conmocionaron a Francia, crearon preocupación por su impacto económico y obligaron al presidente Emmanuel Macron a posponer una visita a Alemania.
Un total de 322 personas fueron detenidas en los nuevos disturbios, indicó el ministerio de Interior, en la quinta noche turbulenta en el país tras la muerte de un joven baleado por la policía.
Aunque la violencia parecía remitir respecto a las noches anteriores, se produjeron incidentes en París, donde fueron detenidas 126 personas, en Marsella, 56 arrestos, y en Lyon, 21, según un balance provisional.
Las autoridades movilizaron desde el miércoles a nueve mil efectivos antidisturbios, el jueves aumentaron el contingente a 40 mil, y al día siguiente a 45 mil. Para ayer se mantuvo el mismo nivel de elementos de seguridad en previsión.
La ceremonia funeraria de Nahel, de 17 años, se celebraron en Nanterre, el municipio al noroeste de París donde residía, sin presencia de cámaras por petición de la familia.
Centenas de personas se congregaron frente a la funeraria en una mezquita y luego se dirigieron al cementerio de Mont-Valérien para el entierro.
“Fue una ceremonia muy tranquila, de recogimiento y sin incidentes”, en presencia de la madre y la abuela del joven, contó un testigo.
Los disturbios de la noche del viernes y la madrugada del sábado fueron de menor intensidad que en días anteriores, aunque se registraron desmanes importantes en Marsella y Lyon, segunda y tercera ciudad del país respectivamente.
El Ministerio del Interior dio parte de mil 300 arrestos antes de la jornada de protestas de ayer, y de 79 policías y gendarmes heridos, con medio centenar de ataques a comisarías y una decena a cuarteles de gendarmería, un cuerpo militar con funciones de mantenimiento del orden, sobre todo en zonas rurales.
Los incidentes de la noche del viernes dejaron mil 350 vehículos calcinados o dañados y mil 234 edificios incendiados, según el balance oficial.
REUNIÓN DE CRISIS
Los disturbios alteraron la vida social de Francia, con temores de que afecte a la temporada turística de este 2023 y a apenas un año de los Juegos Olímpicos de París-2024, lo que representaría un impacto económico para la nación europea.
Reino Unido, Alemania y Noruega, entre otros países, advirtieron a sus ciudadanos en Francia que eviten las zonas de disturbios y extremen la precaución.
El gobierno organizó una nueva reunión de crisis y la primera ministra, Elisabeth Borne, pidió a los ministros que permanecieran en París el fin de semana.
El presidente Macron aplazó una visita de dos días a Alemania, prevista a partir de este día.
Macron “informó de la situación en su país” a su homólogo alemán, Frank-Walter Steinmeier, y solicitó “aplazar su visita de Estado a Alemania”, informó un comunicado de la Presidencia germana.
Las autoridades impusieron toques de queda en al menos tres localidades de la región parisina y en varias otras ciudades del país.
RACISMO
Nahel, cuya familia era oriunda de Argelia, fue baleado durante un control de tránsito por dos agentes, cuando manejaba un coche de alquiler en Nanterre.
El hecho agitó el debate sobre racismo policial, en un país donde 13 personas murieron en circunstancias similares en 2022.
La primera versión de la policía indicaba que el joven, que había tenido otros enredos con agentes por hechos del mismo tipo, había tratado de embestir a los agentes con su vehículo. Pero un vídeo amateur ampliamente difundido demostró que fue ejecutado a quemarropa.
La ONU llamó el viernes a las autoridades francesas a ocuparse seriamente de los “profundos” problemas de “racismo y discriminación racial” entre sus fuerzas de seguridad.
El ministerio francés de Relaciones Exteriores replicó que estas consideraciones eran “totalmente infundadas”.
Mounia, la madre de la víctima, dijo en la cadena France 5 que no culpa a la policía en su conjunto, solo al agente que mató a su hijo.
La justicia decretó prisión preventiva por homicidio voluntario para el policía de 38 años autor del disparo que, según su abogado, pidió “perdón a la familia” de Nahel.