(ANGÉLICA FERRER. SPUTNIK)
La estrategia de seguridad nacional anunciada por el Gobierno de México aún no es suficiente para paliar la crisis de violencia y el auge del crimen organizado en la nación latinoamericana, afirman expertos en seguridad consultados por Sputnik.
“Lo que nos presentaron fue un avance de las líneas estratégicas, pero no propiamente el qué, cómo, cuándo ni con qué se llevará a cabo [las labores de seguridad en el territorio mexicano]. Para mí, es un anuncio muy escueto y no propiamente el desglose del plan. Funciona más como una estrategia de control de daños frente a los eventos de alto impacto que han ocurrido recientemente en el país”, asegura el especialista en temas de seguridad pública, David Saucedo.
En este mismo sentido, el experto en Negociaciones de Política Exterior, Rubén Ramos Muñoz, precisa que las acciones anunciadas por la Administración encabezada por la presidenta Claudia Sheinbaum no tendrán un impacto a corto plazo, debido a la compleja situación de seguridad en México.
“Son estrategias que están marcando una diferencia frente a los planes durante el Gobierno de [Andrés Manuel] López Obrador, como el fortalecimiento en inteligencia e investigación, que es piedra fundamental de cualquier Estado para atender los delitos de alto impacto, así como buscar el origen y contrarrestarlos (…). Sin embargo, son proyectos a muy largo plazo, cuyos resultados podrían verse mejor reflejados en 20 o 30 años. Es un proceso sumamente lento que, posiblemente, podría tener un ligero avance en los próximos dos o tres años”, señala.
El 8 de octubre de 2024, el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, dio a conocer los lineamientos en los que se trabajará para mejorar la situación de seguridad en el territorio mexicano, donde resaltan las labores de inteligencia y la entrada de la Guardia Nacional (GN) como parte de las Fuerzas Armadas.
El pulso de México en seguridad
De acuerdo con datos recopilados por el diario mexicano El Financiero, con base en cifras del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad (SESNSP) y de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), el total de homicidios dolosos durante el sexenio del expresidente Andrés Manuel López Obrador (2018-2014) fue de 199.619.
Uno de los eventos de mayor impacto en las últimas fechas ha sido el homicidio de Alejandro Arcos, alcalde de Chilpancingo, capital del estado sureño de Guerrero, perpetrado el 6 de octubre.
Días antes, también fueron asesinados su operador político y secretario del ayuntamiento de Chilpancingo, Francisco Gonzalo Tapia, y el director de la Unidad de Fuerzas Especiales de la policía local, Ulises Hernández, quien sería secretario de Seguridad en el Gobierno de Arcos.
Pero eso no es todo. La ola de violencia derivada de la pugna entre grupos del narcotráfico en entidades como Sinaloa, al norte del territorio mexicano, o en Chiapas, al sur del país latinoamericano, han atraído la mirada no solo al interior sino al exterior de México.
Por ejemplo, una de las últimas acciones que se realizaron para intentar frenar los homicidios y demás hechos delictivos en Culiacán, capital de Sinaloa, fue que la Guardia Nacional se encargue de la seguridad y vigilancia de la región, mientras que la policía municipal es inspeccionada.
El peso de la inseguridad en México se divisa en varios sectores. De acuerdo con un análisis realizado por el Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios (LACEN), think tank de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que es encabezado por el experto Ignacio Martínez Cortés, la inseguridad afecta las cadenas de suministro y pausa el avance del nearshoring.
“Si bien la inflación va a la baja, el crimen organizado se ha conformado como un cártel que determina los precios en la producción, distribución y venta, además de determinar temporalidad y volumen de cosecha y fabricación de bienes. Y es en la actividad primaria donde tiene mayor presencia la delincuencia y, por ende, las extorsiones inciden en los precios al productor, cuyo pago repercute finalmente en la inflación al consumidor final”, se lee en el documento.
¿En qué consiste el plan de seguridad?
La estrategia de seguridad presentada por el Gobierno de México se divide en cuatro ejes:
1
Atención a las causas: se centrará en apoyar a las familias más vulnerables, con el fin de reducir la pobreza y generar oportunidades para evitar que los jóvenes sean reclutados por grupos delictivos.
2
Consolidación de la Guardia Nacional dentro de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena): esto a través del fortalecimiento de sus capacidades operativas, con disciplina y profesionalismo.
3
Fortalecimiento en inteligencia e investigación: tiene como propósito que no solo se resuelvan los delitos, sino que puedan desplegarse proyectos para evitarlos. Para tener un mejor desempeño en esta área, se creará la Subsecretaría de Inteligencia e Investigación Policial de México.
4
Coordinación: el gabinete de Seguridad mexicano laborará en conjunto y, cuando sea necesario, se unirán los gabinetes estatales a estas labores.