Receta contra el ‘nearshoring’

(GERARDO ESQUIVEL. MILENIO DIARIO)

El Centro Nacional de Control de Energía (CENACE) informó la semana pasada que dejará de publicar información relativa al estado operativo del Sistema Eléctrico Nacional (SEN). Esto implica, en términos prácticos, que dejaremos de saber cuándo está estresado el sistema y cuándo estaríamos cerca de una situación de emergencia. En términos más llanos, esto significa que el público en general no sabrá cuándo podría haber apagones en el país.

Esta notificación confirma lo que ya venía ocurriendo en la práctica. Hasta mediados de mayo (es decir, justo después de que empezaron a reportarse apagones con mayor frecuencia en el país), el CENACE mantenía una página abierta al público en la que daba a conocer si el SEN se encontraba funcionando normalmente; si había entrado en Estado de Alerta, lo cual ocurre cuando el margen de reserva operativa del sistema (es decir, la capacidad de generación por encima de la demanda) es inferior al 6%; o si estaba en Estado de Emergencia, lo que ocurre cuando el margen de reserva operativa cae por debajo de 3%, lo que puede implicar apagones rotativos en diversas partes del país. El último reporte publicado fue el 18 de mayo, por lo que llevábamos más de un mes sin contar con información pública sobre el estado del SEN.

La justificación para ocultar la información es que es “susceptible de ser considerada de seguridad nacional”. No sé quién haya tomado esta decisión, pero esta es sin duda una pésima noticia para toda la población y, en especial, para la industria mexicana. Los procesos de producción en la industria suelen depender crucialmente de que haya un abasto constante y fluido de energía. Cualquier suspensión inesperada de la energía provoca pérdidas millonarias en la industria mexicana. Por ello, para el sector productivo le resulta crucial saber si podría haber o no apagones en alguna localidad.

La opacidad que promueve el CENACE al ocultar el estado operativo del SEN es una excelente receta en contra de la relocalización de actividades o nearshoring. Si lo que se quiere es disuadir a aquellos que pretenden reubicar sus industrias hacia nuestro país, no hay nada como ocultarles el estado actual del suministro de energía en México. Esto convencerá a cualquiera que pretenda relocalizar sus empresas de que lo mejor será buscar una alternativa en la que esté seguro de que contará con acceso a energía constante, limpia y de bajo costo.

En cambio, si lo que queremos es aprovechar al máximo las oportunidades que nos brinda el conflicto geopolítico entre China y Estados Unidos, lo mejor será modificar la postura actual del CENACE. Ojalá que la próxima administración tome nota y promueva una política de mayor transparencia. Si el SEN está sujeto a estrés por falta de inversión en la capacidad de generación de energía es mejor saberlo. Esto podría ayudar a diseñar mejores políticas públicas en el futuro. Si el SEN no está sujeto a estrés, y si las situaciones de alerta o emergencia son muy esporádicas, también sería bueno que todo el mundo lo supiera. Esto podría generar mayor certidumbre y confianza en los potenciales inversionistas. No se gana nada con la opacidad en esta materia. No pongamos en riesgo la posibilidad de lograr la prosperidad compartida en los años por venir.