GUSTAVO CASTILLO, ARTURO SÁNCHEZ Y JULIO GUTIÉRREZ. LA JORNADA.-
Siete de cada 10 migrantes centroamericanos que atravesaron la frontera de Estados Unidos de forma indocumentada recurrieron a algún guía o coyote, por un pago promedio de al menos 4 mil 500 dólares, lo cual significa que la gran mayoría de estos cruces están subordinados
a una red de tráfico de personas, de acuerdo con datos de la Secretaría de Gobernación (SG).
Aunque es conocido que esta actividad genera ganancias millonarias, hasta el momento no hay cifras precisas al respecto, debido justamente a su carácter ilícito, lo cual hace que organismos como Naciones Unidas calculen dichas cantidades en unos 2 mil millones de dólares (mdd) anuales en la región de Norteamérica, mientras algunas estimaciones del gobierno de México ubican que podrían llegar hasta 6 mil mdd al año.
Según datos de la Unidad de Política Migratoria, Registro e Identidad de Personas de la SG, no sólo los migrantes de Guatemala, Honduras y El Salvador recurren mayoritariamente a los llamados polleros, sino que también cinco de cada 10 mexicanos que cruzan sin documentos a Estados Unidos usan dicho servicio, por una cantidad promedio de 4 mil 900 dólares.
Una de las hipótesis para explicar que a las personas originarias de México se les cobre casi 400 dólares más que a los centroamericanos es que las redes de cruce están más consolidadas
, y por ende es más probable una llegada exitosa al país del norte, de acuerdo con la SG.
La dependencia señaló que en 2019, el año previo a la pandemia, el tráfico de migrantes obtuvo ganancias aproximadas de 615 millones de dólares, cifra obtenida con estimaciones en la Encuesta Sobre Migración en la Frontera Sur, aunque probablemente el tamaño del mercado sea mucho más grande.
Aumento de casi 100%
Actualmente, el Anuario de Migración y Remesas México 2022 de BBVA Research, avalado por el gobierno mexicano, estima que el cobro a cada extranjero o connacional que pretende llegar a territorio estadunidense se incrementó 97 por ciento en relación con su nivel de 2013.
Mientras en aquel año un migrante guatemalteco pagaba 3 mil 263 dólares a los grupos de traficantes por que le garantizaran su tránsito por México, para 2019 el costo fue de 9 mil 582 dólares. Asimismo, el monto a cubrir por el recorrido de su país de origen hasta Estados Unidos se incrementó de 6 mil 606 dólares en 2013 a 12 mil 384 dólares en 2019.
Un guatemalteco que sorteó los obstáculos y llegó a la frontera de México con Estados Unidos tuvo que pagar por el cruce, en 2013, mil 362 dólares, mientras en 2019 fueron 2 mil 217 dólares.
Los cobros para los ciudadanos hondureños fueron los que más aumentaron de 2013 a 2019. El tránsito por México fue estimado en 3 mil 425 dólares en 2013 y seis años después se reportó en 5 mil 494 dólares. El cruce fronterizo era de mil 151 dólares en 2013 y, en 2019, de 2 mil 387 dólares. Por lo que se refiere a un viaje desde la nación centroamericana hasta territorio estadunidense, el costo era de 6 mil 121 en 2013, y de 12 mil 534 en 2019.
El documento expone que para los salvadoreños los costos por transitar desde su nación hasta Estados Unidos, guiados por polleros, pasó de 6 mil 148 dólares en 2013 a 7 mil 792 dólares; mientras el precio por conducirlos a través de territorio mexicano fue de 3 mil 643 dólares en 2013 y de 5 mil 781 dólares en 2019.
Datos del Diagnóstico de la movilidad humana en Tamaulipas
, elaborado por la SG, indican que en ese estado se registraron los pagos más altos a los traficantes por parte de migrantes procedentes del llamado Triángulo Norte de Centroamérica que fueron devueltos a México por Estados Unidos en 2019.
Los indocumentados entregaron hasta 5 mil 815 dólares para cruzar por Tamaulipas, mientras para pasar por Chihuahua pagaron 5 mil 695 dólares; por Baja California, 5 mil 65; por Coahuila, 4 mil 856, y por Sonora, 4 mil 493, según ese mismo informe.
Para los mexicanos los costos llegaron a ser más altos, pues para cruzar por Baja California pagaron como media 7 mil 219 dólares y si iban por Sonora, 5 mil 140 dólares. En tanto, en los otros tres estados fronterizos, el precio cobrado por los traficantes fue menor para los mexicanos que para los centroamericanos: por Coahuila fue de 2 mil 616 dólares; por Tamaulipas, 2 mil 440 dólares, y por Chihuahua, 2 mil 137 dólares.
Por su parte, informes de organismos internacionales de mayo de 2022, como el Banco Mundial, refieren que en la actualidad cada migrante paga a grupos delictivos más de 12 mil dólares por ser trasladados desde sus países de origen en Centro y Sudamérica hasta Estados Unidos.
Ingresos millonarios
Otras cifras sobre los cobros que hacen las redes de tráfico de migrantes son las del Informe Mundial sobre Trata de Personas, realizado por la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, según el cual dicha actividad ilícita le genera ingresos anuales a las organizaciones criminales por un monto de 2 mil millones de dólares –el equivalente a unos 40 mil millones de pesos–, tan sólo en Norteamérica.
Para fines comparativos, la cifra es casi el doble del presupuesto otorgado este año al programa Jóvenes Construyendo el Futuro del gobierno mexicano, cuya partida sumó 23 mil 90 millones de pesos.
De acuerdo con el informe de Naciones Unidas, a escala mundial, el tráfico de personas genera ingresos que rondan 5 mil 500 y 7 mil millones de dólares (casi 140 mil millones de pesos), el equivalente a la ayuda humanitaria que destinaron Estados Unidos y la Unión Europea en 2016.
De hecho, en la frontera de Arizona con México las alertas se han encendido luego de que la Unidad de Investigaciones de Seguridad Nacional, que es una división de investigaciones del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, dio a conocer que en las últimas semanas se ha incrementado el número de personas que son contratadas para que sean choferes de migrantes.
Se trata de gente que no está relacionada con grupos criminales, pero es contratada a través de redes sociales como Instagram, Facebook o Snapchat, para que se trasladen en sus autos a las zonas fronterizas y recojan migrantes indocumentados, que después son vendidos en territorio estadunidense.
Según las autoridades de aquel país, por este tipo de actos se llega a pagar hasta 2 mil 500 dólares por persona transportada. Es dinero en efectivo o también se hacen transferencias a cuentas bancarias, sobre todo en aquellas vinculadas a las criptomonedas.
De acuerdo con el informe de Naciones Unidas, la mayoría de las víctimas de tráfico de personas que son menores de edad conoce a los delincuentes por medio de redes sociales. Estos últimos les ofrecen viajes sin costo, pero cuando llegan al país destino, las víctimas son obligadas a trabajar en clubes nocturnos y mantener relaciones sexuales con mayores de edad.
▲ Haitianos y venezolanos fueron trasladados de la colonia Juárez al Albergue Temporal para Personas Migrantes en Tláhuac, el 30 de marzo pasado.Foto Roberto García Ortiz