YANIRETH ISRADE. REFORMA
Cd. de México (23 julio 2023).- Apenas en los años 90 había que abrirse paso entre la maleza, machete en mano, para adentrarse en el Grupo de la Serie Inicial de Chichén Itzá, o Chichén Viejo.
Tres décadas después, el sitio donde la elite maya habitaba, apartado y de ingreso restringido, alista su apertura al público, que podrá recorrerlo sin necesidad de desbrozar.
El Presidente de la República informó que se abrirá el 2 de septiembre, un día después de rendir su informe de Gobierno en Campeche y de supervisar los avances del Tren Maya, previsto para inaugurarse en diciembre.
“(El conformado por Chichén Viejo), es un grupo protegido por una muralla. El paso estaba totalmente restringido por puertas muy bien vigiladas; no cualquiera podía tener la libertad para entrar, como si se tratara de un recinto muy reservado que probablemente haya tenido su propia guardia de seguridad”, advierte en entrevista el arqueólogo José Francisco Osorio, nuevo director de la zona arqueológica de Chichén Itzá, y quien antes se desempeñaba como titular del Proyecto Arqueológico de Investigación, Conservación y Mantenimiento.
Entre septiembre y diciembre de 2022, Osorio fue responsable de los trabajos de salvamento arqueológico del Proyecto Tren Maya, Tramo 4.
Durante mucho tiempo, las investigaciones en la zona arqueológica yucateca, reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, se enfocaron en el área central, dominada por templos como el Castillo o el Juego de Pelota, y ahora indagan la parte residencial para comprender la vida comunitaria de la antigua ciudad, expone el especialista, quien ha explorado también Uxmal y Xcambó.
El área, localizada al suroeste del centro de Chichén Itzá, fue estudiada alrededor de 1895 por Edward Thompson y, hace un siglo, en 1923, fue motivo de interés de investigadores del Instituto Carnegie de Washington.
Sin embargo, fue la iniciativa del arqueólogo Peter J. Schmidt (1940-2018), en la década de los 90, la que dio lugar a una intervención sin precedentes de sus edificios.
Chichén Viejo concentra 25 estructuras distribuidas en dos plazas sobre un gran basamento amurallado.
El conjunto, de aproximadamente 14 mil 605 metros cuadrados, reúne áreas residenciales y otras de funciones administrativas y religiosas. Además, sus plazas debieron ser escenario para rituales de las élites que las habitaron, entre ellas el linaje Cupul, una de las familias gobernantes de la zona y a la que pertenecerían los restos calcinados hallados recientemente.
El personaje que vivía allí junto con su familia y su séquito se trasladaba a la parte central de Chichén Itzá a través de los caminos prehispánicos, o sacbeos, cuando participaba en actividades cívicas, religiosas o políticas, y después regresaba a su residencia, explica Osorio.
“Las investigaciones hechas en este grupo nos han permitido conocer parte de la vida de quienes estaban asociados directamente al poder del sitio”, indica.
El arqueólogo destaca las labores que realizan expertos del INAH en un palacio, actualmente en excavación y único en su tipo investigado hasta ahora, que dispone de áreas destinadas a rituales realizados por el gobernante en ocasiones especiales.
“Lo sabemos porque en la decoración que aparece en los frisos de las fachadas están recreando cada uno de estos rituales”, explica Osorio.
El palacio está formado por un conjunto de construcciones en torno de un patio provisto de una decoración interior que remite a hombres pájaro y aves en posición de vuelo, mientras otros relieves refieren los orígenes del personaje que allí vivía.
Se le considera un códice escrito en piedra, dice el arqueólogo, porque despliega cada uno de los momentos importantes de la vida del noble: sus orígenes, su nacimiento, sus rituales y su ejercicio en el poder.
Un ejemplo de los referidos rituales es el que se desarrollaba en la Casa de los Falos, construcción de crujías abovedadas cuya fachada muestra personajes -podrían ser dioses- en rituales de sangrado de pene, relacionados posiblemente con la fertilidad.
También forma parte de este conjunto la Casa de los Caracoles, ornamentada con frisos que representan una deidad/fundador del linaje Cupul. Este emerge de un tallo que a su vez se multiplica y da origen a otros personajes, como un árbol genealógico.
La apertura del Chichén Viejo, ubicado a 800 metros de distancia de la parte central de la zona arqueológica, requerirá un plan de ordenamiento y de seguridad, anticipó Osorio.
Por lo pronto, se trabaja en la restauración y conservación de estructuras, así como en la señalización y los cedularios, con recursos procedentes del Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza), impulsado por el Gobierno en los sitios que aumentarán su afluencia con la operación del Tren Maya.
…Y alistan museo de sitio
El INAH concluyó el proyecto ejecutivo del Museo de Sitio de Chichén Itzá, un nuevo recinto cultural que estará integrado por 800 piezas recuperadas arqueológicamente en esta antigua urbe maya, muchas de las cuales nunca han sido mostradas al público.
Osorio indica que previsiblemente este recinto abrirá en diciembre.
Recorren cronología de la zona
En el Palacio de los Estucos se obtuvo la evidencia arquitectónica más temprana hallada en Chichén Itzá, consistente en estucos modelados con color que demuestran la ocupación del asentamiento -entonces de dimensiones moderadas- para el periodo Clásico Tardío (600-800 d. C.), siendo contemporánea de ciudades como Uxmal, Dzibilchaltún, Cobá y Ek’Balam, que competían por el dominio de la península.
Esta información derribó la cronología precedente que la situaba exclusivamente entre el Clásico Terminal-Posclásico Temprano (800-1200 d. C.).